Aquí Paco Fox: he estado de vacaciones haciendo lo que más me gusta: mear a la interperie y quitarme la camiseta. En este caso, en pleno Círculo Polar Ártico, porque lo de mi temperatura corporal es muy raro, preocupante y, por qué no decirlo, subnormal. Que, ahora que me he enterado que es un vocablo que puede hacer que te suspendan la cuenta de Twitter, la voy a usar mucho más. Mucho más que las diez veces al día habituales, quiero decir.
Pero aquí tenemos a Lady Di, a la que quizá recordéis por su post sobre vicisitudes festivaleras, colaborando con esta crónica de sus aventuras por ese lugar… esa tierra… esa Valencia.
Hola muchachitos, aquí una que acaba de volver de su periplo vacacional por las costas del Levante esppppppañol. Del caloret faller, vamos. Y como estoy depre por volver a la rutina os voy a contar mis vivencias durante estas dos semanas. Así que preparáos un vasito de agua de Valencia y vayamos entrando en situación:
Francisco, Valenciano de pro. Y con PELAZO.
Vale, si nos preguntan por Valencia lo primero que se nos viene a la mente son las paellas, petardos y playas superpobladas (además de las tramas de corrupción, pero esto no suele ser un blog político, aquí se habla más de VALORS). Pero Valencia es mucho más. Y mucho mejor.
¡Cómo no me va a fascinar una Comunidad Autónoma que tiene dos de los sitios más grandes que existen en el mundo!: Benidorm y Marina D’Or, ciudad de vacaciones ¿dígame?.
El mejor nombre de hotel EVER. En Benidorm, of course. |
Llevo toda la vida veraneando en Alicante y alrededores, así que el sentimiento de pertenencia que tengo a este sitio es demasiado fuerte. Quiero a la costa levantina como a un hijo deforme: con sus defectos y con sus virtudes. Algunos me llamaréis hortera (que lo soy), pero soy una hortera orgullosa. Aquí he visto este verano todas estas cosas:
Colchonetas gigantes. El año pasado se pusieron de moda las colchonetas de flamencos «gracias» a las influencers de Instagram. Bien, en las playas levantinas el tamaño SÍ importa, y si tienes suerte, puedes encontrarte con ESTO:
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Si me dejan subir una nevera con cervezas, me tienen hecha |
Como os podréis imaginar, esto no te dejan meterlo en el agua así a lo loco. Esto lo alquilas y hay un señor de bastante buen ver que va arrastrando esta aberración a lo largo de toda la orilla de la playa, donde sólo cubre un par de palmos el agua y donde puede hacer pesca de arrastre de todo lo que pille por medio: niños, matrimonios u otras colchonetas de un tamaño inferior. Ya sabéis, siempre hay un pez más grande. En este caso, un flamenco. La verdad es que viendo la foto otra vez me entra la duda de si es un flamenco o un cisne que se ha quemado, se le han caído todas las plumas y va en carne viva, vamos, como yo si no me pongo FPS 50+.
Mercado negro de Funkos en los paseos marítimos. Sí, los mercadillos tienen que actualizarse si quieren seguir haciendo negocio. Ya no basta con vender pulseritas, anillos o collares con una hoja de marihuana como colgante. Hay que ampliar horizontes empresariales, y el mundo de las figuras de acción es un target que da mucha pasta. Y gracias a esto te encuentras cosas así:
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Avengers: Age of CUTRON |
Pero ojo, que este pack se vendía a 20€. Y vaya que si se vendió: yo iba a por el Thor moreno que veis, al que bautizamos “gypsy-Thor”, y cuando fui a comprármelo al día siguiente de haber hecho esta foto este pack (porque soy así de triste) ya no estaba. Había uno mejor: con BATMAN. Ahí, con dos coj… Y si os fijáis en el cartón de la foto, también te puede tocar Superman. El crossover definitivo está aquí.
Señores de Funko si leen esto (que seguro que sí): Necesario que se cree el Cuerpo de Policía de Funkos (TM), just sayin’.
Invasión Fortnite. No sólo se saca negocio con los Funkos invent. Aprovechando la tirada de este MMO en el que he resultado ser algo más que nefasta (el estrés que me produce este juego roza los límites medidos por la medicina), nuestros tenderos de confianza colocan en una posición destacada entre su mercancía todo tipo de merchandising: camisetas, bolsos, gorras, riñoneras (LOVE), toallas… Me da pena que mis souvenirs preferidos con frases como «estuve en Cullera y me acordé de ti» impresas sobre un plato se releguen a un segundo puesto. A lo mejor me estoy haciendo vieja.
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Ya sabéis dónde encontrar camisetas de Fortnite |
Nombres de chiringuitos que son magia pura. Aquí poco os tengo que decir, una imagen vale más que mil palabras:
Ole, ole y ole |
En sitios como este además te pueden pasar varias experiencias religiosas: que pidas un mojito y te traiga una caipirinha, que llegues mientras suena música de los ’80 y de repente llegue el «DJ» y comience la sesión de bachata o que veas entre las hamacas apiladas alguna parejita (o trío) jugando al teto. Si no sabéis lo que es el teto, preguntad cuando salgáis por la noche. De nada.
Áreas de descanso donde puedes hacer una operación a corazón abierto. Si eres mínimamente escrupuloso olvídate de hacer pis en las áreas de descanso de la A-3 (carretera de Valencia, carretera del amor):
Además de la oferta gastronómica que te ofrecen estos oasis de carretera, como son los bocadillos de calamares recién pescados en Albacete, ensaladilla rusa de color verde o carajillos para poder continuar tu camino sintiéndote Ortega Cano, puedes encontrarte unos hongos que te llevarás puestos (¿ves? para que luego digas que no ligas) o paisajes de naturaleza muerta como este:
No pongo foto de la taza del váter porque no soy una desalmada |
Espectáculos en los garitos de playa y en el hotel. No por estar el último es menos importante. Tienes que permanecer atento y no dejarte llevar por la emoción de ver actuar a tu grupo/músico favorito en tu lugar de vacaciones. Probablemente se trate de una imitación. Y mala.
Casi cuela. Casi |
Además de los espectáculos musicales, la diosa fortuna puede sonreírte un poquito más y regalarte (bueno, regalarte no, tienes que pagar una pasta) la oportunidad de conocer a tus ídolos. Si trabajan en Telecinco, claro. No te van a traer a José Saramago, so zote.
Si esto no es cumplir un sueño, yo ya no sé qué queréis en esta vida |
Si lo que quieres es descansar en tus vacaciones, un consejito te doy: no vayas a un hotel. Vete a un apartamento (y líbrate de cocinar). A lo largo de todo el día van a deleitarte con aqua-gym, bingo a la hora de la siesta, discoteca para niños y, lo mejor de todo, el espectáculo nocturno. Cada noche la temática cambia: «La La Land», «Frozen», «Moulin Rouge» o «Fiesta 80’s». Si no encuentras el espectáculo que te va como anillo al dedo y gozas como este señor, es que estás muerto por dentro.
Os dejo, que creo que sigo con el bikini puesto y me lo tengo que quitar.
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