Cinco directores entre lo sublime y lo ridículo

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Todos podemos cagarla alguna vez. Lawrence Kasdan dirigió ‘El cazador de sueños’. William Friedkin, ‘La Tutora’. Ian Anderson hizo el ‘Under Wraps’. Rod Stewart, ‘Camouflage’. Yo he escrito el post ‘Los buenos freaks son los mejores amantes del mundo’ (un horror que publicaré la semana que viene aprovechando que está todo el mundo de vacaciones). Pero eso no es fascinante. Son pequeños pedos momentáneos, como algunas de las películas más flojas de Spielberg o la secuela de ‘La liga de los hombres extraordinarios’ de Alan Moore. Lo bonito es la gente que padece el equivalente creativo al colon irritable: capaz de alternar cagadas catúlicas de no tener que limpiarse con ÉPICAS diarreas. Aquellos genios que han tenido carreras que han alternado lo sublime con lo siniestro y con lo gilipollas. Repasemos los cinco directores más inconsistentes de la historia de Hollywood:

Mención Especial 1: John Landis
Porque esto no sería una lista de Vicisitud y Sordidez sin varias menciones especiales. Al principio, iba a nombrar a Ridley Scott. Pero lo suyo con ‘G.I. Jane’ fue un bache de ‘peli mediocre de alguien que fue grande’ y su trabajo de realización en ‘Prometheus’ es, aunque me pese reconocerlo tras aguantar ese terrible guion, decente. John Landis, por sus partes, pasó de hacer inmensas comedias a fracaso tras fracaso. Pero, si miramos bien su filmografía, no son grandísimos desastres (ni siquiera ‘La Familia Stupid’, finstro que defendemos en ente bloj), sino pelis simplemente decepcionantes. ‘Oscar’, ‘Superdetective en Hollywood III’, ‘Burke y Hare’… no es cine digno de un buen episodio de Cine Basura, sino películas que es mejor olvidar. Así que vamos a otro:
Mención Especial 2: Barry Levinson
Ahora, un director con Oscar. Algunos dirán que inmerecido. Algunos no tendrán ni puta idea. Porque al pobre señor se le ha tachado de ‘artesano’ sólo porque sus películas no son un coñazo. Pues no. Levinson tiene sus constantes en su obra como cualquier otro realizador (para el que le interese, se trata de una visión nostálgica pero realista de la juventud) y, aparte de ganar un Oscar por ‘Rain Man’, un pedazo de crowd-pleaser (lo cual quiere decir que automáticamente es buena película y que la mayor parte del mundo dirá que ‘No es para tanto’ simplemente para hacerse el interesante), fue el director de ‘El secreto de la pirámide’, que es una de las mejores películas sobre Sherlock Holmes ever y probablemente lo mejor en steampunk que se ha visto en las salas de cine.
No es que Levinson haya tenido grandísimas cagadas. Al fin y al cabo, esto es sólo una mención especial. Pero sí que es alguien del que no sabes qué puñetas esperar. Lo mismo te contrata a Mark Knopfler para componer la banda sonora de una buena sátira política (‘La cortina de humo’) que llama a Thomas Dolby para hacer la canción de uno de los fiascos más llamativos de los primeros 90 (‘Toys’). Y cuando fracasos que no he visto como ‘Envidia’ (ni un duro en taquilla) o ‘El hombre del año’ (directa a DVD en España) nos hacían pensar que estaba para el arrastre, se marca ‘The Bay’, un terror cámara en mano que ha conseguido el aplauso unánime del frikismo, si bien, por los problemas de la situación del cine en nuestro país gracias a ese imbécil con nombre de rebutreo que tenemos como Ministro de Cultura, ha acabado también directo a DVD.
Pero ahora pasamos a gente que tiene truños de los gordos. Desastres importantes mezclados con películas reverenciadas. Empezamos por:
5.- John Boorman
Balance: 2 megatruños vs 6 peliculones y muchas pelis interesantes.
Boorman es un loco sórdido. Eso ya lo dejó claro Marlow en su épico artículo sobre ‘El Señor de los Anillos’ cuando explicó la fumada que tenía en mente el director londinense para escupir sobre la tumba de Tolkien, desenterrar el cadáver, robarle la ropa y fumar su pipa con el culo en medio de la universidad de Oxford. Pero por lo que realmente pasará a la historia ente onvre es por el equivalente fotográfico a un chiste que nunca se desgasta:

Entre su consagración con ‘Deliverance’ (película que me aburrió, pero que aprecio porque originó toda una retahíla de clones de combate) y su éxito con ‘Excalibur’, el reputado director de ‘Esperanza y Gloria’ y ‘A quemarropa’ no es que se sacara de todo lo que es la zona reproductiva un par de fracasos: es que fueron sendos truños históricos que habrían acabado con la carrera de cualquiera.
‘Zardoz’ es esa película cuyo póster nos molaba muchísimo cuando éramos niños, pero que cuando la alquilamos sólo podíamos pensar en una cosa: “¿Estará todavía disponible ‘Ator El Poderoso’ si voy ahora a devolver esta mierda?”
¡Postapocalípsis! ¡Pistolas! ¡Una cabeza molona volante! Claro que, nada más empezar la película, ya nos la daba en la frente diciéndonos que lo que hacía esa máscara chula del cartel era vomitar rifles y gritar “¡El pene es malvado!”. Menos mal que luego nos enseñaban que esa frase era un subterfugio para engañar a la humanidad. Porque el mensaje de este extremo coñazo de película era positivo. Creo. No sé. Me dormí. Eso sí: lo que nunca llegué a entender era el porqué de la existencia de esta foto:
Connery con vestido de novia: Your argument is invalid
Pero ‘Zardoz’, al fin y al cabo, sólo era una película de ciencia ficción pretenciosa, algo que era más habitual de lo lógico en la época. Si le daban millones para hacerse una pajilla, pues se la hacía. ¿Acaso podría hacer algo mejor con más restricciones creativas y siendo sólo un director artesano de encargo?
Pues lo que hizo fue ‘El Exorcista 2: El Hereje’. Los que hayáis visto la película sabéis la respuesta: que la mierda que fumaba Boorman a finales de los 70 era mandanga de la mala. Esta debacle hizo historia al entrar en el libro ‘Golden Turkey Awards’ (texto fundacional del culto al cine-colonoscopia) como la segunda peor película hasta la fecha, sólo superada por ‘Plan 9 From Outer Space’. Sí: las rabietas fanboys en plan WORST MOVIE EVER ante blockbusters truños ya existían desde la creación del propio concepto. Pero es que la hostilidad fue tal que en muchos cines, los acomodadores se negaban a llevar su uniforme para que la gente no les reconociera y no les pegaran (true story). Evidentemente, no es tan mala como para esa posición histórica, pero está claro que los editores del libro, bien a sabiendas, bien por intuición, repartieron medalla de plata y medalla de oro entre dos de las tres vertientes del cine chungo: la mierda ignota (por aquel entonces nadie sabía quién era Ed Wood) y el castigo a la producción solvente lamentable. (Sigo esperando el momento en el que se le reconozca su lugar en este tipo de libros a la mierda pretenciosa)
Hay una fuerte posibilidad de que ‘El Exorcista 2’ sea la película importante más estúpida jamás hecha”, comentó cierto crítico. Y seguía: “Qué motivo más allá de la pura codicia ha podido llevar a un director como John Boorman, quien en algunos de sus anteriores películas mostraba una cierta inteligencia así como habilidad, a fraguar este apestoso potaje de bruja de turbulencia sin sentido
‘Nuff said.
4.- Bob Clark
Balance: 2 megatruños, 2 truñazos vs 3 mini clásicos y alguna peli de culto
¿Quién? Los más curtidos en el cine ochentero reconocerán el nombre de Bob Clark por haber sido el director de ‘Porky’s’. Los fans del fantástico, por ‘Black Christmas’. Y yo, que soy raro, por un drama telefilmesco llamado ‘Turk 182: el rebelde’. Pero los verdaderamente avezados habrán pensando automáticamente en ‘Unos peques geniales’, justo antes de irse a una esquina a replantearse qué están haciendo con su vida.
Yo a esta película le tengo cariño. No por ella en sí, válgame peich: sólo conseguí ver 20 minutos hasta que apagué la tele para irme al balcón a gritar como alguien que ha visto los abismos insondables de Ry’leh. Lo que pasa es que marcó el momento en el que decidí que en este blog sólo escribiría en tono de cachondeo en uno de mis artículos favoritos de nuestra primera época:
¿Acaso no sería maravilloso crear batallones de críticos suicidas que entraran en la cafetería de la filmoteca gritando proclamas a favor de ‘Unos peques geniales’? Sí, pero sólo si se hace desde el profundo convencimiento de que se trata de una gran película. En cuyo caso, probablemente se haga también desde una institución psiquiátrica.
‘Unos peques geniales’ y su segunda parte suelen estar siempre entre los primeros puestos del Bottom 100 de la IMDB. Y eso porque casi nadie ha visto las otras tres secuelas perpetradas tras la muerte del realizador que causan tal pérdida de neuronas a quien las ve que sospecho que están producidas con dinero Saudí con la intención de acabar con la civilización occidental.
Pero las dos películas de niños hablando no son las únicas aberraciones de Clark. ‘Karate Dog’ merecería un Videofobia, como su propio nombre indica. También fue el responsable de poner a cantar a Stallone con Dolly Parton en la hoy olvidada ‘Rhinestone’.  Y me da igual lo que digan los aficionados al cine de terror más oscuro: ‘Children Shouldn’t Play With Dead Things’, su cuarta película, es muy mala. Mucha hablar, poco humor y nada de terror.
¿Entonces, con tanto desastre, por qué es un director extremo? ¿No será que el pobre hombre era simplemente malo? Pues no: ‘Porky’s’ engendró todo un subgénero de clones de combate, lo cual ya es para darle una medalla. ‘Asesinato por decreto’ es una da las películas más interesantes sobre Sherlock Holmes (que aparece por segunda vez en este artículo… ¿Casualidad? No hay duda: por supuesto que sí). ‘Deathdream’ es de lo más original que se ha hecho con zombis. ‘A Christmas Story’ es una cinta desconocida en España, pero que alcanza el nivel de institución a la altura de ‘Qué bello es vivir’ en Estados Unidos. Finalmente, ‘Black Christmas’ es, según muchos, el primer slasher de la historia y la principal fuente de inspiración para ‘La Noche de Halloween’ (Y que nadie diga que hay que meter a Carpenter en esta lista por ‘Fantasmas de Marte’ o ‘Pro-Life’, porque me presento en su casa con una recortada y le digo amablemente que se vaya a tomar por culo).
3.- Joel Schumacher
Balance: 1 megatruño, varios truños menores vs un buen puñado de películas. Y Michael Douglas cabreado en ‘Un día de Furia’, que es un género en sí mismo.
¿Una sola bazofia de las gordas y está en tercera posición? Sí, pero… ¡qué truño, señores! Pocos desastres son tan míticos en nuestros días como el que perpetró Schumacher con ‘Batman y Robin’, película que destruyó la franquicia y en la que el director dio rienda suelta a una exacerbada gaycidad que ya había puesto en marcha en ‘Batman Forever (Alone)’.
Porque si escuchas hablar a Schumino, te das cuenta de que su amaneramiento sería digno de tener una carroza del desfile del Orgullo para él solo. Por lo tanto, sus pezones en los pechos de Batman y Robin y la frase mítica de ‘Ya no me lo monto contigo’ no son meros pedos mentales, sino sinceras muestras de autor.
Claro que ésta no es su única peli lamentable. El buen hombre lleva una racha de mediocridad tremenda: ‘La Masacre de Town Creek’, con Michael Fassbender haciendo de zombi nazi, fue directa a video y ‘Bajo Amenaza’ fue directa al estómago de todo el que pagó para verla. Pero Joel es capaz de mucho bueno. Suya es ‘Jóvenes Ocultos’, película que demuestra que se puede hacer una peli de vampiros emo sin que sea un coñazo ni trate sobre la pederastia. Porque de eso va ‘Crepúsculo’: de un tío de ciento y pico de años que se quiere calzar a una niña de instituto.
‘Flatliners’ daba yuyu, ‘Veronica Guerin’ fue una sorpresa,‘Un día de furia’ una película para la eternidad y la subida del candelabro en ‘El fantasma de la ópera’ hace que se me ericen los pelos de debajo del pene cada vez que la veo. Así que, ¿quién sabe qué Schuchumaquer saldrá en la próxima peli? ¿Michael  o Ralph? (Uy, perdón: que me he ido a otra disciplina)
2.- J. Lee Thompson
Balance: Un final de carrera de traca vs dos clásicos de cine y un montón de pelis del montón.
Ha asignado los dos primeros puestos de la lista a sendos directores que, al contrario que Schumacher, no es que alternaran desastres con clásicos: lo suyo fue una caída espectacular en los abismos del cine-colonoscopia después de haber sido los reyes de Hollywood. No estoy hablando de alguien como Tobe Hooper, que acertó a la primera y luego no tuvo nada realmente relevante hasta que Spielberg le dirigió medio ‘Postresgays’. Me refiero a nombres que hacen que Martin Scorsese moje sus calzoncillos con tirantes cada vez que da una entrevista para un documental.
Y es que J. Lee Thompson fue el director del original ‘Cape Fear’ (‘El cabo del terror’ en Espppppaña) y ‘Los cañones de Navarone’, la película favorita de tu abuelo o ese tío tuyo marinero que solo alquilaba cine de la II Guerra Mundial del videoclub (incluso nazi-sexploitation). Es comprensible que cualquier aficionado al cine le diera un ictus cerebral al leer que el director de ‘El Templo de Oro’ de Chuck Norris era el mismo tío que había hecho uno de los puntales del cine bélico.
Porque en los 80 Thompson tenía que comer, y los únicos que creyeron en él fueron Menahem Golan y Yoram Globus. Es como ser un guionista de tebeos retirado y que te digan que el único que te da una oportunidad es Rob Liefeld. Así que ya sabéis lo que tocó: media programación de Paramount Channel. Desde la vergonzosa ‘Las Minas del Rey Salomón’ hasta una de las últimas producciones Cannon, ‘Kinjite’, sobre el siempre edificante tema de la pederastia y con la que se despidió del cine y de su orgullo profesional.
1.- Richard Fleischer
Balance: Dos buenos truños (y, dependiendo de la nostalgia, añadan ‘Conan el Destructor’) vs cuatro clásicos del cine de entretenimiento, un clásico de la ciencia ficción seria, un clásico innovador en la narrativa cinematográfica… ¿hace falta seguir?
Siempre es más morboso ver cómo directores de grandes hitos del cine clásico hacen el ridículo. Las películas de antes de los 70 tienen esa pátina de gloria, de intocables y de incontestables que hacen que parezcan mejores de lo que realmente son. Caso práctico: la antes mencionada ‘Los cañones de Navarone’. Una muy buena película. Pero a la altura de cualquier otra buena cinta actual y quizá algo envejecida. Claro, que como es antigua, es automáticamente mejor. O, por poner otro ejemplo, mucha cosa que hizo John Huston. Pero ese genio alcohólico se merece un artículo aparte que llevo dos años postergando porque no tengo ganas de ver ‘Phobia’…
Está claro que Fleischer pertenece a otra liga que todos los mencionados anteriormente. ‘Soylent Green’, ‘Los Vikingos’, ‘Tora Tora Tora’ (en los tiempos en los que era fan de Tori Welles, siempre quise que se hiciera un remake porno titulado ‘Tori Tori Tori’), ‘El estrangulador de Boston’… Fleischer comenzó como artesano de la RKO y tuvo su primera película realmente relevante con ‘Testigo Accidental’, que es de esas que todo fan del cine negro tiene que ver. O sea: yo no. Yo soy más de monstruitos y de ’20.000 leguas de viaje submarino’. Lo cual hace más difícil digerir que ese mismo director fuera el que puso en imágenes la lucha de Chaurchenaguer y Brigitte Nielsen contra un dragón acuático de metal (sí: de metal) en ‘El guerrero rojo’ (que era ‘La guerrera roja’, pero los distribuidores españoles estaban demasiado desesperados por hacernos ver que la prota NO era una tía pelirroja. Que es justo lo que a mí me llevaría al cine ahora… los tiempos cambian)
Casi peor era ‘El pozo del infierno’. Que el director de ‘Viaje alucinante’ aceptara hacer la segunda secuela de una serie tan floja de por sí como ‘La maldición de Amitiville’ da pena. Ya había tenido sus traspiés hoy olvidados y que no serían suficientes para que entrara en esta lista como ‘Che’ (¡Con Jack Palance como Fidel Castro! ¡JACK PALANCE!) Pero se ve que quería levantar su carrera después…
¡JACK PALANCE COMO FIDEL CASTRO!

Perdón.
Sigamos:
Se ve que quería levantar su carrera después de desastres como ‘El cantor de Jazz’. Porque, si ya era tonto hacer un remake de una película mala cuyo único valor era haber sido la primera con diálogos sonoros, meterse a realizarla con alguien tan soso como Neil Diamond merece collejas hasta en el escroto. Así que aceptó una secuela en el 3D de moda en el momento y con bichos de goma. No lo dudéis si no la habéis visto: ‘Amitiville 3D: El pozo del infierno’ es tan tonta como dice su fama.
Ni ‘El cantor de Jazz’, ‘El pozo del infierno’, ‘El guerrero rojo’ o ‘Conan el Destructor’ (que funcionaba como peli para niños) son tan míticamente desastrosas como ‘Batman y Robin’, ‘Unos peques geniales’ o ‘El exorcista 2’. Pero es que ninguno de los directores de éstas había revolucionado la forma de narrar películas con algo tan soberbio como ‘El estrangulador de Boston’.
Así que Coppola: ten cuidadito con tus desastres experimentales. Otra peli como ‘Twixt’, que parece dirigida por Albert Pyun, y me obligas a reescribir este artículo para darte la primera posición.

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