Muchas son las cosas que deberían poseer la etiqueta del “¿Por qué a nadie se le había ocurrido antes?”: como las compresas que camuflan el olor de tus cuescos o esa ocurrencia que tuvo el monje Alcuino de York de poner un espacio entre las palabras. Sóloparaevitarcosascomoesto.
Pues hoy, dentro del mundo del JRAN ARTE, hay que añadir a la lista algo tan evidente como una obra de teatro sobre el último gran tesoro nacional de nuestro país: Luis Bárcenas. (Sí, sé que hay muchos más tesoros pero hoy, por simplificar -porque siempre es importante simplificar – me refiero a tesoros que no sean, por ejemplo, pelirrojas).
Nunca hemos ocultado en ente vlog nuestra devoción total y absoluta por el genio creativo del ex-tesorero del PP. Feck, incluso le dimos el premio de onvre del año 2013 desobedeciendo vuestras votaciones ¡Porque sentíamos que era nuestro deber antidemocrático dárselo! ¡Porque Bárcenas tiene razón y nosotros no! ¡Su rollo es el rock!
En el panorama artístico actual, con tanto hipster intentando que Madriz sea Nueva York, con tanto lobotomizado prefiriendo los Lannister a los Borbones (aquí ya hemos demostrado quién gana el duelo) y con tanto soplagaitas, en definitiva, queriendo sentirse dandy rechazando irracionalmente lo propio, es de agradecer el empeño de Alberto San Juan en la dirección y Jordi Casanovas en el guión para traernos la epopeya del mayor héroe que haya conocido el teatro mundial (y uno de los mayores que haya conocido el teatro portugués).
Porque sí. Porque Bárcenas es más que Hamlet, más que Macbeth, más que Julio César y más que Julio Iglesias.
La obra en cuestión es poner en escena las transcripciones del interrogatorio del juez Ruz a Luis Bárcenas. Sin tocar una sola coma. Lo que parece un “onvre, como instalación está bien, pero ningún jurado condenaría a todos los que te han mandado al carallo cuando les has propuesto ver ESO” se termina convirtiendo en un hallazgo ÉPICO, porque… ¿Cómo va ningún artit-ta – y Shakespeare menos – a comprender, imaginarse, aventurarse por los vericuetos de la mente de un creador de formas corruptas como Luis Bárcenas?
La fórmula del ‘teatro verbatim’ en plan documento social ya existía en la Inglaterra de Thatcher pero, claro, no tenían la genialidad de los sobres. Es lo que pasa cuando quieres hacer la corrupción en plan ‘gentleman’: el daño es el mismo pero la sosería y el putamierdismo son de un nivel superior incluso al de Urdangarín. Y por eso, en ente vlog, sí que no pasamos.
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Pedro Casablanc después de quitarse la gomina y la corbata |
La apuesta parte, entonces, con el partido ganado. La cuestión es:ya que estamos ¿Nos animamos a ganarlo como el España-Malta? La respuesta es que SÍ. Porque las actuaciones de Pedro Casablanc – sublime en su dominio de los tiempos, tono, aplomo, chulería y corrupción en general de Bárcenas – y Manolo Soto – brillante como Ruz, administrando con sutileza los tiempos de la comedia, en los que consigue caras de atchonburike cósmico con un microgesto que dura milésimas de segundo – podría decirse que son de otro planeta. Lamentablemente – o afortunadamente para los amantes de la corrupción creativa – lo que retratan sí que es de este planeta. And how!
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Manolo Soto: no infravaloren el aprenderse de memoria un informe judicial. |
No tuve la suerte de ver la obra en una sesión en la que estuvieron despelotándose de risa – y aplaudiendo a rabiar – las secretarias del juez Ruz y el propio Pedro Jota pero ustedes deberían ir para ver si, un día, tienen la suerte/instalación de que el propio juez Ruz se persone a verla (joer, todos somos humanos con nuestro ego y el momento en que Soto/Ruz increpa a la cámara cuando Bárcenas se pone a hablar de las dotes de ventrílocuo de José Luis Moreno generando el despolle en el patio de butacas – it actually happened en el juicio – vale su peso en oro). Pero no cuenten con ello: Ruz tiene que andar con pies de plomo y sin cometer un error para que no le hagan como a Garzón. Y plantarse en una sala tan rojeras como el teatro del barrio (antigua sala Triángulo) con banderas republicanas y tó… Pues como que tampoco hay que ponérselo tan fácil a la cuadrilla de Marhuenda.
Así que, por favor, no dejen de ver esta oVra. No me vale que aplaudan ‘Frost/Nixon’ – la mejor peli de Ron Howard hasta que hizo ‘Rush’ – y luego, como esnobs cutrongos que se creen salvadores de la patria porque se descargan series de cable de piratebay, pasen de ver este tesoro nacional. ¡No pierdan la oportunidad! (Y, por supuesto, hagan como yo: lleven la entrada en un sobre, que el taquillero se lo agradecerá).
Sugerencia para futuros artistas: ¿Alguien se anima con Ruz-Bárcenas: el videojuego para aifon? ¿Y para cuando una peli producida corruptamente por Menahem Golan y dirigida por Albert Pyun? ¡La Jrandeza espera! ¡Y los millones en sobres!