La fachasfera cinematográfica de YouTube

Foto del autor

4.8
(177)

Sí, sí. Ya sé que debería escribir sobre alguna sordidez y no sobre cosas políticas. Pero esta web tiene ya casi la mayoría de edad o, como se conoce en términos DiCaprio, «la apertura de la temporada de caza». Así que a estas alturas ya sólo escribimos de los que nos da la gana. O, como se conoce en términos DiCaprio, “chavalas hasta 26”.

Perdonad el ataque hacia los gustos del excelso actor, pero siempre me ha sorprendido la fijación en las jovencitas. Ayer mismo me vi una peli con Barbara Crampton que me dio hasta calambres en los conductos seminales de lo guapa que está con 65 años. Venga, Leo: donde se ponga una mujer de más de 35-40, que se quite una bimbo. Aventúrate a territorios desconocidos. Prueba toto canoso y, por qué no, una comedia idiota con Seth Rogen. Expande tus horizontes. Metafóricamente y, conociendo a Rogen, químicamente también.

Say hey, Leo: take a walk in the gilf side.

Pero a lo que iba. Política. Fachasfera. Una putada que tenga que usar ese término para que se entienda, dado que la palabra ‘fascista’ y derivados (facha, fachoso, fascio, yunque, subnormal…) se han usado demasiadas veces de manera torticera y con poco criterio. Si bien los fascistas de toda la vida existen, los actuales son más bien herederos de ciertas ideas neoliberales. Van de defensores de las libertades. De las suyas, claro, no de las tuyas, puto muerto de hambre migrante. Pero no veas la buena elección de ‘branding’ que han escogido. En el fondo, son turbo neoliberales económicos que conjugan todo con discursos machistas, homófobos y de tendencia hacia el nuevo tipo de dick-tara-dura de moda entre la chavalada: la de las élites pudientes haciendo ver al proletariado que tienen libertad, pero que no saquen los pies del tiesto.

Uno de los fenómenos menos discutidos de esta tendencia de treintañeros es la de supuestos fans de la cultura popular (cine, cómics, juegos de mesa y otras maquinarias de hacer incels) que dedican todos sus esfuerzos a hacer vídeos y memes según ellos ‘anti woke’, pero que esconden propaganda muy chunga. A veces literalmente, con uno de los canales más prominentes siendo patrocinado por una marca de ropa nazi. Porque para qué esconderse ya. Si total, la mayor parte del público dirá que vale, que es un chungo, pero que hay que ver la razón que tiene al meterse con Brie Larson, que tiene cara de defender los derechos de las actrices y eso me atemoriza.

Bien, chaval. Ya tienes su atención. Con suerte, nunca te la follarás.

La primera vez que me di cuenta de que algo pestoso ocurría en el mundo del fandom fue con el estreno de “Los Últimos Jedi” que, curiosamente, también viene a ser momento fundacional del movimiento fachasférico. Al no entender qué cojones pasaba con una peli con sus fallos pero con muchos aciertos, Ángel Codón acuñó el término ‘fancistas’. Hicimos un podcast sobre el tema centrándonos en que habían muchos que se autodenominaban “fans” pero que disfrutaban hundiendo las cosas que supuestamente aman.

Acertamos en la denominación, fallamos en los motivos.

Yo siempre había dicho que el fandom acabaría con el fandom. De hecho, Codón siempre va diciendo que odia a los freaks / nerds (menos a Poindexter con su violín / y Louis y Gilbert que se unirán), cuando en realidad es un tío que vive rodeado de carteles de Indiana Jones, muñecos de pelis y se gana la vida haciendo videojuegos. Si él mismo no se considera nerdo significa que el día del fin del impero freak ha llegado. Sin embargo, está ya aquí no por pesados criticones fundamentalistas, que también, sino por algo que no me vi venir: sus relaciones con la extrema derecha y lo beneficioso a nivel económico de ahondar en ese camino. Como dijo Toxeiro: “Prespetutas”. Quizir: “Dinero, mucho mejor”.

De esta manera, se ha creado un anti-fandom: gente unida por creación de vídeos (aunque ellos, como buenos neocons, lo llamarán CONTENIDO) destinados únicamente a cagarse en cualquier cosa nueva relacionada con franquicias de cine y comics metiendo su buena dosis de lo que ellos llaman “anti Social Justice Warriors” o “Anti Woke”, cuando en realidad lo que están haciendo es dando rienda suelta a sus inclinaciones chungas y las de su audiencia para así tener más reproducciones de seguidores enfadados con que hayan puesto un trans en aquello que veía de pequeño y a lo que se aferran intentando inútilmente volver a tener el mismo chute de dopamina que le daba cuando te echabas agua en la calcomanía de las Tortugas Ninja.

Vamos: que son como la fachasfera de influencers políticos, pero hablando de Marvel, DC o cualquier gran estreno. Válgame dios hacer vídeos sobre algo distinto o interesante. Y si alguno lo hace, la idea editorial es, bien elegir una peli o serie MUY DE MACHO, bien hablar de algo viejo para decir que ahora se jodería por meter, en palabras inmortales de Boyero, a “un negro”. Al igual que en la alineación infernal sobe política española de esta gente (porque la americana no la controlo más allá de los que sí salen en la tele y son referidos por John Oliver), en el anti-fandom hay una cabeza destacada. Una especie de Tío Blanco Hetero internacional, en el sentido de que es con mucha diferencia el más inteligente a la hora de manipular, usando a menudo tácticas muy similares.

Algunos recordaréis que hace un tiempo me vi todos los ensayos del condón humano para desmontar su modus operandi en un vídeo junto a Vicisitud. Que tampoco era necesario, porque cuando se metió a hacer una especie de informativo diario quedó tan claro como una mancha de semen en su capucha por dónde tiraba el señor de “extremo centro que no se casa con nadie”. Pues un poco después YouTube (por supuesto que su algoritmo lo potenciaba) me recomendó su equivalente en supuesto crítico: The Critical Drinker. Su ‘cosa distintiva’ es estar interpretando a un borracho escocés (eso he de reconocer que me gusta) putero (eso me desagrada). Pero vamos, que dado que tiene también un canal de directos, la diferencia entre personaje y persona está mucho más desdibujada que la de Doug Walker y, por qué no decirlo, la de Paco Fox, ese que va en internet de pobre desgraciado depresivo cuando en realidad es un pobre desgraciado muy depresivo. Y bajito.

The Drinker es un tío tan tan tan sibilino que, una vez que dije algo en contra suya, un amigo de facebook más de Podemos que los calzoncillos de Pablo Iglesias me vino a comentar disintiendo porque “no era de esos”. Claro que lo es. Sólo que mucho más inteligente. Y, por lo tanto, más deshonesto que yo mismo cuando me preguntan si todas esas Sylvanian Families que he comprado son para mi sobrina y no para mí.

Es más listo porque alterna sus vídeos de propaganda rancia con otros mejor argumentados sobre cosas que le gustan (generalmente pelis de esas de “el fascismo favorece la acción” que no sé si entiende que, si bien a menudo estaban hechas por derechones, otras veces iban un poco de broma o eran el sueño loco de creativos engendrado ante una mesa de cocaína más grande que la de Tony Montana). También es más inteligente porque nunca usa el término ‘Woke’ o “SJW”, sino que ha acuñado el suyo propio: “THE MESSAGE”. Como si las pelis no tuvieran nunca mensaje. Este tipo de gente se cree que no hay subtexto en “La Guerra de las Galaxias”, una saga en la que los malos visten EXACTAMENTE IGUAL QUE NAZIS y en la que los soldados se llaman Stormtroopers. Aunque eso serían sus seguidores. La mayoría sabe exactamente que casi todas estas franquicias que dicen amar se cimentan en ideas progresistas.

Da igual que esté hablando de Spiderman o de la recogida de cocos en Abisinia: en algún momento del vídeo meterá esa palabra para asegurarle a sus seguidores que todo está bien, que sigue siendo uno de ellos, que le den a laikandsuscraib y compren sus novelas. Y digo que es deshonesto sobre todo porque a veces directamente miente y, dado que es obvio que no es idiota como otros compañeros de fachasfera, sabe que lo hace. Lo sabe hasta el punto de manipular un vídeo sobre ‘Glass Onion’ para intentar decir que Ryan Johnson es un director tramposo. Porque esta gente, al igual que ciertos tarados que ellos critican y de los que hablaba en mi anterior artículo, también tienen sus dogmas y sus anatemas. Y Johnson, ese señor de cara rechoncha de buena gente, es uno de ellos simplemente porque le tocó mejorar el soft reboot de JJ Abrams. Como hizo una peli con una protagonista y además se atrevió a meter otra mujer… ¡Que no les parecía especialmente follable!, pues hay que hundirle aunque su nueva cinta fuera un remake de “Brácula: Condemor 2”. Pero no sólo manipuló una escena de esa peli: el otro día sacó un vídeo sobre el estado de las plataformas con algunos aciertos, pero endosando a Bob Iger, que no es santo de mi devoción, errores de su antecesor y englobándolo en un supuesto Go Woke Get Broke. Es obvio que él sabe de las inexactitudes de su texto, pero qué más da: se ajustan a su discurso y con eso vale. Inda y Pedro J son aprendices a su lado, de verdad.

Por supuesto, dentro de este ecosistema (porque las ciénagas también lo son) hay muchos más que te habrán salido recomendados por el algoritmo si has entrado por curiosidad a ver un vídeo del escocés. Ryan Kinel es un tarado con lazos a Blaze Media, plataforma de ultraderecha trumpista, que llegó a hacer varios vídeos sobre “Hulka” cagándose en la serie… antes de verla. Que puedes compartir esa opinión, claro, pero joder: al menos que sea una vez vista. Además, estarás equivocado: Wally Week dice que la serie es buena y yo lo que opina ese maestro del humor me lo tatúo en el glúteo. Por su parte, Nerdrotic es un idiotic barbudo que suele compartir podcasts con The Drinker y que viene a ser su versión sin sutileza. El Roma Gallardo de UTBH.

En la variedad estará la diversión, pero en hacer siempre lo mismo está el dinero.

Chris Gore, otro de la pandilla, es el decano y tiene el pelo blanco y, por lo tanto, da la sensación de que sabe de lo que habla. Vamos, que es el Paco Fox de la fachasfera. La primera vez que me salió fue con un vídeo que se titulaba “Former Hollywood Executive talks about (la mierda que fuera)”, lo cual iba de darle legitimidad. Por supuesto, miré quién cojones era y simplemente se trataba del jefe de la web Film Threat que tenía un puñado de películas independientes desconocidas. Hollywood executive el que tengo colgado entre mis cojones.

Es otro que alterna vídeos más o menos inocentes con, obviamente, culpar de todos los supuestos males del cine a que haya tal o cual personaje LGTBI+ en una peli. Siempre diciendo que es una “Agenda secreta” de propaganda. No, Christopher: esas cosas se meten porque el mundo ha avanzado y… ¿cómo era eso que hacía funcionar a Hollywood?… ah, sí: DINERO. Da visibilidad y esto, en la era de, como dicen los mierdas corbatines de Los Ángeles, las pozas de “contenido”, es importante para resaltar tu producción y que la gente acabe pagando por tus cosas.

Por supuesto, toda esta gente rara vez dejan ver que sean misóginos u homófobos y sólo comentan con supuesta inocencia que este tipo de subtextos están destrozando el cine (no el hacer franquicias sin parar y, sí, contenido para alimentar plataformas en vez de pelis). Pero luego invitan a sus directos a gente como Alex Jones, un completo loco trumpista condenado por estafa, o dejan caer tweets (o, esta vez sí que creo que es apropiado, XITS) en apoyo a Trump, aunque esto último con gente menos cuidadosa del grupo como el de Geeks+Gamers.

Pero esos no me aparecen tanto en el algoritmo. Ni siquiera ya uno que se llama POLLAMALDITA y que va de periodista con información de invent insiders (y que, de paso, fue el que se inventó mil cosas sobre la última de Indiana Jones, todas falsas, pero que comenzaron la bola anti Phoebe Waller Bridge). Sí que tengo uno constantemente recomendado llamado Dave Cullen, que os sonará porque su avatar es un dibujito de un pelirrojo, lo cual de entrada me pone en guardia, dado que ya sabemos que los pelirrojos son el precio divino a pagar por tener pelirrojas. Éste es el segundo más peligroso después del Drinker básicamente porque es el más calmado y menos cabreado en la forma de exponer sus mierdas. Incluso parece un tío racional cuando dice polladas como que Hollywood pone su “agenda woke” por delante de sus beneficios econJAJAJAJA

JA.

Pero cuidado: no se trata de que si te disgustan las mismas cosas que ellos critican tú también seas neofascista neoliberal. De hecho, es normal que te parezcan una mierda la mayoría de sus objetivos, dado que aprovechan cualquier mediocridad creativa para meter a su vez su MESSAGE. Porque por mucho que se esfuercen en decir que un chascarrillo en “Indiana Jones y El Día del Chumino” es propaganda comunista, lo es mucho más el mero hecho de malinterpretarlo a sabiendas como tal. Aprovechar una reseña de una peli irregular para meter tu comentario es mucho más deshonesto que introducir algún subtexto ideológico. Porque, amijos: todas las pelis tienen subtexto. Sí: “Los bingueros” también. En ese caso es “no vayas a un bingo con Antonio Ozores”. O no. Creo que la tengo que ver otra vez.

El ejemplo que pongo no es baladí, porque lo sufrí en mis cada vez más blanditas can-nes tras ver la película en Cannes y comentar en algún sitio que no era, como decían, “propaganda woke que denigraba el personaje”. Hubo un señor y una señora que me pusieron en mi lugar. Sobre todo cuando les respondí que, esto… YO HABÍA VISTO LA PELI Y ELLOS NO. Pero, como el señor chungo que se marcó varios videos de Hulka antes del estreno, ellos ya habían comprado la narrativa expandida por la fachasfera. Y no sólo en YouTube: mi feed de facebook y el de muchos amigos está lleno hasta el punto de hacer que casi no entre en la red social de “posts promocionados”, generalmente de páginas con nombres aparentemente normales como ‘Box Office Mexico” (o un completo anormal que creo que recordad que se llamaba Punisher nosequé), de mierda que viene a tratar lo mismo que estos youtubers. Todos son, por supuesto, pro Snyder, anti Ryan Johnson, anti James Gunn desde que se pasó a DC e imbecilidades así. La popularidad de este tipo de tóxicos es tal que hasta Greta Gerwing y Noah Baumbach hicieron un chiste sobre lo chungo de los del Release the Snyder Cut (parte también esencial de este movimiento, lo cual no es de extrañar sabiendo lo fan de Ayn Rand que es el director) en “Barbie”, la peli que le hizo que todos estos mierdecillas se metieran durante unas semanas por el culo su eslógan de “Métete a woke y arruínate”. Por supuesto, estas ignotas páginas de Facebook se gastan el dinero en promocionar sus estupideces con el doble objetivo de conseguir comentarios, que es algo que le gusta a Facebook, y de expandir su mierda.

¿Y para qué sirve toda esta parrafada con menos chistes de lo habitual y, extrañamente, ninguno de caca? Pues para que estéis vigilantes cuando os aparezcan recomendadas estas mierdas. Igual, bajo la apariencia de análisis cinematográfico, os estáis comiendo varias medias verdades y falsas interpretaciones que os pueden convencer o cabrear, pero que al final se refieren sólo a un grupo muy limitado de mala gente. Mala gente que, antes de anunciar un aparentemente razonado comentario sobre por qué Disney Plus es un desastre (porque no sé si sabéis que para ellos son esa megacorporación es mal definitivo no por joder a creativos, sino simplemente porque el antiguo CEO se enfrentó con Ron De Santis, un auténtico loco casi peor que Trump), te mete una promoción de productos de una editorial nazi diciendo que son ‘libros disidentes’. Me extraña que no diga “defensores de la libertad” o algún miguelangelrodriguismo así.

Resumiendo: cuidadín. Y disfrutad más de vuestros frikismos. No comentéis en vídeos sobre odio. Amad lo que amáis y pasad de lo que no os gusta. Y sed felices.

Vota esta publicación

¡Haz click en una estrella para puntuarla!

Puntuación media 4.8 / 5. Recuento de votos: 177

No hay votos hasta ahora! Sé el primero en calificar esta publicación.