Post fresquito veraniego: Las mejores versiones de ABBA (Parte 1)

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Todos lo pensáis, ¿verdad? No, no tenéis por
qué negarlo ahora. Tantos cachondeos con ABBA, tanto salir de puntillas aquí y
allá. Detallitos sin importancia en un par de post, pero suficientes para
generar la pregunta que os ronda la cabeza, en busca de una auténtica y sórdida
respuesta que aplaque vuestra malsana curiosidad.

¿Por qué a veces soy así de flipada?
¡Ay, no calla, que era la otra!
¿Por qué no escribes ningún post sobre ABBA?
Bueno, pues aquí tenéis vuestra ansiada
respuesta. Como sordidetes que sois, ya sabéis que ABBA puede y debe ocupar un
rincón en vuestro corazoncito porque… bueno, porque son la leche en vinagre,
principalmente.
Como este post no va de su historia (para eso
sí que necesitaría un post ÉPICO de los buenos), nos centraremos en cosas
divertidas y que siempre son pozo de contento y mina de pasatiempos: las
versiones.
Al ser ABBA un súper grupo que mueve
dimensiones con el orto y destruye la capa de ozono con su laca, es lógico que
muchos artistas hayan intentado tocar el borde de sus vestiduras de lentejuelas
con el glande. Lo que suele ocurrir cuando se intenta llegar a semejantes cotas
de grandeza, es que a veces te acercas al original, y otras… también, pero por
otro orificio. Por eso las versiones pueden ser de muchos tipos, pero todas dan
placer.
Are you ready?
Pasemos ahora a comentar un puñado de
versiones que, desde luego, no son todas las que están. En esta entrega nos
centraremos en los más famosos chingles.
¡Disfrutemos de ABBA y de los que quisieron homenajearlos como merecen!
Dancing Queen
La canción favorita de Frida, el temazo que
hizo a ABBA número 1 en las listas de éxito de Estados Unidos. Sin embargo, el
dato que aporta calidad a la canción es que ABBA fue el único grupo pop
invitado a una gala musical para celebrar la boda del rey Carlos Gustavo y
Silvia Sommerlath, y ¿qué lugar mejor para presentar tu último chigle que lo está petando? Lo malo fue
que la prensa monárquica de la época los puso a caer de un burro por el tema y
el título de la canción elegida. Sí, amigos, Dancing Queen es una canción
perfecta para lo que sea, incluso para trolear a la realeza.
 Finalmente, los suecos se desdijeron de semejante
troleo; incluso Frida se hizo súper amiga de la

muerte de la reina de Suecia,
con la que se ha ido a esquiar más de una vez. ¡Pero no desesperéis! A pesar de
que este tema tiene versiones para parar un carro (la de Glow para ABBA Metal
es muy buena), me decanto por la de Beat Crusaders, que aporta gamberrismo y
cachondeo del bueno.

Take a chance on me
Uno de los mayores temas de ese peaso de disco que es The Album. Cómo
será de buena la cosa que se llama EL disco. Junto con The visitors, es sin
duda lo mejorcito y más redondo del grupo. Además, el videoclip es de los más
icónicos de su carrera, y anda que no ha habido cachondeo con la pantalla
dividida en cuatro y los cantantes mirando arriba y abajo como si fueran la
tribu de los Brady.
 Esta es otra canción que siempre
se ha versionado mucho, pero yo me quedo con dos versiones antagónicas que
tienen mucho valor.
Los horóscopos de Durango recrean
el tema de ABBA con una sutileza que raya en lo etéreo. No hay más que escuchar
esa especie de chunda chunda midi que llevan de fondo, y la ingenuidad de la
letra en versos como “Aquí voy a estar lista para ti. Solo piensa en mí”, o “Si tú quieres, pruébame”, hacen este temazo sideral digno de ser
interpretado en los mejores salones de baile de la aristocracia británica o en
la plaza de tu pueblo durante las fiestas, interpretada por la orquesta
Aventura. Y en ambos casos resulta igualmente sublime.
En el documental ABBA: Super Troupers, entrevistan a Benny (el barbudo
primigenio del grupo), y le dicen que la estética de ABBA fue una inspiración
para las Drag Queens. Él se muestra indignado y exclama “¡No parecíamos
travestis!”.
 Mira, Benny, hijo mido, sí.
Vuestra ropa era divertida, extravagante y original. ¡No pasa nada! Además de
ser uno de los mejores grupos de la historia del pop, os convertisteis en icono
gay y base de grandes filmes como Priscilla, reina del desierto (que tiene un
diálogo MARAVILLOSO sobre Agnetha y la caca. VALORS). ¿Quién podía encarnar
mejor todo eso que Erasure? Este grupo tiene más de una versión de ABBA, pero
me quedo con esta por ser la más excesiva. Benny, tranquilo, hermoso, que tu onvría está a salvo.
Nosotros nos quedamos con la parte divertida
Mamma mia
No hay nada más icónico que los trajezucos de Agnetha y Frida con ese
fondo blanco nuclear que salía barato, esos planos donde se alterna el fondo
difuminado, esa coreografía bailada así como con desgana, pero con convicción,
las posturitas ante la cámara… el futuro sello de identidad de ABBA, vamos.
Este tema fue la entrada triunfal de los suecos en Australia.  A las pocas horas de la emisión del
videoclip, los singles se agotaron, una cosa llevó a la otra… y ahí comenzó la
bella historia de amor entre cuatro suecos y millones de australianos.
 Ahora bien, ¿podría un grupo como los Nikis chotearse de esta magna obra?
¡Jo, que sí! Ponemos guitarreo, cantamos con la voz esa como de punky pero
pijo, y cambiamos la letra para contar una historia de mafiosos sicilianos. Si
además metemos la expresión “Mozzarella a go-gó”, ya es que ni te cuento, oyes. 

Super Trouper
Mucha gente cree que esta es una ñoña canción de amor, aunque nada más
lejos de la realidad. Lo cierto es que Super Trouper es… ¡Un secreto homenaje a
Glasgow!
Sí, esa ciudad que mezcla la belleza de edificios antiguos ennegrecidos
con la vicisitud que provocan los satanazos que han granjeado a sus
perpetradores premios de arquitectura. La ciudad que vio nacer a  Mark Knopfler y vio jugar al fútbol a Gordon
Ramsay. La de mayor población de ese maravilloso lugar que es Escocia. La
conexión con ABBA es como una colisión de soles. Por ello no es de extrañar que
la canción comience con semejante verso de amor a una ciudad que tanto ha
aportado al mundo: “I was sick and tired of everything when I called you last
night from Glasgow”.
Poesía pura…
El grupo Camera Obscura es también de esa ciudad. Y decidieron que el
mejor modo de hacer un homenaje digno era interpretando la canción como si todo
diera pena, desgana, hastío vital y perpetuas ganas de adolecer. Quicir, expresaron la verdadera esencia
de Glasgow.
Pero como mucha gente sabe, la desidia y la pena pueden dar paso a la
ira y a la ida de olla. Eso es precisamente lo que hicieron los Pollos sin
cabeza (Headless Chicken). Ojo que esta da dolor de ídem: es marciana,
descerebrada y punky. De nuevo, la esencia de Glasgow, pero de otro modo.
I have a dream
Manda narices que
nuestros amados suecos se partieran los cuernos intentando hacer un disco que
triunfara en las discotecas y que las dos únicas baladas del mismo se convirtieran
en éxitos mucho mayores que el resto de temas. Voulez-vous fue un fiasco en ese
sentido, pero nos dio canciones de lo más curioso y dos moñeces como pianos:
Chiquitita y I have a dream. La duda es: ¿se puede hacer una versión más ñoña
de una de las canciones más ñoñas de ABBA?
 ¡Claro que sí!
Sólo tienes que poner a una boy band
haciendo gorgoritos en un decorado dosmilero que parece el decorado de un videoclip
de verdad, pero en obras; rodeas a los apuestos cantantes de niños con el
disfraz de indigente que idearía una señora del barrio de Salamanca y, eso sí,
miradita intensa y morritos. Y bombillitas, y arreglos de cascabeles para crear
ambiente navideño. Voilá! Cutrerío sublime en estado puro.
Definición gráfica de Westlife buscando referentes musicales
The winner takes it all
De nuevo, manda narices que un disco como Super Trouper, extraño y
arriesgado, plagado de solos de Frida, tuviera su mayor éxito en un solo de
Agnetha, que además es su canción favorita. The winner takes it all ostentó el
título de perfecta canción pop hasta que se lo quitó One, de U2. Que es como decir que la tortilla de patatas de tu madre era la mejor hasta que Dabiz Muñoz le quitó el título con otra hecha de cáscaras de piojo, por ejemplo.
 La letra fue escrita por Björn,
ya ex marido de la Reina de ABBA, que tuvo que interpretar un precioso tema de
estructura muy sencilla, pero que expresaba el vacío y la desesperación de la
persona a la que ella misma había dejado.
¿Quién podría expresar la épica y la tragedia de este culebrón? ¿Quién
interpretaría todo el drama contenido en los lacrimógenos versos del tema?
¿Quién sería capaz de transmitir la sensibilidad y la dulzura de este
maravilloso reflejo del desamor?
¡Pues Pimpinela, claro! ¡Qué listos sois, leche!
Money, money, money
Una de las pocas canciones malrolleras de toda la discografía de los
súper suecos. Lasse Halström, director de casi todos los vídeos de ABBA y de su
película, decía que esa canción formaba una combinación perfecta con su
videoclip. Yo no podría decir si eso es del todo cierto, pero sí debo admitir
que lo de llevar puestos unos kimonos con brillos en un decorado negro con
focos de colores que parpadean solo porque mola es pura y dura ACTITUD.
 Al igual que el cine, la música también tiene sus clones de combate, y
ABBA no es una excepción. En los años setenta, muchos grupos y solistas
versionaban canciones famosas en sus propios idiomas. De hecho, el grupo con el
que Benny (el de las barbas que no era travesti) comenzó en la música era los
Hep Stars, que versionaban canciones de los Beatles o los Rolling Stones, por
ejemplo.
Así que, ¿qué hay más guay que una munhé haciendo un clon de combate con su propia versión EN FINLANDÉS? Una
versión colonoscópica donde encima murmuran: ¡Rahaa, rahaa, rahaa!
Inserte su chiste fónico aquí
El segundo en discordia es todo un sórdido francés. Plastic Bertrand era
un ser de los abismos que empezó haciendo punk y que terminó participando en el
festival de Eurovisión de 1987. Como su nivel de horterismo iba en aumento,
decidió versionar el tema de ABBA con una canción que trata sobre que a los
mentirosos les crece la nariz, aunque esos versos del principio que dicen “¿Qué
tienes en el bolsillo, Pinocho? ¿No es un trozo de brioche?”, indican más bien
que Plastic Bertrand habla de ese bello refrán que dice que los señores con
nariz grande tienen las manos grandes.
Y los pies grandes.
¡Y ya, so guarros!
 SOS
Este temazo
sideral se articula sobre tres ejes: la parte de balada ñoña, el subidón del
piano y el final del estribillo con guitarreo. Y un videoclip con
caleidoscopios, que siempre aporta calidad y molonez.

 

Portishead, por su
parte, hacen una auténtica genialidad: cogen todo lo anterior, lo mandan a
paseo y se centran en la letra. Una vez hecho eso, la solista empieza a cantar
así como susurrando y todo da mucho mal rollo y mucha grima. El resultado solo
puede ser glorioso.
Chiquitita
Cuando era muy
pequeña, una vecina ponía el single de Chiquitita todos los días. Desde mi casa
se oía perfectamente, y creo que ese machaque 24/7 fue lo que hizo nacer en mí
la curiosidad que, años más tarde, me llevó a idolatrar a mi grupo favorito. De
todas formas, hubiera sido muy interesante ver la letra de un tema que en
origen iba a llamarse In the arms of Rosalita. Una pena…
 Toda canción que
no se llame In the arms of Rosalita solo puede mejorar de una manera: no
necesitas cantantes, no necesitas letra, ni guitarra, ni MOÑECO de nieve. Solo
necesitas un elemento que sea capaz de suplir todo eso y elevarlo. Y todos
sabéis a qué arcano instrumento malvado me refiero.
¡Gaitas!
Voulez-Vous
Uno de los chingles de ABBA
por antonomasia. Discotequero, con guiños a la futura universalidad del Italo
disco, al poner el estribillo en francés (y recordemos la clara influencia de
las Labelle con su Voulez-vous coucher
avec moi ce soir?
) y con una intro de casiotone y guitarra que flipas en
colores. ABBA estaba cocinando la fórmula del éxito.

Curiosamente, una cantante neerlandesa llamada Judith Nijland, tradujo
el tema completo al francés y

lo convirtió en ¡una pieza de jazz! La idea no es
mala, porque en el fondo la canción no deja de ser de

ligoteo entre dos amantes
que ya han estado juntos otras veces; pero el matiz cambia. En lugar de ligar
en una discoteca con el suelo de colores y pantalones brillantes, la versión de
Nijland nos invita a hacer lo mismo en un bar de hotel o un club de jazz, con
una copa en la mano y fumándonos un cígar con boquilla. Puede que sea más
atractivo, pero, como muchas modas actuales, resulta tan contenido y poco
excesivo que no divierte tanto como el original.

 

Gimme! Gimme! Gimme!
Bueno, bueno,
bueno, qué temazo más enorme y qué videoclip más desaprovechado tenemos entre
manos. Esta canción suele aparecer en los recopilatorios como parte de
Voulez-vous, aunque en realidad apareció como extra en un recopilatorio. La
energía y la molonidad de esta cansión
se explican mejor en palabras de Joaquín Reyes/Madonna:
“Qué cancionzaca,
¿eh? Bueno, es que cogí el sampler de ABBA. Con buen pijo bien se jode, ¿no
sabes?”
Para versionar este
tema suele haber tres alternativas, aparte de algún clon de combate brasileño.
La primera y principal es convertirla en un himno del METAL, la mayoría con la
variante de agudo heavy, y otras, como la de Beseech, con un señor que canta
muy grave y da mucho, mucho miedo.
La segunda
variante es la versión discotequera. De entre ellas, la que se lleva la palma
es la de Mutine, que deciden, más que utilizarlas para una discoteca como la de
Fiebre del sábado noche, convertirlo en banda sonora de fondo para una
terracita de Ibiza con gente que toma
gintonics de flores de la pasión con sobao pasiego y se adorna el pelo
con conchas de ostras del Pacífico.
 Y la tercera es la
más curiosa de todas con diferencia. Nils Landgren podría, por su nombre, haber
hecho una versión que sonara a Schlager o cualquier otra cosa gloriosa, pero se
unió a Funky unit para hacer una versión digna de las Destiny’s Child en plena
competición de gorgoritos. ABBA’s in da Hood!
Waterloo
El broche de oro
de todos los conciertos de ABBA. La canción que les hizo ganar el festival de
Eurovisión de 1974 en Brighton. La guitarra estrellada de Björn, las chorreras,
los plataformones, el arreglo de saxofón, la letra con motivo histórico metido
con calzador. Todo en esta canción es tan jlorioso,
que emociona.
 Para versionar esta canción con propiedad, solo puedes hacer dos cosas:
o la adaptas tal cual, como hizo la bella mallorquina Margaluz, con una letra
que lo intenta pero que ni se acerca:
O pasas de todo y te lo tomas a coña cebollera tal y como hicieron
BANANARAMA. Yo siempre

pensé que es videoclip de su versión de Venus parecía
una fiesta de despedida de soltera. La confirmación llegó cuando el de Waterloo
iba de la boda en sí pispa. Jolgorio,
petardismo ilustrado y horterismo desinhibido con toques de canción Bond.
¿Puede haber un tributo mejor?

 Y hasta aquí la primera parte de esta lista desquiciada. Para haceros la
espera más ligera y relajada, dejo una versión de Fernando con… ¡Una caja de
música! Porque siempre se puede inculcar a ABBA a martillazos lobotómicos desde
la niñez.
¡Más versiones sórdidas en la segunda entrega!

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