Mi canción favorita del año

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4.5
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Sí: otro post de música. En realidad, esto iba a ser un texto de colaborador sobre la vida en las empresas, pero la verdad es que me he acojonado un poco al nivel de un niño de diez años en un congreso de pederastas.

De los que a lo mejor se celebran aquí. A lo mejor. Que no lo digo yo. Que quizá.

Y no por lo de ofender a gente, como ha quedado patente hace un párrafo. Más bien porque más de uno podría haber interpretado que estaba escrito por mí. Por ‘más de uno’ quiero decir cualquiera de mis mil trescientos jefes (por ahí iba el texto, dicho sea de paso), algunos de los cuales me siguen por redes, actos sociales y declamaciones airadas a gritos en plena oficina mientras llevo un traje de mujer.

Cosas que HAN PASADO en mi curro

No sería la primera vez que alguien lee algo de otro de los autores de ente bloj y me llegan a mí las alabanzas y los paquetes con ántrax.

Y precisamente de metal voy a hablar brevemente en esta actualización. Bueno: de Anthrax no. Pero ya sabéis que nunca he sido muy bueno con las transiciones literarias. Mi cerebro está demasiado machacado de tanto ver películas candidatas a la CutreCon de este año y ya empieza a tener secuelas. Voy a comentaros brevemente la que es sin duda alguna mi canción favorita del año… que es de un grupo de metal. De metal progresivo, claro. Porque ya sabéis que el objetivo de todo lo que hacemos en V&S es compartir el HAMOR. Somos los flower power de Blogger. Los meretrizos vocacionales de la red. O, en palabras de mi madre, los que pierden el tiempo escribiendo en lugar de poner de una vez la estantería esa.

El grupo en cuestión es A Perfect Circle.

No me gustan y nunca me han gustado.

Pero, claro hay algo importante que señalar: A Perfect Circle es un supergrupo de heavy que surge en parte de los muy alabados Tool.

Esos tampoco me gustan nada. Pero nada. Nivel “Prefiero ver la última de Médem antes de ponerme otra vez Lateralus”. Algo que dejé claro en el último programa del podcast ‘Progcastinators’ que hago con Natalia Van Humbeeck y otro señor que habrá hecho un puñado de películas y que sabe mucho de cine y música, pero que no se apellida VAN HUMBEECK, por lo que todo lo que diga es irrelevante.

Sin embargo, ese onvre, Norberto Ramos, ayer publicó en su Facebook (hay gente que todavía usa esa red y podría echarme un discurso vestido con traje de mujer sobre por qué esa mierda de sitio es la mejor red social, pero no es el momento ni el lu… EN FACEBOOK se pueden elaborar pensamientos complejos. Se puede discutir con elocuencia y lo que comparte la gente te puede enriquecer si controlas bien a quién aceptas. Twat-ter es un campo de trincheras que hace que la Batalla de Somme parezca una yincana. Instagram sólo va de egolatría y de venderse para, sí: follar. Y Google+ es un chiste más lamentable que todas las casetes de Jaimito Borromeo. Con Facebook yéndose a la mierda (por su culpa, claro, que son unos cabroncetes), nos queda, o bien cabrearnos en twitter, o bien no aportar nada interesante en Instragram. Yo cerraría todo si no fuera porque el puto Google+ se cargó reader y necesito las RRSS para que la gente lea mis cosas. Que en el fondo es un poco egol… AQUÍ PACO: ya se me ha pasado el cabreo. Volvemos al hamor:

Lo que publicó Norberto fue el nuevo vídeo del cuarto single del disco de retorno de A Perfect Circle, una gente que se toma su tiempo entre LP y LP. Tal canción se dio a conocer en abril y estamos en noviembre, por lo que queda claro que los miembros del grupo son todos canarios, porque lo que se dice prisa no suelen tener.

Voy a aprovechar a que los canarios lectores todavía tardarán un tiempo en ofenderse por el anterior comentario (ellos al menos sólo van con una hora de retraso: los andaluces, según Isabel García Tejerina, vamos con dos años) para seguir:

El single se llama ‘So Long, And Thanks For All The Fish’ y sólo eso la cualifica como candidata a mejor tema del año junto a ‘La Gente es Imbécil’ de El Reno Renardo. Sí: sé que no es el título más sutil de la banda, pero estamos en una era en la que los matices, los guiños y los subtextos no son suficientes para luchar contra la ola de imbecilidad que nos rodea y que se hace presa de todos nosotros.

Algunos frikardos de callo viejo (como metáfora y como realidad, que el frikerío sigue siendo una empresa de soledad) habrán averiguado que A Perfect Circle hace referencia al inicio de ‘La Guia del Autoestopista Galáctico’, posiblemente el mejor libro de humor jamás escrito junto con media obra de Terry Pratchett y “Viking” de Fabio.

Se preguntaba qué era más dañino – las bebidas alcohólicas con las que sus guerreros se intoxicaban libremente, o la dieta tan rica en grasa y colesterol que los Vikingos consumían diariamente

En la novela de Douglas Adams, se revela que los delfines son los seres más inteligentes de la tierra y, cuando se dan cuenta de que el planeta está condenado a la destrucción para abrir paso a una autovía galáctica, se largan volando. Y con tal imagen empieza el vídeo:

 

Sí: parece la intro de “Fallout 5: Ahora con Más Prog y Sado”. Pero a mí lo que me ha hecho pensar es en ‘Black Hole Sun’ de Soundgarden. Pero no nos adelantemos.

La canción me llamó la atención cuando posiblemente Natalia o quizá nuestro ex colaborador Milgrom la compartió en abril. Que yo soy de darle al play a las músicas que ponéis en redes, no sea que me pierda algo interesante. Feck: si me he escuchado el disco entero de Rosalía. Aunque eso ha sido para poder vivir en sociedad, porque hoy en día es más importante tener una opinión sobre esa señora que sobre el conflicto palestino.

For the record: Sobre lo segundo no tengo una opinión clara, porque es la hostia de complejo y, sobre lo primero, me quedo con el concepto de sacar un disco en el que el mundo se ilumina por la luz que sale del potorrins de la cantante. Eso lo aplaudo mucho más que usar palmas para hacer ritmo de trap o que las influencias flamencas por una vez en este tipo de cosas no den vergüenza pero, de verdad, los que os corréis con la supuesta complejidad de este disco conceptual (BRAVO), no escuchéis a Triana o Mezquita, que os puede reventar un testículo de la emoción.

Por el poder de mi arbusto, ¡YO TENGO EL PODER!

Pero a lo que iba. Que esto da más vueltas que el Guadiana o un programa de Tiempo de Culto con dos cervezas de más. O sin cervezas. ‘Hasta luego y gracias por el pescado’ me pareció, a eso de la segunda escucha, la mejor canción nueva de pop rock que había escuchado en lustros. Mi comentario fue que si algo tan pegadizo, inteligente, bien construido y al mismo tiempo accesible no se convertía en hit single, el rock estaba muerto.

Obviamente no pasó, porque el rock está muerto. No creo que ni el fandom nuevo de Queen gracias a ‘Bohemian Rhapsody’ levante un género moribundo. Feck: si es que ya casi ni se venden guitarras eléctricas. Lo cual no quita que siga pensando que en este tema hay jrandeza más allá de guiñar a Adams.

Que no sólo es que sea pegadiza y esté cantada con todo el arte. No sólo alabo sus arreglos de cuerda que la levantan a eso de la entrada del puente y sus originales riffs. Es que defiendo que es LA canción sobre esta situación espantosa a nivel mundial que vivimos. Es el tema definitivo sobre los 2010 que nos ha conducido a un punto en el que muchos vemos que nos vamos al carajo de culo y cuesta abajo (¡pareado intencionado y no me arrepiento de ello!)

Black Hole Sun’ reflejaba en su vídeo muy bien lo que más o menos venía a pintar Nirvana en la letra de ‘Smells Like a Teen Spirit’ capturando el espíritu de su época: una era en la que nos dábamos cuenta de que el sueño capitalista suburbial estaba podrido por dentro. En realidad, retomaba básicamente conceptos adelantados en los 80 del célebre inicio de ‘Terciopelo Azul’ de David LynchamientopúblicoporlaterceradeTwinPeaks:

El sueño americano está podrido. Tal sueño es ahora mundial. Pero la cosa es diferente hoy en día. Mientras que la generación grunge (que viene a ser la mía, me guste o no) lo tomó como una invitación al nihilismo y a esperar a que todo se autodestruyera, incluyendo tú mismo, el mundo actual está perdido en la soma constante del entretenimiento, la lucha día a día por no caer en la desesperación, los conciertos que te hagan olvidar que casi no llegas a fin de mes con un sueldo de becario, el visionado del tirón de series que te anestesien por dios del hecho de que los acuerdos del clima están más muertos que las flores que te regalaron por tu cumpleaños en mayo, o los artículos o vídeos de internet sobre canciones chulas que hagan que te olvides de que la mayoría de los países más importantes están gobernados por fascistas avanzando hacia dictaduras.

Que nos vamos al carajo, claro. Pero nos vamos felices al carajo. Nos reímos y celebramos la vida mientras se acerca el apocalipsis.

Bravísimo, hip hip hurra
Qué gloriosa exhibición
Derrite nuestros alegres corazones
Bajo una nube de confeti en forma de hongo.

‘Al menos vivimos en tiempos interesantes y de las crisis surgen los cambios’ dirá alguno con positivismo y ganas de repetir lugares comunes. ‘Al menos no te voy a romper los dientes porque soy mucho más pequeño y canijo que tú”, diré yo.

Vicisitud y Sordidez: blog de optimismo y humor.

Estamos tirando confeti (aunque yo soy más de purpurina porque gaycidad) mientras intentamos olvidar el desastre social que vivimos a nivel mundial y al que no vemos solución. La canción nos cuenta con esa mezcla musical de alegría y melancolía que tanto me gusta que los ídolos de mi generación y las anteriores se han ido muriendo: David Bowie, Carrie Fisher, Gene Wilder… y porque la canción es americana, que si no hablarían de Chiquito. Joder: cuando palmen Stan Lee y Kirk Douglas, seguro que se abre el último sello del Apocalípsis.

El día a día duele, aunque lo pasamos como si estuviéramos en una cabalgata intentando sonreír porque si no estaríamos en un constante estado de depresión. Como en los 90 pero duchándonos más y sin tener que aguantar ‘Salvados por la Campana’. Aunque en esos tiempos oscuros en los que hasta el metal se fue a la mierda, Kelly Kapowski era mi principal bálsamo contra los males de la vida. Sí: tenía la cara de pan y estaba colgada de un gilipollas, pero me seguía poniendo. Y, en la gloriosa tradición de ver televisión para sentirnos superiores a los demás (ejercicio de ocio que explica la existencia de ‘Hombres Mujeres y Viceversa’, ‘Gran Hermano’ y ‘Ahora Caigo’), al menos yo no era Screech. Madre mía, qué fostiable era Screech.

La canción, eso sí, parece apuntar a un holocausto nuclear de manera literal, hermanándola con ‘La Huerta Átomica’ de Miguel Ríos. Lo cual, que quede claro, es bueno. Que no olvidemos que era un disco conceptual con el granadino cantando en inglés, Massiel, orgasmos y, por supuesto, ¡¡¡¡EL MEGACRISTO!!!

En este post no sale la Daddario, pero aprovecho para meter otra imagen igual de recurrente y estéticamente poderosa.

No creo que acabemos como se temía en los 50. Más bien son tiempos oscuros en los que seguiremos sonriendo con nuestras somas mientras vemos que el mundo se diluye poco a poco como zurullo en retrete inglés. Pero ello no quita que ‘So Long, And Thanks For All The Fish’ sea la mejor canción del año y, a lo mejor, la que mejor ha captado la presente década.

Ahora voy a mirar si las giras de las Spice Girls y los Bastriboys pasan por Madrid. Porque tenemos derecho a nublar nuestra mente con la droja de nuestra elección. Y la mía es la ELO y la sordidez desbocada en un radiante crescendo hacia el desastre.

Vicisitud y Sordidez: Humor.

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