La vida no tiene sentido. Calma: no os tiréis de los pelos, ni os tiréis de puentes ni os tiréis al amigo feo que huele raro porque total, qué más da todo. Como diría un mandaloriano, This is the way, que vendría a traducirse en andaluz como “Ehto éh azí, illo”. Luego cada cual ya va abrazando motivos para levantarse cada día, creándose así los grupos identitarios, que son como clases de D&D, pero sin que en la vida haya un dragón con sobrepeso intentando aplastarte si no tiras al menos 15 de evasión.
Algunos miran a las religiones, el fandom definitivo. Otros al fútbol. A Zack Snyder. A Ayn Rand (que viene a ser lo mismo que el anterior, pero más fea). A su músico favorito. Su tribu urbana. Su lucha social del día. Lo que sea para buscar sentido donde sólo hay definitivos los hechos de que a) todos vamos a morir y b) quizá sea pronto si comes la ensaladilla rusa del chiringuito ese. Es habitual que los que se van ubicando en cada una de estas casillas empiecen a sentir un sentido de pertenencia que les genera automáticamente rechazo a todo lo que no sea de su fandom. ¿Que tú dices que hay varios dioses? Te cabreas. ¿Que tú eres de Marvel? ¡DC es lo mejor porque es serio! Incluso se vigila por la pureza y que nadie pueda mancillar tu raison d’être: Sí, os miro a vosotros, los punks/rockers que os quejáis de que haya gente con camisetas de Los Ramones sin haberlos escuchado: ¿Qué más cojones da si al final todos los discos son iguales? Páralos en la calle, ponles una y ved cómo huyen aterrados de ese señor loco en el que te has convertido. Pero al menos ya habrán escuchado “I Wanna Be Sedated”.
Haciendo amigos.
Por supuesto, el final boss de todo esto de buscar identidades para dar sentido a la existencia no son las artes. Los primeros siempre serán ese sinsentido que son las religiones, que tienen en sus credos más agujeros que una trama de Dan Brown, pero que llevan años de mercadotecnia haciendo juegos de manos para taparlos con una habilidad que Juan Tamarit necesitaría una orquesta virtual para culminar el truco en vez de un violín. Pero actualmente se ha potenciado mucho todo lo identitario aprovechando que hay cada vez más ateo suelto por el mundo con más tiempo libre que le deja el no ir a misa ni rezar el rosario. O, cuanto menos, religiosos light, también conocidos como ‘no observantes’ excepto cuando van por la calle en verano y no pueden evitar que se les vaya la vista hacia cuerpos esculpidos de suecaaaaaas y suecooooos.
¿Borro este juego de palabras tan, tan malo o lo dejo porque, en el fondo, yo sólo le doy sentido a mi vida diciendo tonterías? Espera, que saco la carta del tarot:

Lo identitario nos está dando espectáculos realmente dantescos desde un punto de vista racional: nacionalismos, racismo, la francamente lamentable guerra entre terfs y proqueers (Haciendo Amigos Part 2: Hostia incoming), ecologistas en contra de avances técnicos que ayudan a mitigar el hambre… Todo orquestado por parte de los poderosos para olvidar lo único que importa: la lucha de clases orientada a que toda la humanidad tenga sus necesidades básicas cubiertas y no haya una élite que roba todo. Los ricos de verdad son como los generales en esa mítica escena de ‘La Última Noche de Boris Grushenko’ de Woody Allen (¡Paco cancelado!) en la que el prota se sube a la colina con los mandos y, tras decir que ‘La batalla se ve muy diferente desde aquí’, se ve un subjetivo con sólo borregos chocando en el campo. Vamos, los ricos descojonados mientras ven que evangélicos pobres se pegan con católicos moderados porque no quieren eliminar a los gays, los independentistas con los de la bandera del pollo o lo que sea que decida Antena 3 que hay que tratar ese día.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el artículo? ¡Me ofende que dudéis! ¡Muy poco! ¿O no conocéis ya Vicisitud y Sordidez?
Yo sólo quería hablar de lo que un amigo mío que un buen día no le vio sentido a su vida (absurdo: fabricaba la mejor cerveza tostada que he tomado nunca) denominó como “Exhibición pública del credo” cuando me vio con alguna de mis camisetas nerdas. Esto es, de esos complementos que llevas en parte porque te gustan, pero sobre todo para reafirmar tu identidad en este mundo (algo que ver con los anteriores párrafos sí que tiene la cosa al final). Son esos objetos que, nada más verlos en una persona, sabes automáticamente qué tipo de ente es. Por ejemplo, si alguien lleva una camiseta de Los Ramones y está eminentemente follable, rápidamente te das cuenta de que está eminentemente follable.
Mal ejemplo.
Vamos con otros mejores:
1.- Pulsera de banderita
El complemento por antonomasia en el club de campo en el que quiere entrar tu cuñado cuando de el pelotazo con las crypto.
Lo que crees que dice de ti: Yo amo a mi país y no me avergüenzo de ello. Ya está bien de esconder el amor a la bandera y a la patria. La leyenda negra corroe el orgullo nacional.
Lo que realmente dice de ti: Gente de ultraderechas: queredme. Acogedme en vuestro peludo seno de legionario. El mundo sería mejor con una buena limpieza étnica. Si trabajas de cara al público, te voy a hacer tu existencia imposible. No pago horas extra ni exijo cobrarlas.
Alternativa con más puntos de estilo: Bandana con la bandera. No sólo así se ve mejor que exudas fascismo, sino que además estarás más cerca de ese dios entre onvres que es Bertín Osborne.

2.- Complementos con el oso de Tous
El mayor insulto a los fans de los ositos antropomórficos y las Sylvanian Families que se haya podido perpetrar jamás.
Lo que crees que dice de ti: Soy elegante, pero con un punto cuqui e infantil. Llevo complementos de calidad que harán que mis amigas me miren bien. Quiero trepar en la escala social: con suerte, pasaré de asalariada a asalariada que se cree clase media.
Lo que realmente dice de ti: Soy wannabe pija. Asesinaría a ositos de peluche si eso fuera deporte. Tengo menos alma que la mirada perdida del puto oso esquemático ese. En mi cerebro hay eco.
Alternativa con más puntos de estilo: Comprar el bolso de Tous, pero sustituir esa abominación del mal diseño por un osito Paddington de medio metro. Así seguirás intentando parecer pija porque puedes decir que en vez de en Aliexpress lo compraste en un viaje a Londres, pero al menos es cuqui de verdad.
3.- Traje con corbata caro
Si Superman lleva los calzones por fuera para recordar el inicio del concepto de superhéroe en los forzudos de circo, el portador de traje corbata caro lo hace para recordar a todo el mundo que ÉL es mejor.
Lo que crees que dice de ti: Soy elegante. Con este vestido impongo respeto y se me toma en serio. Hoy follo. Como ayer.
Lo que realmente dice de ti: Cuidado conmigo, porque te voy a estafar a la primera de cambio. Odio a todo el mundo que no tenga dinero. No me tengas respeto: tenme miedo. Hoy follo. Como ayer: Pagando.
Alternativa con más puntos de estilo: Traje caro, pero corbata de ositos. ESO LES CONFUNDIRÁ.
4.- Traje con corbata barato
Como el uniforme del colegio privado, pero para que tu jefe te deshumanice un poco más.
Lo que crees que dice de ti si te da igual o no te gusta: Al menos voy elegante. Y si eso lo puedo amortizar en bodas, bautizos y comuniones. Si voy. Por favor, no me invitéis a esas mierdas. Quiero estar en mi casa en calzones y camiseta comiendo triskies.
Lo que crees que dice ti si te gusta: Quiero ser uno de los de arriba. Algún día me aceptarán. Soy un hombre hecho a mí mismo. Un emprendedor como Shackleton.
Lo que realmente dice de ti: Soy esclavo del patrón. En las reuniones se ríen de mí. Si pudieran, los ricos se mearían encima mía y me pedirían que les diera las gracias, porque saben que lo haré dado que tengo que pagar la hipoteca. Soy un emprendedor como Robert Falcon Scott.
Alternativa con más puntos de estilo: Ir con traje pero con falda escocesa. Que en la calle estarás al día siguiente, pero ¿y la risa?
5.- Extensiones de uñas
Porque Telecinco ha sido durante años una fuerza de gran influencia en nuestra sociedad y en el auge del fascismo. Esto parece que no tiene nada que ver con lo de las uñas. PARECE.
Lo que crees que dice de ti: Hago mi propia moda, jo tía. Soy un verso libre como cualquiera de Bad Bunny rapeando sobre la realidad social del barrio. Soy la reina.
Lo que realmente dice de ti: He estado a punto de saltarle el ojo a un bebé y me hago daño haciéndome pajas. No me preguntes sobre Quevedo, que te hablo del cantante. No me preguntes sobre filosofía, que te hablo de Sofia Suescun. Mejor no me preguntes, no sea que nuestros horóscopos no sean compatibles.
Alternativa con más puntos de estilo: Si te las pones tan largas como Lo Pan pero te pintas además encima a Ana Obregón con su hijonieto, quizá puedas encabezar la cabalgata del orgullo drag. Y la de mi corazón.
6.- Orejas de furry
Pequeño complemento que te hace parecer una gatita con el que nadie en su sano juicio saldría a la calle. A no ser que estés en Japón, claro. Japón es raro.
Lo que crees que dice de ti: Soy mimosa. Me gusta el manga, las puestas de sol y que me acaricien el lomo.
Lo que realmente dice de ti: Tenme miedo. Bandera Roja. No bañarse. Marejada mental importante.
Alternativa con más puntos de estilo: Te pones el traje entero del furro del final de ‘El Resplandor’ y así puedes salir en Halloween a coger caramelos.

NOTA IMPORTANTE DE PACO: Hay gente que se mete con haber importado la tradición esa de EEUU. Son los mismos que no se indignan por haber importado también el neoliberalismo salvaje y las privatizaciones a mansalva. Son gente que no entiende que cualquier excusa es buena para divertirse. En resumidas cuentas, son malos mediterráneos.
7.- El porta móvil sumergible
El hermano de los 2020 de la riñonera y el tubo para las monedas de los 80. Esto es, de los complementos más BELLOS creados por el ser humano.
Lo que crees que dice de ti: Soy una persona práctica. Es importante tener el móvil cerca para emergencias y, si voy a la playa, así lo protejo. Soy inteligente.
Lo que realmente dice de ti: Soy una persona práctica a la que se la sopla la moda. Si me separo de mi teléfono cinco minutos me dan sudores fríos. Probablemente vaya a un chiringuito a tomar rebujito y salmorejo aguado.
Alternativa con más puntos de estilo: Acorta el cordón y póntelo de bandana. Con la pantalla encendida con vídeos de furros. Así tendrás protegido el móvil Eppo al que se le está fundiendo la batería al sol, el resto de los playeros huirán acojonados y tendrás más espacio para poner tu sombrilla. Cuidado, eso sí, con que te explote y te reviente el cráneo. O no: así más espectáculo todavía. AREN’T YOU ENTERTAINED!?
8.- Chalecos de fotógrafo (si no estás currando de fotógrafo)
De aquella vez que ibais a ir a la India y, además de fortasec, compraste un cinturón con cremallera para el dinero y, ya que estabas en Coronel Tapioca, el chaleco para parecer más aventurero.
Lo que crees que dice de ti: Soy una persona práctica. Tengo algo que me sirve para el día a día y para ir de viaje, con muchos bolsillos para meter lo necesario: móvil, cartera, bolsa de marihuana y preservativo caducado.
Lo que realmente dice de ti: Estoy pasando calor en el tronco o frío en los brazos. Esta prenda no tiene sentido, como tampoco mi existencia. Al llevármelo a la India me pusieron un diana de TURISTA en la espalda y me atracaron tres veces. Dos de ellas en una tienda en la que me cobraron cinco veces más.
Alternativa con más puntos de estilo: Lleva un gorro de explorador y preséntate así en la oficina. No sirve para nada, pero si te vistes de mamarracho, al menos haz el cosplay completo.
9.- Ropa de Desigual
Cuando el diseño es “lo que sea que haya vomitado un payaso”.
Lo que crees que dice de ti: Soy joven de espíritu. La moda para mí es destacar, pero con alegría. Mis tarjetas de regalo siempre son de Mr Wonderful.
Lo que realmente dice de ti: Soy profesoras de inglés. Voy de hippy, paz amor y pachamama pero luego me gasto quinientos lerus en un bolso que provoca daltonismo y principio de ceguera. Antes iba de Benetton. He considerado la gestación subrogada usando el sémen de un chamán.
Alternativa con más puntos de estilo: Ponte nariz roja y habla sólo con la ché. Si llevas además un diábolo al claustro de profesores, me caso contigo.
10.- Uña de meñique larga
Eso que llevaban nuestros abuelos y, aterrado, no querías preguntarle por qué.
Lo que crees que dice de ti: Te da absolutamente igual. La llevas y punto.
Lo que realmente dice de ti: Te sacas el cerumen en público. Tengo más pelo en las orejas que en la cabeza. Saludo a la gente diciendo “¡EEEEEJEEE!”.
Alternativa con más puntos de estilo: Ponte el resto de uñas postizas con Ana Obregón pintadas y únete a la drag race senior edition con la del punto 5.
11.- Tatuaje de cuelloparriba
Esos que te cortan el rollo cuando estás viendo PornHub. Sólo superado por las telas de araña en las tetas.

Lo que crees que dice de ti: Los tatus son mi vida. Mi cuerpo es un lienzo y mi brazo y barriga se me han quedado cortos. Soy una obra de arte andante.
Lo que realmente dice de ti: No voy a conseguir trabajo decente en la vida.
Alternativa con más puntos de estilo: Si el tatuaje es el de una soga en el cuello y te pones de gótico, igual te contrata Rob Zombie para una peli.
12.- Ropa de montaña para turistas
Los conocéis. Esos que van de fosforito por la Plaza de España de Sevilla y llevan palos de caminar como si estuvieran en medio de los Pirineos. Con chaleco de fotógrafo opcional a 40 grados en verano.
Lo que crees que dice de ti: Si hago turismo, me gusta ir cómodo y preparado para todo. Y que le den a los demás.
Lo que realmente dice de ti: Por favor, robadme, que soy turista. ¿Os he dicho que soy turista? Porque soy turista. Tengo calor. Me sudan los pies con estas botas. Un obrero me ha confundido con su compañero con chaleco reflectante y me ha puesto ojitos.
Alternativa con más puntos de estilo: Ve en patinete eléctrico, pero con la vara de andar en la mano y ponte a hacer como que remas en una góndola. Que no servirá para nada, pero con suerte alguien grabará con el móvil la hostia y así todos podremos disfrutar de tus vacaciones.
13.- Auriculares de DJ por la calle
Esa gente que va con auriculares tamaño orejeras de elefante por la ciudad.

Lo que crees que dice de ti: Soy un melómano, pero lo que es más importante: un melómano audiófilo. Que camine por la calle con ruidos de obras y sirenas de ambulancias no va a entorpecer mi apreciación de los sutiles bajos y frecuencias al límite de este tema de Dubstep.
Lo que realmente dice de ti: Quiero que todo el mundo sepa que mi sueño es ser DJ. Soy el que pone la música horrible en las fiesSe corta tu hilo de pensamiento porque te ha atropellado el tranvía porque no enteraste de que se acercaba.
Alternativa con más puntos de estilo: Ya que llevas cascos que ni Robocop, ponte la armadura completa. Así te proteges de posibles choques.
14.- Camiseta de Superman, pero con la cara de Nicolas Cage
Eso existe y la llevo puesta mientras escribo este artículo.
Lo que crees que dice de ti: Jajaja: soy un freak. Pero un freak que sabe mucho de cine, porque es una referencia muy oscura a una peli que no se hizo. Admiradme, que sé de cine popular más que nadie.
Lo que realmente dice de ti: Tienes problemas mentales obvios. Eres de los que se ríe al ver el tráiler de ‘Renfield’ cuando sale Cage sólo para hacer ver al resto del cine que has pillado que eso tiene que ser gracioso per se. No vas a follar en la vida. EN. LA. VIDA.
Alternativa con más puntos de estilo: Ponte la capa de Superman directamente. Qué más da. De perdidos al río. Al río Guadalquivir saltando del puente de Triana.