Manual del antihipster en 5 cómodos pasos.

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By Milgrom

4.5
(2)
Que haya gente vestida así en 2014 me sulibeya.

Barcelona es la capital europea del guayismo y de lo neocool. «Grupazos» como los Tu También lo saben e inician su gira mundial en la ciudad que ha desbancado a las medianías de Londres, Berlín o París como «city of reference» festivalazos como El Sónar, o el Primavera Sound aglutinan a los grupos del momento.Grupos que son famosos durante el tiempo que tardas en encontrar su single en Youtube, y que musicalmente son tan innovadores como Giorgio Moroder o Spagna; es decir que se han quedado copiando malamante a estos dos Titanazos y se limitan a ofrecer lo mismo, pero sin la calidad de estos. Bruce Springsteen, Pearl Jam, Muse o cualquier grupo que durante su primera etapa sólo seguían 4 freaks, se han erigido tambien en el adalid de la nueva modernidad conservadora, es decir de todos aquellos que peinan ya canas y que de jóvenes aborrecian discos como Born in The USA, Ten o el Showbiz; ahora son los mayores fans de discos mediocres como los que ha hecho el Boss desde Tunnel Of Love en adelante y se dan cita en masa como borregos, siguiendo a los pastores del Dominical del Periódico ya que les han dicho que eso es lo que mola.
De igual modo si vamos a la literatura, un autor un poco más elevado que Coelho, como es Murakami es encumbrado a la altura de Yukio Mishima y todo el mundo se ve obligado a recomendarte su Tokyo Blues o los otros libros cuyos títulos no recuerdo, y que tienen nombres tan rimbombantes que harían enrojecer de envidia a Lucía Etxeberría.

De golpe todo el mundo lee cómics, pero no los cómics que hemos leído toda la vida los palurdos como yo que llevamos toda la vida leyendo cómics, no. Ahora todo el mundo ha leído Maus, (pero no a Robert Crumb), ha leído Watchmen (pero no Wildcats), o leen cualquier mierdecilla pretenciosa y mal dibujada porque leer cómics, te da esa imagen de moderno abierto de mente y que está dispuesto a encontrar placer en cualquier forma cultural siempre y cuando venga reseñada en el Go Mag.

La Biblia.

En Barcelona no hay carpinteros y ebanistas, hay diseñadores de interiores. No hay reporteros gráficos, hay fotógrafos freelance. No hay camareros, hay creadores gastronómicos de esencias y sensaciones culinarias. Todo el mundo o es diseñador, o está escribiendo un guión o una novela, o trabaja en una productora.

Pero cual galos de una pequeña aldea de la región de Armorica, unos cuantos valientes resistimos, obviando tendencias, bares de modas, gustos impuestos y necesidades grupales de aceptación en la sociedad. Somos gente que jamás leeremos lunamigueladas,  y que, si lo hacemos, será para desenmascarar las verdades del barquero de esos libros engañabobos culturetoides. Jamás nos comeremos una cucharada de esencia de estramonio en su suflé de pipas de guano, porque donde estén una buena cervecica y unas bravas en la terraza de un bar de barrio. Si tú también te sientes alienado en esta ciudad tan chula de la muerte que ya ha caído en la autoparodia, aquí te damos unos cuantos consejos. Igual no te sirven para acostarte con la tipa más moderna y más cool de la city, pero vivirás mejor, más feliz y tendrás menos pero más placenteras raciones de sexo.


1-Empala bichos bola.

MATAR!!

Esta es opcional pero si empiezas por aquí definitivamente sólo puedes llegar a ser dos cosas o Ed Gein o Kevin Spencer. Nosotros lo hicimos en nuestra infancia y aún no hemos matado a nadie, así que estamos más cerca del bueno de Kevin. De pequeños mis amigos y yo éramos lo suficientemente tolais para pasar nuestras tardes de sábado jugando al Dungeons and Dragons, al Green Beret, al Ikari Warriors o al Hipopótamos Tragabolas,en un acto de desenfreno manual que luego nos vino muy bien al llegar a la pubertad y descubrir las cosillas que hacíamos  con nuestras cosillas. Nos aburría salir a una plaza a jugar a fútbol con matones que jamás captarían un sarcasmo, aunque John Mclane hiciera volar la Sagrada Familia, cogiera uno de los palmones de las torres y se lo introdujera por un orificio cualesquiera mientras un gorila en celo de 15 metros de alto, ondease una bandera que dijera: «Está siendo sarcástico». Eso sí la hostia te la ganabas igual. Así, como forma de canalizar la violencia en esos ratos en los que nuestros padres nos echaban de casa y nos mandaban al parque a jugar, ideamos una serie de ritos bichobolasatánicos, en los que mi colega y yo éramos las encarnaciones de Nyarlathotep y Azathoth para aquellos pobres oniscideos. Así que para aplacar nuestra sed de sangre les exigíamos a sus crias más gordas y las sometíamos a diversos ritos de muerte, siendo el más común el empalamiento en vida para luego pasar a ser pasto de nuestros heraldos las hormigas. En ocasiones especiales las torturas eran más crueles como dejarlos caer en una tela de araña y ver como la araña los encapullaba, pese a los penosos intentos de hacerse bola del bicho, y como su líquido vital era absorbido por la molona araña de jardín. O la más espectacular, la muerte por pop. En ella se aplicaba una lupa reflejando el sol al bicho, que moría quemándose mientras su cuerpo hacía pop-pop-pop como una palomita. Ahh… los pobres bichos bola de mi jardín tienen grabado a fuego y sangre el Holocausto que su raza sufrió entre 1989 y 1991.

2 – Escucha Schlager, la Lambada, AOR o Música Melódica Española antes de que lo hagan ellos.

Y si mezclas suecas y bigotón español mucho mejor.

Se han apropiado de todos los estilos musicales. Hasta de algo tan puro y noble como el Jevi Metal y el Punk de los Stooges ha sido adoptado por las hordas mierdiles. Ya no es raro ver a gentuza con flequillos grasiento luciendo camisetas de los MC5, los Ramones, los Stooges o Iron Maiden. Llevar camisetas jevis hace tiempo que es visto como una postura irónica en esos sectores, grupos ruidistas como Earth, Sunno (y añada usted cien paréntesis al fin de la o) Boris, que abandonan el metal para caer en terreno gafapastoso son parte de la culpa. Además, poco a poco se han apropiado de iconos del extrarradio como Chimo Bayo, el flamenco-pop de Camela y la música de los 80, o de sordideces tan inclasificables como el kraut-rock de Neu!, Can, Magma o Gong, porque según ellos anticipan al Post-rock de medianías como Mogwai, Explosions in The Sky, los agonias de Sigur Ros (joder si tu vida es aburrida no hace falta que me lo cuentes en 6 discos), o cosas inexplicables como Merzbow (joder no entiendo como hay gente que llama ruído a las obras del Ave y luego a esto lo llama música, falta de coherencia hay por el mundo). Ahora sólo nos quedan esos 4 estilos musicales puros, hasta hace poco quedaba también el Italo-Disco, pero los putos anuncios de mierda lo han acabado absorbiendo (con b, que estoy hasta los huevos de verlo escrito con v. Sorber va con b y de ahí deriva la palabra), bueno y Mark Gomley. Éstilos como el Schlager

La música de baile caribeña como la Lambada, el Baile del perrito, el Venao, Sopa de Caracol, El Tiburón. Seguro que no habéis visto a ningún tipo con barbas, camisas hawaianas, pantalones de pescar, zapatillas victoria y collar por fuera de la camisa bailar como bailan nuestros amigos de Banda Blanca. Eso es saber lo importante de la vida:  llevar pantalones blancos, camisa verde vómito de la niñadelexorcista, bigote y el peinado que te queda cuando sales de la ducha hace que tu vida sea 100% más divertida moviendo la cadera como El Juancar I de España no va a poder moverla jamás.

El AOR. Grupos perdidos en el tiempo y en el espacio como la isla de Lost, como Fortune, los Hiroshima, Alien, Masquerade, Last Autumn’s Dream, Big Bad Wolf, están tan olvidados y su música es tan poco actual que jamás serán reivindicados por nadie excepto por los pocos que jamás hemos dejado de escuchar Aor, y Hard Rock Melódico. Porque en el cardado se encuentra la verdad, porque una batería sin reverb no es ni batería ni es na, y porque no hay nada más bonito que un riff de guitarra flotando sobre un colchón de teclados. (Esto también se aplica al Hair Metal, aunque ahora que se ha editado en castellano The Dirt, la biografía de los Mötley Crüe, no se tardará en ver a empanaos creyéndose Nikki Sixx.)

Iba a poner a los cantantes de canción melódica española, pero los hijosdeputa ya nos los han quitado. Raphael cabeza de cartel del Sonorama.  Cantantes como Francisco, Paloma San Basilio, Juan Pardo, Emilio José o Braulio, ya son pasto de las hordas arrasadoras de la postmodernidad irónica. Joder con lo que me jode. Los 70 en España sirvieron para que artistazos como estos, dotados de una sensibilidad especial y de unas voces que ya quisieran para ellos titanes como Barry Manilow o Engelbert Humperdinck, llevaran la música melódica a unas cotas de popularidad y calidad que no se han vuelto a repetir. ¿O acaso no es Juntos la mejor canción española de todos los tiempos? Venga, ya lo que nos faltaba, fans del llorica de Nacho Vegas bailando Escándalo. Pero bueno, no nos dejemos amedentrar, como los fans de la morcilla de Burgos ante los stands de la Asamblea Nacional de Cataluña y reivindiquemos esa música, esos andares, esas letras, esa delicadeza, ese machismo inherente que sabe tratar a la mujer con la delicadeza que se merece, es decir, dejándola ser el receptáculo elegido para nuestro solaz y divertimento sexual. Luchemos porque mujeres como Mari Trini o Amaia de Mocedades sean la verdadera representación de la mujer española, la que te espera con el rodillo en casa cuando vuelves a las 4 de la mañana del puti. Recuperemos la esencia que nos hizo grandes.

3-Viste unos tejanos y una camiseta y péinate con raya.

Se han apropiado del bigotón que tanto defienden en Bigotónwatch, de los pelos largos, de los pelos cortos, de las patillas, de los flequillos, de los pantalones de pitillo, de los pantalones anchos, de todo. Incluso  del look de Urkel (o sea, me toca los cojones, que yo que iba más o menos así con 12 años era víctima del escarnio de todos y ahora resulta que es el aspecto que has de tener para ligar, joder porqué no se os ocurriría hace 15 años que me hubiera puesto las botas, panda hijosdeputa). Así que la única manera de vestir diferente es vistiendo como te vestían tus padres cuando te hacían la foto en el cole.

Creo que el look que hubo entre 1988 y 1995 ha sido el look menos erótico de la historia.

Ese peinado anodino que era el que te hacía tu madre hasta hace un par de años, pero que tú, en tu tontuna de adolescente, intentabas modificar de la peor manera posible, como usar kilos de gomina, dejártelo largo pero rapándote los lados, o simplemente dejabas que estuviera allí. Esos pantalones tejanos con dobladillo porque tu madre no quería pagar las 300 pelas del arreglo en la mercería de la Sra Lola. Esa camisa de estampado chiquitistaní, que luego usaría el nunca suficiente alabado Alfonso Arús para su mejor personaje, Nuñito de la Calzada, pero que tu madre te compraba después de que estuvieras toda la semana diciendo que la necesitabas para ligarte a la Susana de 2ºB, esa que en el fondo acabó siendo tu amiga del alma, mientras el porrero repetidor la hacía suya en el mirador de la Rabasada con la Yamaha Jog. Y tú, en cambio, jugando a Las Máscaras de Nyarlathotep en casa del Enric.




4-Vete a la discoteca de tu barrio o sal sólo en las fiestas de tu pueblo.

Reconócelo, en esos sitios tan modernos estás más perdido que un hijoputa el día del padre. Pasas más tiempo yendo a la barra e intentando explicarle al camarero lo que es un Glenfiddich, que bailando. De ligar ya no te digo nada, las tías sienten ante tí lo mismo que siente un fotógrafo de National Geographic con los yanomamis, un interés antropológico que se resume en la siguiente frase: «¡Joder, vaya mierda de sitio! ¡Dejan entrar a cualquiera!». Mientras tú, educado en las orquestas que tocan los gritits jits del momento y en los bailes aguantando el cubata con la oreja y el cuello, mientras mueves los brazos como las alas de un aguilucho antes de alzar el vuelo, piensas que las tienes a tiro. Reconócelo, jamás distinguirias una canción de otra y jamás tendrías un tema de conversación adecuado con alguna de esas mozas. Para evitar este choque cultural, agenciate cuanto antes un Calendario Zaragozano, donde te vienen marcadas las fiestas patronales y no te pierdas una. Allí, entre las mozas y zagalas de pueblo eres un auténtico Titán. Recuerda, para ellas eres un rico que viene de la Capital, en definitiva, aspiran a pegar el braguetazo contigo. Además, las orquestas que tocan en esas fiestas, viven de un repertotio en el que lo más moderno es el Agradecido de Rosendo o Zapatillas de El Canto de el Loco. Canciones que reconoces y que significan algo para tí, no como esos grupos extraños y repetitivos como The View, o Justice. Y ese momento especial cuando suenan los primeros acordes de trompeta del Paquito El Chocolatero y ávido de mozas agarras a la hija del Eufrasio, que se le han puesto unas berzas como dos aviones, para hacer el trenecito con ella. Si hasta Mike Oldfield la tocaba en sus conciertos en los 70 para dejar de aburrir a su público con las agonías del Ommadawn. Fijaos en lo feliz que está el público.






5-Tus drogas: Voll Damm o vino tinto y Bravas

El almuerzo anticool por antonomasia.

Nada de drogas chungas o con compuestos químicos extrañísimos, ni con nombres de coches o personajes de dibujos animados de los años 30. La cocaína provoca aneurismas y el cubata cirrosis. Durante toda la vida has visto a tu abuelo más sano que Benjamin Button a los 60 y todo gracias a sus raciones de bravicas y su cervecica. Abandona guayismos nada nutritivos y que son más una pose que una auténtica receta gastronómica. ¿Qué es eso de unos Huevos Benedictinos? La única posibilidad de comerme unos huevos de esos es siendo interno de un colegio de La Salle en Connecticut y el hermano O’Leary me estuviera amenazando con una regla de madera. Y aún así, me resistiría. Mucho. Y mordería. Tu abuela vivió feliz comiendo chorizos del pueblo, y siempre le importó un huevo las opiniones de los demás con respecto a su aliento. Abandona la hipocresía gafapastil de no disfrutar de un buen àpat por contener más de 1000 calorias. ¿No ves la cara de amargaos que tienen cuando salen por ahí, y lo flacuchos que están? Tú en cambio eres todo alegría y buen humor. Feliz con tus michelines y contento cada vez que hay una oferta en el Burger King. Ya lo decía Portrait en relación a algo suyo: «La felicidad está en las pequeñas cosas» y así está él de flacucho. Bigger is Better.

Hay más cosas que darán para futuros posts que iré haciendo paulatinamente, pero si quieres convertirte en un auténtico abanderado de lo Anticool empieza por estos sencillos pasos. Al principio será duro, porque poco a poco tus amigos te irán abandonando al ver que te alejas de su camino de sabiduria, pero has de ser fuerte y pensar que todo sacrificio es digno de su resultado, o ¿acaso creía John Bobbit que después de que le cortaran el pene iba a hacer pelis porno?

Y recuerden, seguramente encontrarán faltas de ortografía, pero nunca acompañando textos tan divertidos como los que aquí publicamos.

EDIT: Apreciados lectores. Es el signo de los tiempos, hagamos lo que hagamos jamás podremos desmarcarnos de la modernidad. Ya está, la normalidad ha sido absorbida como tendencia. Durante el tiempo que he estado haciendo la investigación y la escritura y publicación del texto, ha aparecido una nueva tendencia hipstera: El normcore, o como ir de normal pero con una postura irónica y mirándote por encima del hombro. Lo jodido es que, lo que llevamos años reivindicando desde mi anterior blog y desde este de dejarse de chuminadas y ser feliz con lo que cada uno es sin importar lo que piensen los demás, ha sido incorporado por algún cazatendencias de alguna revista de tendencias demierda de esas que le robas a veces a tu novia porque dan para paja; no vamos a ver un puto duro de esta implantación rebañística de nuestra forma de ser.

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