uestro colaborador escocés Marlow se estrena en una modalidad muy querida en ente bloj: El Post Épico. Así que haré la introducción más corta ever y pasaremos ya al post en sí:

Con la buena noticia de la muerte del
jran John Huston, polifacético escritor, cineasta, actor y pervertido sádico, justamente laureado por haber dirigido clásicos como “Evasión o Victoria” y “Annie” (del mismo annus mirabilis – 1982), o sus legendarios papeles en cumbres del séptimo arte como “Myra Breckinridge” y comedias de Ringo Starr, los fans de Tolkien estaban de enhorabuena. Por fin Hollywood podría hacer una versión del “Señor de los Anillos” sin Huston haciendo de Gandalf en otro bodrio animado que convencía a la gente normal que el género fantástico era una mierda.

Lawrence Kasdan, inexplicablemente aclamado por ser el
auteur de una serie de pijos dramas aburridos con actores que a nadie le gustan, estaba en
Pole Position para hacer su versión de “The Lord of the Rings”. Su única incursión en lo fantástico nos muestra la bala que esquivamos cuando los executivos optaron por Peter Jackson: Kasdan escribió y dirigió “El Cazador de Sueños”. Una peli que parece un delirio de Paco Fox después de tres botellas de Irn Bru: con alienígenas saliendo del váter del nada interesante “cara de estreñimiento” himself – Damian Lewis -mientras come la caca del sórdido Tom Sizemore (
or something like that) bajo la mirada de Morgan Freeman maldiciendo su representante todo el rato. Y Stephen King diciendo – ¡como siempre! – que es el mejor filme basado en una novela suya y Kubrick era la mierda que el retrasado mental interpretado por el hermano feo de los Wahlberg tiraba a los monstruos para salvar al mundo.
Or something like that.
A pesar de su propio currículo con monstruos y mierda, el peludo y bajito Jackson se convirtió en héroe de todos los frikis del mundo, gracias en gran parte a un casting perfecto. Excepto Hugo Weaving como Elrond, que es inútil y feo. Y excepto el actor que hizo del marido de Galadriel, tan expresivo como el lacón. Y excepto el gordo y amanerado arquero que muere en el Abismo de Helm. Hay que reconocer que Jackson tiene una asignatura pendiente con los elfos.
Pero el reparto celestial parece un regalo del mismo Illuvatar, porque en muchos casos no eran las primeras elecciones o los preferidos de los suits.
Vamos por partes:
1.- Los Gandalfs
Sir Ian McKellen bordó el papel de Gandalf y ganó el cariño del mundo entero. Excepto los homófobos que querían a un hombre de verdad en este papel crucial. Sí: un macho heterosexual como los de antes. Para esos imbéciles, solo había un candidato posible: el actor más straight del mundo: Schon.
La verdad es que casi todo el mundo quería a Connery como Gandalf en el año 1999, pero, cual Pedro renunciando a Jesus, nadie se acuerda de esto ahora que estamos todos en el bando “mejor-que-McKellen-imposible”. Lo bueno de Connery es que no le da vergüenza reconocer que no le interesaba el papel. De hecho, hace poco dijo:
«Yo nunca había leído Tolkien, y yo no entendía el guión cuando me lo enviaron. Bobbits? Hobbits?«
A un servidor no le gusta presumir, pero soy amigo íntimo de Sir Sean desde los años 80. La relación con mi familia empezó antes: mi pionero tío Bobby introdujó el “Beso de Glasgow” en las peleas callejeras de Edimburgo, y el joven Tam Connery – así se llamaba por entonces – era su alumno más aventajado cuando había que dar cabezazos. Y, en el instituto, el Connery adolescente era compañero de clase del padre de mi mejor amigo cunado llegó de Inglaterra. Por eso el futuro amigo de Jesus Gil le acosaba durante años.
Pero nuestra amistad va más allá de una admiración mutua para Graeme Souness. Es artística. Dado que soy escoces pero con un dominio perfecto del acento castellano, fui contratado para ser el “voice coach” de la megaestrella en uno de sus papeles más celebres: el hidalgo español Juan Sánchez Villa-Lobos Ramírez en “Los Inmortales”.
Despues de meses de trabajo duro, el camaleónico Connery era capaz de imitar a la perfección mi impecable acento leonés cuando hablo español. Los incultos críticos y espectadores de todo el mundo, sin embargo, lo confundieron con el acento de nuestro barrio de Fountainbridge en la capital de Escocia.
Soy hereje, y sigo pensando que Connery podría haber sido un mago magnifico. Daria mi brazo derecho por la oportunidad de verle en el puente de Khazad-Dum. Y oírle shesheando al Balrog:
El
track record de Connery en pelis fantásticas es mítico. Su lista de aciertos es inarrancable, como: “Sir Gawain y el Caballero Verde” (¡
de la Cannon!), “El Primer Caballero” y “La Liga de Hombres Extraordinarios”, papel que aceptó sólo por resarcirse de haber rechazado el de Gandalf. Después de esta última, la reina Isabel captó el mensaje y le nombró caballero del imperio (sic) británico, pero con la condición de no volver
nunca jamás (¿Lo pilláis?) a salir en ningún otro filme con “caballero” en su título.
Pero la cumbre de su carrera en el género friki supremo es Zardoz:
Otro inmortal sabio, el Istari, Vicisitud el Violeta,
siempre dice:
“En el mundo de la sordidez, TODO encaja.”
Y el director de “Zardoz,” John Boorman, estuvo a punto de dirigir su propia película psicotrónica del “Señor de los Anillos” a principios de los 70. Lástima que no lo hiciera, porque su guion – para una sola peli de unas tres horas – es mundial. No solo tiene a los 4 Hobbits tomando setas alucinógenas (no os preocupéis, que ya llegaremos a Sylvester McCoy), pero como diría Schir Schon, tenía mucho, pero mucho, pero mucho ‘Shecksh’.
¿Qué tal Sauron follando a una elfa mientras hace la danza del vientre en un teatro Kabuki en Rivendell? ¿O un Saruman gay seduciendo a Gandalf en la misma obra? ¿O Boromir, Aragorn y Arwen (con solo 13 años) haciendo un trio bisex? ¿Galadriel follando a Frodo? ¿Eomer dando un beso francés a su caballo? ¿Merry quitando la ropa de Eowyn para que pudiera luchar contra el Nazgul desnuda? ¿O mejor un Aragorn necrófilo en su armadura penetrando a Eowyn cuando piensa que está muerta? (Imagen sospechosamente familiar a los fans de “Excalibur”)
I kid you not: todas estas escenas están en el guion de Boorman y Rospo Pallenberg.
Como no pudo ser, pasó a hacer su epopeya Artúrica “Excalibur” con el inmenso psicópata escoces Nicol Williamson, la muy sexy Helen Mirren (hay que reconocer que sigue siendo muy sexy) y, en un papel menor, un joven, pero aún así calvo, Patrick Stewart.
Después de la negativa de Connery, Peter Jackson ofreció al mismísimo, y muy sobrevalorado, Stewart el papel de Gandalf. Dijo que preferiría hacer un papel diferente, no le gustó el guión, y lo rechazó.
El aún más sobrevalorado Anthony Hopkins, quizás más famoso por su papel del Kellog ese dando enemas a la gente en su Balneario sórdido…
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«¡Mis heces huelen a pastel de manzana!» |
…tampoco aceptó un oferta de Michael De Luca para asumir el papel.
Jackson había pensado en otro excelente actor británico Nigel Hawthorne, famoso por “La Locura del Rey Jorge,” pero estaba terminalmente enfermo. Me encanta este actor, pero dudo que pudiera haber hecho bien el lado guerrero de Gandalf.
Tenian que empezar con un proceso de pruebas y entrevistas. Bernard Hill hizó una prueba. Christopher Lee ya sabía que era demasiado viejo para hacer de un mago que apenas tenía unos decenas de miles de años de edad. John Astin, el papa de Sean Astin, hizo una prueba, pero jamas fue candidato serio por la misma razón que fue rechazado Max Von Sydow, quizás más famoso por “El Exorcista 2” (otro clásico de John Boorman): Jackson y compañía querían a un actor británico.
En paralelo, un servidor lideró entonces una campaña para que otro escoces,
James Cosmo (esto es: Jeor Mormont), hiciera de Gandalf.
Inexplicablemente, ni siquiera salió en ningún papel en la trilogía, causa de una multa colosal para New Line dado que habrían desafiado un pilar del derecho internacional: que James Cosmo tiene que salir en toda película y serie de historia o fantasía épica.
Tom Baker era un candidato para el papel de Gandalf después de su breve, pero alabado, cameo como el moribundo rey elfo de Dungeons & Dragons.
Otra prueba que todas las pelis de fantasia antes de LOTR fueron una mierda.
¿Quién es Tom Baker? Uno de los dos lunáticos sórdidos (Que sí, que llegaremos a Sylvester McCoy) que han hecho de Doctor Who en la mítica serie de ciencia-ficción de la BBC. Como Nueva Zelanda es la otrora colonia británica con más relación con la madre patria, el frikismo de Jackson es muy inglés, y casi destrozó “El Señor de los Anillos” al considerar a Baker seriamente de candidato. Tiene una voz extraordinaria, es muy culto y divertido, pero sigue siendo un loco perturbado que no sabe actuar. Y habla de sus cagadas todo el rato; y su vida sexual. Es un poco como un Paco Fox mucho más mayor – y mucho más alto – de Liverpool.
Tom sobre ser católico devoto y hacer caca:

“
El tema básico de ser cristiano es la idea de que uno nunca está solo, porque Dios, está en todas partes. Entonces el tema de la intimidad es algo muy complicado… Los cristianos insanos, como los católicos romanos, creemos que los ángeles también lo ocupan todo… Si voy a los servicios no sólo está Dios ahí, sino que también tengo un jodido ángel sobre mi puto hombro. Es difícil entonces tener una evacuación intestinal rabelesiana como que a mí me gustan.”
Tom sobre viajar en transporte público como jubilado
“Vi a una mujer anciana hace poco en el tren en cuyos dientes podían verse los restos de la comida de la noche pasada. E imaginé lo que Bruce Willis haría en ese instante… ‘Perdóneme señora…’ – y entonces empecé una especie de pantomimas simulando dispararle con un arma.”
Tom sobre su vida sexual
“Recuerdo a una chica…Creo que de California. Ella quería pagarme el billete para que la fecundara. Me dijo que algo así requeriría al menos dos días; me recogería en el aeropuerto e iríamos a un hotel, donde yo podría… e…eyacular. “Puede que no sea un placer para usted, me escribió, porque tengo 57 años, soy toxicómana con el cuerpo destrozado y la cara desfigurada…¡Y todo eso por mi interpretación en Doctor Who!»
Definitivamente, el bueno de Tom habría sido el peor Gandalf de todos los candidatos considerados.
O el mejor.
Estén atentos para la segunda parte de este post épico: ¡Los Beatles!¡Stuart Townsend!¡Bill Bailey! Y, sí: ¡Sylvester McCoy!