Las pajas de la derrota.

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By Milgrom

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Mis vacaciones de verano han sido bastante largas y bastante improductivas. De hecho llevo dos años de vacaciones, como los del libro de Julio Verne, ese autor que no te suena si tienes menos de 25 años. Tanto tiempo libre me ha tenido, en gran parte, pegado al sofá viendo series y leyendo libros, por lo que mi mente ha estado bastante ocupada pensando en gilipolladas (bueno también conseguí descifrar la conjetura de Poincaré, pero eso seria demasiado farragoso de explicar y además no he sido el primero en hacerlo por lo que no viene al caso). Uno de estos pensamientos estériles me dirigió hacia la concepción que tenía en la adolescencia de las pajillas. Cuando tienes 14 años una paja es la gloria y además te la pelas como un mono porque piensas que cuando seas mayor ya no te masturbarás porque estarás todo el día follando con modelos de Playboy. MENTIRA (lo de que ya no te masturbarás porque aquí todos estamos siempre follándonos a tías modelos del Playboy)

La masturbación, como todo aquel que pase de los 30 sabe es tu fiel compañera, a veces incluso de manera más salvaje que cuando tienes 14 años y, leerte una Interviú en el barbero, provocaba en tu calenturienta mente que fueras incapaz de levantarte, por lo que ibas cediendo el turno a los que estaban detrás mientras el señor cincuentón que te iba a rasurar se reía por lo bajini con el resto de la clientela. Pero tú seguías allí falsamente impertérrito,ya que estabas pasando una vergüenza de la hostia; porque no sabias cuando ibas a poder ver otra teta en Low Resolution. Y es que la Interviú de las barberías fue en una adolescencia sin hermanos ni primos mayores, ni parientes salidorros (o que las escondían de puta madre) fue durante mucho tiempo, nuestro material pajero primigenio, (junto con las playas en verano).

No hablaremos hoy de las pajas tinaiyers, porque ya ha habido suficientes monologuistas penosos que han tratado el tema, sino que trataremos el tema del pajero adulto y lo sórdido que es a veces cuando estás dale que te pego y te viene a la cabeza el triste pensamiento: «Me cagüen la puta, tengo 32 años, y estoy aquí con el Youporn un sábado por la noche en vez de tirarme a una rubiaca, joder si es que ni siquiera tengo para irme de lumis, ¿Qué coño hice mal en mi vida?» (Desde aquí no apoyamos el puterismo, porque es un comportamiento picoto y aquí no sabemos lo que somos, pero picotos, ya les digo que no somos, otro día igual les hablo sobre el concepto de potorrismo y picotismo, recordando tiempos pasados de la blogosfera).O, cuando tu novia le dice que le duele la cabeza después de haberte puesto palote imaginándote la noche de sesho y de hash que te tocaba y tú esperas a que se duerma y te vas al Youporn en el ordenador y de golpe te viene a la cabeza el triste pensamiento: «Joder, puta vida de pareja, follo menos que cuando estaba soltero, que si le duele la cabeza, que si está cansada, que si sólo la quiero por el tracatrá. Mira el David que bien vive que está soltero y puede follar todo lo que quiera y más.»

Realmente hay pajas que sirven para lo que sirven, aquellas que te pegas porque te gusta y a las que dedicas tiempo y ganas y luego están las pajas que yo llamo las de la derrota, de las que he puesto un par de ejemplos más arriba. Muchas veces la paja te sirve para ponerte en contacto con tu lado más chungo y depresivo, cuando debería ser todo lo contrario (no hay nada más excitante que una masturbación en pareja, pero con tu pareja digo, no las pajas comunales que se hacían en ciertos círculos tinaiyers, que me diréis que nefasto ha de ser para el futuro presidente del gobierno de un país, o para el futuro presidente de una multinacional, que de repente salga un tipo que fue amigo suyo en el instituto y le recuerde que un día quedó con él y con dos amigos más, para pegarse un pajote mientras veíain la peli porno del plus un viernes que los padres de uno estaban de parranda, y que luego como les costaba correrse, se ayudaban mutuamente intercambiando manos pajeras).

Las pajas, por todo lo de comportamiento primario e instintivo que tienen, sirven como liberador de tensiones (y de esperma, claro) pero, como decía antes hay determinadas pajas, que cuanto tienes cierta edad sirven para recordarte lo triste de tu existencia. Tienes 33 añazos y sales de fiesta con tus colegas y acabáis en un sitio áltamente potórrico, lleno de jacas que se contornean cual avutardas en celo, mientras tú acostumbrado al típico reducto viejuno donde ponen Damms a 1 euro servidas por un cuarentón hippioso que fuma petas y tiene un poster de Jimi Hendrix en una pared, estás llorando extasiado por haber contemplado un pedacito del Valhalla, además encuentras que un par de tías te siguen el rollo y te arriman la cebolleta, pero cuando vas a pegar mordisco, zaas te pegan un cobrazo (esto es una dramatización de los hechos, nunca he visto a ningún amigo mío recibir una cobra, más que nada porque nunca han cebolleteado más de 10 segundos con ninguna jamonaca, y yo tampoco, demontres que tengo novia). Aún así, el calentón ya lo llevas durante toda la noche y, pero el bajonazo de la cobra te deja planchado. Llegas a casa pasadas las 5, después de comerte unos churros con chocolate (o unos morros con cerveza, el desayuno de los campeones) mientras ves que tus colegas se retiran a fornicar con sus parejas o ves que tipos más feos que tú han acabado liándose con las rubias de la cobra. En ese momento de soledad empiezas a darle al manubrio pa quitarte el calentón mientras piensas en lo triste de tu existencia: Con treinta y tantos y dándole a la zambomba como uno alivio sexual. Aún así no puedes dejar la pajilla a medias, y, mientras eyaculas cae una lagrimilla por tu rostro.

 Otro día hablaremos de la paja rutinaria, la que yo llamo Pajapisyalacama y que, en mis tiempos de soltería tenía incluso una letra que cantaba con la música del Sweet Home Alabama, y que era un oda a esa pajilla que te hacías antes de ir a dormir para quitarte las tensiones diarías. Dice así:

Paja Pis y a La Cama.

 Estrofa: Estaba sólo en casa/con mi enhiesto miembro viril/soñaba que me lo tocabas/y que me corría encima de ti, zaas/Luego tú te lo tragabas/con ojillos de perdiz/querías que te besara/quita guarra el semen es para tí.

Estribillo: Paja, un Pis y a La Cama/ya verás que bien duermes hoy/Paja Pis y a la Cama/ Lo mejor para dormir.(x2)

Estrofa: Ayer estaba en la bañera/con una mano en en un cojón/con la polla toda tiesa/subía y bajaba el pellejo/entonces tú te aproximabas/y me comías el bastón (to pa dentro guarra)/y de nuevo eyaculaba/y te caia en to l’ojo (que picor)

Estribillo:Paja, un Pis y a La Cama/ya verás que bien duermes hoy/Paja Pis y a la Cama/ Lo mejor para dormir.(x2)

Así es amigos, un claro ejemplo de humor preadolescente. Más adelante cuando salíamos a los garitos rockeros y ponían el clasicazo de los Lynyrd Skynyrd indignábamos a todos los rednecks patrios bailando la macarena mientras cantábamos nuestra particular versión. Cuánto daño hicimos al Classic Rock en nuestra adolescencia. Hoy en día cuando oigo esta canción es imposible no pensar en las pajas felices que te hacías en el lavabo mientras tus padres estaban en el salón, mirando los anuncios de colonia y ropa de la Muy Interesante a ver si veías alguna jamona escotada. Voy al Youporn un rato ahora que mi novia está en el curro.

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