Once años de blog implican que ahora somos más viejos, más sabios e igual de imbéciles. Pero más sabios. O ni eso. Dejémoslo en que hemos consumido mucha más cultura o como quiera que se denomine lo que hacía Albert Pyun. Pero lo importante no es sólo eso, sino que desde que publicamos la mítica (al menos en Albacete) Lista de Discos con VALORES se han incorporado a la web más personas.
O como quiera que se denomine a Marlow.
La anterior lista se confeccionó entre Vicisitud, Paco Fox y Dillinger. Éste último abandonó internet buscando actividades más provechosas. O sea, follar. En la actualidad, el núcleo duro también lo componen Cava Baja y Marlow. Guille Stardust ha sido invitado, pero sus conocimiento de música con valores se circunscribe a lo que escucha cuando se corre orgías sado con Putin. Y aquí la balalaika sólo nos gusta como letra de una canción de Georgie Dann.
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Repetimos: No va de esto, pero PODRÍA |
El cual, por supuesto, no podría volver a aparecer. Porque en este anexo a los ‘100 Discos Con Valores’ nos hemos impuesto que no puede repetir artista. Si así fuera, 10 de los 50 nuevos serían de Battiato y otros 7 de Rick Wakeman. Recordamos de qué va el tema para los que no quieran releer (o leer) las previas cuatro (1, 2, 3 y 4) partes: Esto NO va de portadas como ésta que aparecen en artículos recopilatorios de gente mendigando un click aproximadamente una vez al mes:
La lista va de obras musicales que transmiten los valors de ente bloj. Esto es: sordidez, vicisitud y hacer concretamente lo que te sale de los cojones sólo por ser un finstro, sin importarte el tan inglés ‘qué dirán’. O el tan algecireño. Porque no sabemos de dónde ha sacado Fox esa vergüenza que le caracteriza y que hace que se ponga nervioso cuando la gente ve su película.
O como quiera que se denomine esa cosa.
Vamos a ello. Sin orden esta vez. Aquí tenéis los 25 primeros:
50.- Miguel Ríos: La huerta atómica
Poco después de redactar la lista original, descubrí esta maravilla. Yo siempre he sido de rock progresivo porque no tengo vergüenza ni ganas de tener una vida sexual plena. Pero poco del español. Si acaso, lo de ‘Abre la puerta’ de Triana, que un remanente de andalucismo siempre queda en mi duro corazón. Pero descubrir que el granadino Miguel Ríos había hecho esto fue casi místico. Un disco sobre el terror atómico con una canción en inglés, progresivo andaluz, orgasmos al ritmo del ‘Aleluya’ de Haendel y cameos de Massiel y Jeanette con su eterna voz de ‘fui al OPUS, pero me dejo por detrás’. Aunque mi momento favorito, por supuesto, sigue siendo el concepto del MEGACRISTO. No por nada en especial. Bueno, sí: porque me permite volver a poner esta imagen:
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Debería ser estampita obligada en todos los monasterios junto a la de Fray Leopoldo de Alpandeiro (sic) |
Podéis leer el análisis completo en este link. O maravillaros con el disco completo en Spotify. Porque vale la pena.
Por: P.Fox
49.- Godley and Creme: Consequences
¡Me gustan los trios!
Los muy fumados Kevin Godley y Lol Creme abandonaron el exitoso grupo art pop 10cc en 1975 para grabar un triple disco conceptual con el fin de advertir el mundo de que el clima está siendo utilizado como un arma en una guerra global secreta, y sólo un tal Mr Blint puede salvarnos con su conocimiento arcano de las pirámides y el número 17.
Para aligerar su mensaje apocalíptico, invitaron al alcohólico humorista Peter Cook a improvisar una trama cómica con su nada versátil voz interpretando a todos los personajes soltando sus bobadas.
De paso, querían usar el disco para vender al mundo un artilugio cutre que habían inventado para que las guitarras podían soñar como orquestas. Llamaron a dicho artilugio cutre “Gizmo”, que significa en inglés “artilugio cutre.”
Pasaron dos años en el estudio grabando y gastaron millones de libras en drogas y publicidad para salir en el 77 y descubrir que la revolución punk les había fastidiado toda posibilidad de vender el engendro. Como dijo Godley: “Hubo un cambio de paradigma sísmico. Sabía que estábamos condenados. Salimos parpadeando a la luz, habíamos estado trabajando en un álbum conceptual prog semi-vanguardista con Peter Cook, muy borracho, mientras que, afuera, era como si una bomba nuclear hubiera caído.”
En la presentación del disco para los medios de comunicación, todos los periodistas se quedaron dormidos después de los primeros 20 minutos de una ovra de dos horas. Paco Fox, gourmet de la mierda, solo escuchó la primera de las 6 caras antes de abandonar el intento por “rigurosamente insoportable.”
Tiene dos únicas canciones buenas: “Lost Weekend,” cantado por una de las mejores voces posibles, la jran Sarah Vaughan, y “Five O’Clock in the Morning”.
Consecuencias imprevistas:Para pagar sus deudas, Godley y Creme tuvieron que hacer canciones pop espléndidas y dirigir muchos de los mejores y más sórdidos videoclips de la los últimos 35 años para Kate Bush, Lou Reed, Elton John, Toyah, Yes, Asia, Erasure, Pil Collins, Frankie Goes to Hollywoood, the Beatles y Ryuichi (“¡Jesús!”) Sakamoco, entre otros jrandes, aunque mi preferido es este de Herbie Hancock con robots haciendo pajas:
48.- Víctor Manuel: Soy un corazón tendido al sol

prodigiosas entre lo moñas, el cantautorismo extremo y la vicisitud. Partiendo
de ‘Solo pienso en ti’, como muestra de que llorar y emocionarse son un signo de
ACTITUD, de pronto nos aparece ‘El Cuélebre’, tema sobre una leyenda asturiana
que Víctor Manuel recrea a su manera y que puede llegar a sonar ÉPICA en versos
como “Dicen que el Cuélebre habla tan solo en inglés/ pero está yendo a
aprender para hablar en inglés/ y no entenderse con nadie ni en chino ni en
bable”; o «Dicen las lenguas que el Cuélebre fue un travestí/ pero él
repite a la gente: “Me hicieron así”. Sin duda, es la mejor canción del
disco, pero no la única.
de amor vicisitúdico entre un amo y su perro, que culmina con un “Debo ser
cruel./ No puedes engañarte por más tiempo./ Debo hacerte ver/ que no quiero
cruzarme con un perro./ Imposible amor/ el que nació una tarde entre tú y yo”.
reflexión, antifranquismo y demás, nos aparece la última joya del disco, que no
es otra que Eran dos niños. La dulce historia de dos pastores asturianos que se
marchan a Gijón después de años soñando con ver el mar y que, cuando llegan al
fin, reflexionan profundamente: “No sé si tú estás igual./ Con tanta humedad,
apetez (sic) mear”. Y dicho y hecho, los inocentes pastorcitos nos enseñan que el
mar da ganas de echarse un meo, y que tamaño acto de libertad puede suponer una
multa, pero… ¿Qué tiene eso de trascendente cuando has cumplido tu sueño?Por: C.Baja
47.- Aphrodite’s Child: 666
Esta lista tiene dos discos con señoras orgasmando. Eso, por si lo dudáis, es BUENO. Se escuchan pocos orgasmos en la música así en general. Hay que orgasmar más y hacérselo saber a tus vecinos o parientes cercanos. Pero no nos desviemos: Irene Papas (que viene a ser como la versión griega de Núria Espert, la cual viene a ser como la versión española de absolutamente nadie porque el estándar se detiene en ella) es la que orgasma, sí, pero lo mejor es todo lo que rodeó a este disco. Tras hacer varios singles de gran éxito, el único grupo griego que conocen tus padres se metió en el estudio a hacer un disco doble conceptual (valors) sobre el apocalípsis de San Juan Drogado (cojons cuadrados). Recordémoslo: era la gente que había tenido éxito con ‘Rain And Tears’. Naturalmente, los miembros del grupo se pelearon ante semejante despropósito y ya se habían separado cuando se comercializó el resultado. El mayor defensor de la idea era un tal Vangelis que terminó definiendo la música de sintetizador y el cantante más orientado al pop era un tal Demis Roussos acabó definiendo la moda de llevar una sábana en público y no avergonzarse de ello.
Por: P.Fox
46.- Circulus: Thoughts Become Reality
En el primer año de esta web escribí sobre este extraño grupo. Preguntar sobre el porqué meter una formación de folk medieval psicodélico en el blog tiene una clara respuesta:
Porque es una formación de folk medieval psicodélico.
En el panorama musical de entonces y el de ahora es un auténtico suicidio comercial. Es, por supuesto, el verdadero punk. No hay nada más contestatario que saber tocar bien, hacer versiones de temas del siglo XIV y, además, ir por el mundo vestido en plan mercado medieval, con un gorro que parece un ovni de Ed Wood y con gafas de pederasta setentero.
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Tinder se rendirá a mis piés |
Pero no entraron en la anterior lista con valores porque les faltaba algo. El primer CD era bueno con sus duendes y cánticos en inglés antiguo. Pero faltaba… un poco de taradez mental.
Luego hicieron un disco casi-conceptual sobre extraterrestres visitando la Edad Media. Obviamente, por fin consiguieron su obra maestra.
Por: P.Fox
45.- David Arnold: Shaken and Stirred – the James Bond Project
Después de audiciones sin éxito para The Clash y the Waterboys, el jran músico de clase obrera David Arnold tuvo que conformarse con un puesto como dependiente en la tienda de discos de su pueblo.
En su tiempo libre, compuso, en su ordenador Amstrad, y en su habitación de la casa donde aún vivía con sus papás, la banda sonora que un amigo suyo del instituto, Danny Cannon, le había pedido para una peli, “Young Americans”. El joven Arnold cumplió con creces, y escribió este maravilloso tema con Bjork en la línea de las canciones de la saga 007:
https://www.youtube.com/watch?v=9ep57VrDPOo
Un par de años después, decidió hacer una ovra de hamor en homenaje a su ídolo, John Barry, versionando temas de las pelis de James Bond según sus propias ideas y invitando a los artistas que le parecieron perfectos como colaboradores para cada canción.
El disco es una gozada, y os recomiendo en especial “Nobody Does it Better” con la ex-cantante de Rush, Aimee Mann, y “From Russia with Love,” con Natacha Atlas, como dos joyas posiblemente superiores a sus originales clásicos, como lo es un None More Gaycidad “Diamonds are Forever” con su amigo David McAlmont:
Consecuencia imprevista:
Al viejo gruñón John Barry le encantó el homenaje, y recomendó a la familia Broccoli que el jran David fuera su sucesor. Arnold lo hizo tan bien como su maestro en cinco pelis, y tiene un pequeño papel recurrente en la sitcom “Brian Pern” donde, al presentarse como compositor oficial de la saga Bond, los demás personajes siempre acaban decepcionados poco después de la ilusión de conocerle cuando descubren que “Goldfinger,” “Live and Let Die” y “Skyfall” no son suyas. ¿Qué más da cuando sí son suyas tesoros como esta?
44.- Lou Reed & Metallica: Lulu
No voy a cantar las alabanzas de Lou Reed enumerando los discos de ente onvre que idolatro (o sí: soy talibán del ‘Songs for Drella’ y el ‘Magic and Loss’), sino aplaudiendo que el tío Lou se lo puso deliberadamente IMPOSIBLE a cualquiera el ser fan de TODA su obra. Por cada himno de ir a la ciudad a afeitarse las piernas y hacerse travelo comiendo pollas dobladas (algo con lo que todos nos identificamos), Lou era capaz de hacer cosas como el chiste de más tardía resolución de la historia de la música. Me refiero al ‘Metal Machine Music’, claro, y sus casi dos horas de ruido industrial. Todos en su día pensaron que era la clásica oVra para joder a la discográfica. Hasta Lou lo medio confirmaba con un «si alguien se oye este disco entero es que es todavía más gilipollas que yo grabándolo». Y no fue hasta el fin de sus días en el que llegó el final del chiste cuando Lou hizo una gira… ¡para tocar ese disco en su integridad! Si Reed hubiese muerto tras su último concierto, hubiésemos puesto ese disco en la lista.
Pero Reed no murió entonces.
Podría haberlo hecho durante uno de los conciertos dados con su señora Laurie Anderson. Me refiero a recitales interpretados ¡solo para perros! ¡Todas las notas eran interpretadas en frecuencias inaudibles para el ser humano! Sí, hubiese sido una maravillosa despedida del mundo de los vivos.
Pero Reed no murió en esos escenarios.
No; hubo que esperar a un disco que comenzaba con un épico «Me cortaría las tetas mientras pienso en Boris Karloff» para ser testigos de la oVra más deliberadamente fea jamás grabada por un bisexual neoyorquino y unos thrashers de San Francisco. El asalto sonoro, que daba la sensación de ser dos discos puestos a la vez por el DJ Kiko Rivera mientras iba a ponerse al váter, se ganó un odio universal que solo pudo ser contestado por ambos artistas diciendo que era la mejor obra de sus respectivas carreras.
«Los 20 minutos de ‘Junior Dad’ son lo más mágico que jamás he grabado. Una vez terminamos de improvisarlo no lo he vuelto a oír. Tampoco me hace falta«.
Y así es como se despide uno como un señor. Insuperable.
Por: V.Cisitud
43.- Mamá Ladilla: Autorretrete
Mi tercer año de Carrera se nutrió, básicamente, de las canciones de este disco, que para mí fue todo un descubrimiento. Mamá Ladilla es un grupo necesario en la discografía de cualquier sórdido que se precie, porque toda su obra se compone de exabruptos y zafiedades. Un disco con valores tan básicos como el resentimiento, el juego de palabras y el cachondeo de lo curto; pero, sobre todo, lo más importante de este disco, como su nombre indica, es la caca, la olor, lo asqueroso, mezclado con lo absurdo y con la vuelta de tuerca tremendista. Una obra maestra indispensable.
Por: C.Baja
42.- Oliver Onions: Die Ultimativen Film Hits
¿Puede un disco encarnar todo lo que maravilla a este blog? Sí, claro: los primeros puestos de la vieja lista son un buen ejemplo. Pero éste está cerquita. Aquí tenemos Bud Spencer, sordidez italiana, furor alemán y hasta cine-colonoscopia. Porque Oliver Onios fueron los autores de la banda sonora de la mayoría de las películas de Bud Spencer, el cual fue casi más grande en el país germano que en Espppaña. Pero no sólo tenemos el mítico ‘Dune Buggy’ que todos compartimos el día que murió Spencer. Guido y Maurizio (hasta el nombre es bueno) De Angelis pusieron música a grandes putrículas clásicas italianas de género como ‘Yor, el cazador del futuro’ (spoiler en el título) o ‘2019, Tras la caída de Nueva York’ (poca vergüenza en el título). Una pena que en este CD no estén representados sus trabajos para televisión como ‘Sandokán’, ‘Orzowei’ y, sí: ‘Dartacán’ y ‘La vuelta al mundo de Willy Fogg’. Creo que es complicado ser más jrandes.
Por: P.Fox
41- Pepe el Trompeta: La gran fiesta
Todo sobre este titán de la sordidez sónica se puede leer en este post. Por si estáis cortos de tiempo o teméis por vuestras neuronas os lo resumo en una frase: “My Heart Will Go On” versión trompeta. Esperad, que se puede resumir en otra: “Give Me Hope, Jo’anna” versión trompeta. Y así todo el rato cuando no le da por ir directamente a la pachanga. Que no lo digo yo: que es el título de otro de sus discos: “Trumpet Sevillanas & Pachanga in Spain”.
Pepe el Trompeta debería estar en todas las tiendas de turistas de Sevilla y Madrid al lado de la gitana y la nancy legionaria y lo sabéis.
Por: P. Fox
40.- Public Image Limited (P.i.L.): Album
¿Era posible hacer una fusión del punk y del prog, dos géneros de rock supuestamente antagónicos? John Lydon, el antaño Johnny Rotten – que significa “preservativo podrido” en la jerga Londinense – ex-jefe de los Sex Pistols, pensaba que sí. A pesar de llevar camisetas que decían “Odio a Pink Floyd,” y ser el látigo de bandas como Emerson, Lake y Palmer o Genesis en los 70, Lydon siempre ha sido fan de Peter Hammill y Van Der Graaf Generator – prog de lo más hardcore. Reunió a un supergroup de virtuosos del rock y jazz para su magnum opus: Ginger Baker – psicópata batería de Cream; el metalero Steve Vai a las 6 cuerdas y el ganador de un Oscar por sus banda sonoras, Ryuichi (“¡Jesús!”) Sakamoco, en los teclados, entre otras figuras.
El disco resultante no fue el engendro que muchos temían (solo un tal Marlow, teclista de los “One-Offs” en el lejano 86 tenía fé en Lydon) sino una ovra maestra. El sencillo “Rise” es, quizás, la canción más famosa de P.i.L. (pero el último corte, “Ease” es aún más jlorioso, sórdido y prog):
39.- Pandora’s Box: Original Sin
Jim Steinmann es un ser nacido para la épica. Por si no tenía suficiente con un Meat Loaf o unos Sister of Mercy o una Bonnie Tyler para los que componer temazos, formó un grupo de señoritas de buen ver que alternan el vozarrón de cazalla con el coro épico, y se desmelenó introduciendo sus puentes infinitos, y dando empaque a frases de filosofía adolescente como “Good girls go to Heaven, but bad girls go everywhere”. Por no hablar de que, ya que era su grupo, él podía cantar y meter partes recitadas hablando de hamor, harte y trascendencia. Los juegos de palabras pseudorreligiosos y mitológicos son constantes en el disco. Además, Steinmann nos enseña el valor del reciclaje, puesto que varios temas de este disco se reutilizaron. Baste como ejemplo la balada ‘Original Sin’ para la banda sonora de ese finstro de película que es ‘The Shadow’, protagonizada por Alec Baldwin y una nariz de pega.
Por: C.Baja
37.- U2: Pop
La década de los 90 fue para U2 el momento álgido de su pedantería. Cuando todos vivíamos con temor la escalada de Bono como nuevo mesías de lo políticamente correcto y del automolonismo extremo (recordemos ese trajezuco de MacFisto en la gira de Zooropa. ¡Feck! MacFisto como concepto YA es una pedantada como la copa de un pino), en 1997 sale Pop. Este disco demuestra que, a pesar de querer salvar al mundo aunque solo sea por pesao, puedes ser un hortera, mostrarlo al mundo y que te sigas molando hasta el infinito. Para mí, Pop es una marcianada que destila ACTITUD por todos los poros de su piel.
Por: C.Baja
36.- Gert Wilden & Orchestra: Schulmädchenreport
ACUTALIZACIÓN A JUNIO 2021: Ha desaparecido todo rastro en YouTube y Spotify de que esta canción fuera de una peli juarra. Ahora sólo aparece acreditada como «El tema de Los Teleñecos» por todas partes. Disney reescribiendo la historia.
Por: V.Cisitud
Por: P.Fox
33.- Scorpions: Moment of Glory
Muchos grupos de rock (y cantantes que no son de rock necesariamente) han utilizado el recurso de la orquesta filarmónica de turno para darle un punto de vista sinfónico a sus composiciones, queriendo dotarlas de una épica que o bien les faltaba, o bien se había perdido por el camino. En el caso de este disco de Scorpions, aparte de que siempre he adorado la voz del peazo de feo de Klaus Meine, el poder del METAL se asocia con la música clásica consiguiendo que ‘Rock you like a hurricane’ suene como si fuera la Cabalgata de las Walkirias. La épica asciende, supera y da la vuelta para volver al origen, creando un círculo perfecto.
Por: C.Baja
32.-Frank Zappa: Apostrophe (´)
¿Cómo iba a faltar Don Francesco en esta lista? Frente a todos los meapilas del Rock Progresivo como Rogelio Inodoros con sus conceptos infatiloides – “ay, soy una estrella del Rock rica y famosa ¡¡¡Soy muy desgraciado!!!» -, el señor Zappa se lanzaba en este disco (con título proto-emoticono guarrete) con una suite de 10 minutos que empieza con los consejos que una madre esquimal le da a su retoño sobre no comer “La nieve amarilla” – como la agüita de Toreros Muertos pero a bajas temperaturas – y termina (nadie tiene claro cómo) con un lenprechaun masturbándose dentro de un calcetín. VALORS. Y todo esto sin la ayuda de drogas, niños, Zappa era súper anti droga, aunque según la auto biografía de Ozzy Osbourne – tomen nota de la fiabilidad de la fuente – una vez se acercó a pedirle drogas para sus Mothers of Invention. Ahí lo tienen, él podía mantenerse bien limpio para tocar sus exigentes composiciones locuelas, pero era consciente de que no todo podía llegar a ese nivel por las buenas, eso es un jefe. O no.
Por la firma invitada: Francisco Roldán
31.- Madness: The Liberty of Norton Foldgate
¡Me gustan los trios!
La banda post-punk ska pop famosa por su sentido del humor Cockney, sus videoclips de buen rollo y sus canciones pegadizas de principios de los 80 parecía el grupo más improbable para sacar un triple disco conceptual ¡en el 2009, XD! No solo lo hizo, sino que, y contra todo pronóstico, no solo es el mejor álbum de su carrera de casi 40 años; no solo tiene una trama totalmente coherente y nada pretenciosa; además, es una de las cumbres de la historia de la música británica. Y con unos videoclips pertenecientes al universo de “Asesino Implacable” o “El Largo Viernes Santo” de sus orígenes en barrios bajos de Londres:
Por: C.Marlow
30.- Leonard Cohen: Popular Problems
Leonard Cohen nos enseña cosas importantes de la vida. Mientras otros cantautores versionan y reversionan sus grandes éxitos, o terminan cayendo en un chochismo ilustrado; don Leonard, al que quedaba poco tiempo de vida (este es su penúltimo álbum), exprime al máximo su talento y sus ganas de seguir adelante sacando discos extraños, personales, intransferibles.
Además de todo esto, sabemos que Cohen nunca ha tenido una gran voz de intérprete de canción ligera; pero sus letras son dignas de estar inscritas con letras de oro en la Historia de la Literatura. Por ese motivo sus discos son un signo de actitud y fuerza de voluntad. Él únicamente recita con la fuerza de sus palabras, mientras la música suena de fondo y pone a un grupo de munheres haciéndole los coros. A veces, para molar, no se necesita nada más que seguir siendo fiel a ti mismo hasta el final.
Por: C.Baja
29.- Harry Nilsson: Popeye
Para demostrar a Hollywood que no estaba acabado a pesar de varios años sin una peli de éxito, el MUY sórdido productor toxicómano de “El Padrino,” Robert Evans, compró los derechos de “Popeye” y encargó una peli al MUY, MUY sórdido alcohólico cineasta genial Robert Altman, que todo el mundo consideraba acabado después de varios años sin una peli de éxito. Los dos Roberts enseguida se pusieron de acuerdo sobre quién sería el compositor perfecto para su comedia musical para toda la familia: el MUY, MUY, MUY sórdido cantante alcohólico y toxicómano, Harry Nilsson, quien todo el mundo consideraba acabado dado su falta de una sola canción de éxito en muchos años. Dieron a Nilsson año y medio para componer las canciones antes de empezar el rodaje en Malta.
What could possibly go wrong?
Llegó al plató sin una sola canción compuesta; exigió que le construyeron su propio estudio en la isla y le pagaron el doble por la cantidad de drogas que tenía que consumir para su proceso creativo. Dado que tenían un presupuesto enorme para la época gracias a tratarse de una coproducción entre Disney y Paramount , y que los dos Roberts usaban tal fortuna para sufragar sus propios hábitos, accedieron. Nilsson les regaló una banda sonora que solo dos personas en el mundo mundial aprobaron: un servidor y… casi me da miedo confesarlo…de verdad…es una vergüenza…os vais a reir de mi…¡Adam Sandler!
Nilsson hasta coló una en la peli para niños en la cual Olivia hace una declaración de hamor a Bruto totalmente basada en el tamaño de su pene: “He’s Large.” Y otra que es una parodia exquisita del himno nacional Norteamericano que revela el pensamiento de izquierdas de Nilsson: “Sweethaven.”
Insisto, contra toda prueba lógica, que son canciones realmente geniales y el vinilo que encontré en la añorada tienda Dr Music de Madrid en el 93 es de mis pocas posesiones importantes. Y ni incluye la mejor canción de todas las de la peli:
Por: C.Marlow
28.- DJ Ozma: I Love Party People
Que los japoneses están muy tarados es algo que cualquier freak sabe bien desde el día en el que su un tanto despistado padre le alquiló en el videoclub “Urotsukidoji”. Los nipones cuando quieren hacer las cosas raras, consiguen que David Lynch menee la cabeza con descreimiento. Sólo así se explica ésto, el mejor vídeo que vais a ver hoy.
Y en todo el año.
Y en vuestra puta vida:
Parte del resto de la obra de esta especie de Harpo Marx oriental y sus amigos se analizó en este viejo post. Procedan con precaución.
Por: P.Fox
27.- Take That: Progressed
Dentro de los grupos carpeteros, Take That era uno de los que tenía más empaque. Cantaban muy bien, tenían al loco de la colina de Williams, y Gary Barlow componía cosas con cierto talento.
Que un grupo de estas características vuelva al ruedo suele significar que andan muy necesitados de pasta y necesitan tirar de nostalgia. La jrandeza de Take That es que, primero, no hacen un disco para fans, sino para demostrar que siempre tuvieron talento aunque no lo quisiéramos ver; segundo, lo petan hasta el infinito con un álbum oscuro, reflexivo y electrónico; y tercero, consiguen que tres de sus chingles sean utilizados en películos como X-Men First Class; Stardust y aquella sordidez de Los tres mosqueteros de Paul Anderson. ESO es volver y llegar a la cima para derretir las nieves del Kilimanjaro con tu orina.
Por: C.Baja
26.- Kaim: Caballo (Homosexual de las montañas)
En los últimos tiempos, es muy útil familiarizarse con la Ley de Poe:
“En la ausencia de un guiño o indicación que lo aclare, es difícil o imposible distinguir entre una postura ideológica extrema y la parodia de esa misma postura”.
Vamos: Trump, Breitbart News y tal. Pero a mí me gusta aplicarlo al arte. Y mi ejemplo favorito es esta canción que un buen día apareció por Youtube. Bien interpretada. Con sus solos sentidos de guitarra. Con una letra y una forma de cantarla jloriosa.
¿Van en serio o de coña los dominicanos Kaim al componer esta maravilla? No tenemos ni idea. Y ahí está la magia. Poca información hay del grupo más allá de tres canciones en su facebook. Temas normales de cualquier banda de rock. Ni siquiera sabemos si grabaron un disco. Pero, como ya dijimos en otras ocasiones, la existencia del formato físico no es necesaria para aparecer en esta lista.
Hablar de caballos que violan a animalitos del bosque, pues como que sí.
Por: P.Fox
¡Estén atentos a la segunda parte con más artít-tas reputados y gente ignota que vale la pena! ¡25 discos más con VALORES!