Introducing: el frikixplaining

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El mundo está lleno de buenas ideas que nacen con la promesa de cambiar la sociedad y se estrellan con la realidad cuando todavía no les has cambiado los pañales más de una vez. La fusión nuclear. Los Simpsons. La riñonera. UPyD. Cosas que se crearon con buenas intenciones y no tardaron mucho en ser abusadas como un efebo en una cárcel tailandesa o una Constitución en un parlamento fascista.

La primera vez que me explicó mi amiga Rocío lo que era “mansplaining” se encendieron a mi alrededor todo tipo de sirenas de alarma, una banda militar tocando retirada y una bomba atómica que da origen a entes que acaban poseyendo a Laura Palmer. Entendí muy muy rápido que describía una realidad existente y denunciable. Pero también tardé aproximadamente el tiempo de dos sorbos de té matcha con leche de soja (SIENTO TANTO SER COMO SOY) para concluir que, como había nacido, iba a ser usado como una especie de ley de Godwin para zanjar cualquier debate. Como las palabras ‘facha’ cuando intentas hablar con tu amigo independentista, ‘fe’ cuando conversas de religión o ‘Jar Jar’ cuando intentas debatir los méritos de las precuelas de Star Wars.

Pero esto no va del mansplaining. Los temas de feminismo son algo que no pienso tocar en este blog por mucho que me lo pidan mis amigas. Porque ya llevo con alegría que me llamen facha y rojo (a veces el mismo día) en internet por ser antinacionalista y de izquierdas (o sea: la única opción lógica posible). No me hace falta que me empiecen a decir ‘¡machista!’ o ‘¡aliado!’ si toco según qué conceptos.

No. Esto va de una simple anécdota. Tres párrafos de introducción para volver a hablar de algo que me ha pasado relacionado, como no, con ‘CineBasura: La peli’. Sí: sé que puedo resultar pesado con el temita, pero ha sido un proyecto al que Miguel Ángel y yo le hemos dedicado tres años de nuestra vida… para 90 minutillos de nada. Hacer cine es duro, desagradecido y ni siquiera te escupe en el ojal antes de penetrarte violentamente ni te llama al día siguiente para ver qué tal te va.

Resulta que con las críticas en foros a la peli he descubierto el concepto del frikixplaining a nivel dios. Yo ya era consciente de que los frikis somos muy dados a tomar la palabra y disertarles condescendientemente a pobres desgraciados sobre lo poco que saben de Dario Argento, la Edad de Oro del software español o los tipos de prácticas sexuales favoritas de los clientes de Pornohub, incluyendo la relevancia en la distribución y producción de porno de la escena de Pickle Rick de la parodia porno de Rick y Morty (sí: el pepinillo va donde piensas que va a ir)

Los mejores 25 minutos del audiovisual de 2017. Hasta el porno lo sabe.

Los frikis podemos ser muy pesados. Somos el equivalente en cultura popular a toda la discografía de Billy Joel: condescendientes. Y como ya he dicho alguna vez aquí, me enorgullezco de tener un discurso sobre lo chuleta de las letras de Billy Joel, lo cual explica por qué moriré sin volver a follar.

Pero el otro día me encontré con el maestro. No sólo por marcarse un frikixplaining de lujo. No sólo porque me lo hizo a mí. Es porque me hizo plantearme cuestiones de profundo calado filosófico.

Pasemos a los pantallazos. Porque no hay enlace: el señor borró la respuesta que me hizo. Pero fui rápido con el Imp Pant (¿Impertérrita Pantoja?) y por eso puedo hacer este post. El caso es que andaba yo metiéndome por todas las webs de pirateo. No por denunciarlas, válgame dios. Ya sé que es inútil. Excepto en el caso de Youtube. Eso lo denuncio TODO y amenazo con mandar cabezas de caballo a las casas de los que suban la peli. Bueno, quizá caballos no, que me saldría caro. Dejémoslo en cabezas de conejo. No que me da penica. ¿Cabezas de hormigas? ¿Un brócoli cortado? Bueno, vale: un zurullo en un tupperware. Si me subís la peli a YouTube os espera un ñordo de día de Taco Bell. Avisados quedáis.

Pues me metía por esas páginas poniendo la máxima puntuación a la peli. Hasta que llegué a una que estaba bastante mejor organizada. Yo hace tiempo que no pirateo excepto películas viejas y cutres en la mula, y casi siempre de Yulifero. Luego me han comentado que la web en cuestión es bastante popular. Lo bueno es que tenía foro de comentarios muy sencillo de acceso. Sin registro ni nada. Había algún comentario laudatorio y alguno de gente despistada diciendo que esto era peor que una de Julián Lara. Lo esperable. Incluso éste que me fascinó:

Pero no pensaba responder a ninguno. Estaba en modo lurker. Hasta que vi esto:

Me gusta que diga la palabra “excremento”, aunque yo sea más de “cagarro”. Pero, como parecía estar un poco informado y en el fondo no me puedo aguantar los impulsos de corregir a la gente, decidí aclararle las cosas. Por supuesto, escondido bajo seudónimo homenaje a Forges:

Una respuesta normalita. No está basado en un videoblog y sospechaba que confundía a Aijón con Miguel Ángel Viruete (cosa que está pasando mucho). No esperaba respuesta. Pero ahí llegó… ¡EL FRIKIXPLAINING NIVEL USTED NO SABE CON QUIÉN ESTÁ HABLANDO!

¡Cristo cósmico! ¡No me conozco a mí mismo! Se abre todo un mundo de posibilidades filosóficas como las que se le plantearon a Van Morrison cuando un amigo mío le dijo “Yo sé más de ti que tú mismo” (true story). Lo mejor de todo es que, con mi comentario sabihondo también un tanto frikixplainer, quedaba claro que yo era… un frikihatermolón. A ver: friki, sí. Hater, no. Molón, menos todavía.

Entré en estado de introspección máxima y me pregunté sobre mi conocimiento de mi propia obra tras más de once años haciendo chorradas en internet. Cierto es que me contesté con un detalle importante: yo mismo nunca me acuerdo de cosas que he escrito. Feck: repasando una vez el blog di con un artículo viejo que no recordaba si era mío o de Vicisitud. Éste último no ha parado en todos estos años de soltarme frases que me hacen gracia. Cuando le digo “eso parece que lo haya escrito yo”, no es inusual que me responda: “¡Porque lo escribiste tú!”. En mi pasado viaje a Sitges, Carlos Palencia me dijo:

Eso es la máxima de “El frikismo será lo que acabe con el frikismo”
Qué razón tienes, Oso
– ¡Pero si eso lo dijiste tú!
– ¿En serio?

Soy una de esas personas pesadas que usan la muletilla “A ver…”. De hecho, en la misma película aparecía tantas veces que Vicisitud cortó varias en la edición. Tras cualquier “A ver…” siempre viene un discurso que ríete tú de Fidel Castro. En mi curro mis ayudantes lo llaman “Ya está éste haciendo Pacoxplaining” (ese es el respeto a su superior jerárquico, que no mental). Pues bien: me ganaron en el frikixplaining. Esta respuesta me dejó tan descojonado que fui incapaz de responder.

De todas maneras, el comentarista borró ese mensaje un día después. ¿Se enteraría de la verdad cuando le comenté la anécdota a amigos? No lo sé. Sólo tengo clara una cosa: su respuesta podía estar equivocada, pero la seguridad y virulencia con la que la expuso lo convirtió en el rey definitivo del frikixplaining. Y por eso, y porque usó un sinónimo de caca para hablar de la peli (y ya sabéis que eso siempre me ha hecho gracia), tiene todo mi respeto.

By the way: si queréis, compartid esta escena de la peli que hemos sacado de promoción por aquello de tener un chiste sobre Cataluña:

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