La mejor carrera del año fue, sobre todo, la mejor forma para los que nos gusta ejercer de malos ganadores.
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Si no has acabado con coma etítlo tras la carrera, no has jugado al Lobato Drinkig Game |
Todo comenzó de maravilla en Hungría con una barbacoa en el coche del Mierda que parecía haber sido profetizada por Nico Rosberg himself con su foto de picnic con la asamblea de cuñados. A raiz de ello, Hamilton atendió a la prensa ¡llevando puesto un rosario! para declarar que «Esto va más allá de la mala suerte: es otra cosa». Por supuesto, el pensamiento de «¡la mano negra! ¡qué ataque más gratuito!» de Antonia San Juan» fue lo primero que pasó por mi mente.
Pero antes de leer la enésima crónica de una «genial remontada» por parte del Mierda, habría que destacar sus excursiones por fuera de pista nada más salir y que fue el piloto más beneficiado por los dos periodos de safety car. Que no pudo adelantar a un patético Vettel que, con su ridículo trompo en plena recta demostró no solo que sus cuatro campeonatos eran marca Hacendado sino que, además, el dejar la F1 ya es una posibilidad muy seria ahora que le han ofrecido un puesto como dependiente de Mercadona. No sólo eso: tampoco, con un Mercedes, pudo con un Alonso que hizo durar sus neumáticos blandos más allá de lo verosímil. Y menos mal que tuvo el bello detalle de desobedecer a unas órdenes de equipo bien humillantes. De hecho, hasta aprovechó un par de vueltas levantando mucho el pedal para que Rosberg tuviese que salir en pleno tráfico. Y menos mal también que sacó a Nico de pista al final. Si no, ni siquiera podium. Así que los medios ingleses pueden imprimir todas las hostias que quieran (no hacen otra cosa) pero ni conseguirán convencer a alguien con más de dos neuronas que el Mierda se acercó al nivel de Richichi o Alonso ni, tampoco, pese a sus esfuerzos, lograrán que Lewis le arrebate la star of the race a un inspirado Hulkenberg que tuvo que abandonar tras endiñar con alegría a su compañero de equipo.
Por supuesto, desde el sábado también quedó claro que, entre la barbacoa de Hamilton y las declaraciones de Lauda diciendo que «en Ferrari han hecho una mierda de coche» (¡Igualico que en la peli ‘Rush’!) Mercedes no tendría rival para el team of the race.
Disfruten del impresionante chorreo de puntuaciones mientras recuerdo una de las frases de mi libro: «Lo fans de Vettel son los que, en su día, eran fans de Raicoñen. Gente que no tiene ni puta idea de F1 y tampoco tienen cojones para, desde su antialonsismo, apoyar al Mierda». He dicho.
Para entender la puntuación de cada carrera la liga, no dejen de seguir en directo, durante las carreras – y, si son unos insensatos, el resto de los días – el perfil de Twitter de esta su liga sórdida (a la izquierda de la página lo tienen):
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Por favor, no duden en exigir puntos corruptamente en los comentarios de este post. Puede que, sobre Barcénico mediante, les hagamos hasta caso.