Muchos podrán decirle a Angus y Malcolm Young que sus riffs
de guitarra tienen menos variedad que la dieta de un freak con un Día en el
portal de su casa. Y ellos les tocarán ‘T.N.T.’ y les preguntarán si alguien que
no sea un disminuido psíquico podría cansarse de oír eso cien veces seguidas. Y
la gente verá que tienen razón y volverán a su casa diciendo «un hogar en
el que no esté el ‘Let There Be Rock’ ni es un hogar ni es ná».
artículo que vendrá a continuación, más bien debería decir un carallo dentro de
unos calzoncillos sin lavar – a la hora
de aspirar a la más absoluta Jrandeza. Me refiero, claro está, a sus letras. Su
celebración del sexo, droghas y rósandrós no es particularmente original ni
diferente del comomolismo hiphopero. Sin embargo, la forma tan
«ingeniosa» que tienen de hacerlo, con multitud de creativos dobles
sentidos produce un grado de vicisitud, vergüenza ajena y placer culpable que
en EsP-P-Paña no conocíamos desde los tiempos de esas Jrandes revistas
protagonizadas por Juanito Navarro y Raúl Sender.
ingenio con versos que pedían ser enunciados bien con un movimiento de los
dedos pulgar e índice extendidos –»¿lo pillas, lo pillas?» – bien con
un picarón guiño en plan la ‘Bim-bam-búm’ de Aída. Todo un puente entre
generaciones, desde luego.
siempre 14 – canciones de AC/DC cuyas creativas e ingeniosas alusiones al
follar sin observar unos mínimos de higiene les harán retorcerse de dolor y
placer al unísono. Ser los más jrandes no se logra sin cierto sacrificio.
On You
considerado de pésima educación. Yo le he hecho en reuniones en Londres creando
sumo espanto y revuelo con mi inconsciencia. De ahí las expresiones «put
the finger on» o el «pointing fingers». Afortunadamente, estos
australianos tós ciclaos tampoco están para sutilezas, así que deciden tomarse
la expresión en su sentido más estrictamente literal y atacar al clítoris sin
mayores delicadezas. Sí, como quien hace una traducción a la ‘From Lost to the River’. La cosa
quedaría en un: «Desde luego que puse mi dedo sobre ti/ Es la llave que
abre tu puerta/ He burlado tu seguridad (…) entrando por la puerta principal/
Lo sientes en tus tobillos, en tus rodillas, en tus muslos… ¿Me sientes?»
«Qué duro soy, y no como esas mariconadas de los cuarenta
demenciales», que un título como ‘Hard as a Rock’ terminó pareciéndonos
otra celebración más de la auténtica Caaaañaaaaa. Sin embargo, una visión no
particularmente atenta a la letra de este late-day-classic de AC/DC, nos
demuestra que la iconografía rockera manejada es más bien la del «a quien
nos llame maricones, le inflamos a hostias y nos follamos a su hermana».
En efecto, leer «Sus patatas calientes/ Te elevarán/ Su mal
comportamiento/ te dejará firme y orgulloso/ Duro como una roca».
tuvo que venir Brian Johnson a explicárnoslo.
tirando alegremente de slang, y haciendo que la gente se pregunte «¿Qué
cojones es eso de ‘Two’s Up’?». Lo que ocurre es que, en plena era de
Google, uno puede teclear «Two’s up» en el buscador de imágenes y
decir «¡Ah, la muchacha ensartada cual pollo asado!». Habrá, lógicamente,
quien replique «No, malpensado, hablan de un juego australiano que
consiste en un palo con dos monedas y… (pausa incómoda)».
letra: «I go, you go, she go,
we go/ Two’s up, it’s a two’s up/ Give me head, give me tails/ Give me doubled
up and coming doubled over on the rails». Y, claro, un grupo con el nivel
de sutileza de AC/DC nunca podría pensar en correrse con los verbos
«come» y «go» o que «give head» jamás de los
jamases ha significado comer mingas. A quien piense eso sólo puedo decirle que
el dinero gastado por sus padres en veintitrés años de escolarización en el
Opus Dei ha sido dinero bien invertido.
Sabrina a Samantha Fox, AC/DC entró a mano armada en el blues clásico y
convirtió a sus maestros en aprendices. Donde Muddy Waters o Robert Johnson
lloraban por la mujer perdida, Bon Scott entendía bien lo único que le podía
dejar una mujer que le abandonase: ladillas.
supera y mejora a Gershwin, juega con el ¡nunca antes visto! doble sentido de
«Crabs» (ladillas/ cangrejos) para, desde la primera estrofa, lograr
proporcionarnos un desaforado dolor de genitales: «Se movieron hacia
abajo/ Reptaron por los alrededores/ Andando de lado…» y lo remata con un
«Gime me the blueeeees…». ¡Claro que sí! ¡Eso es la auténtica
tristeza! ¡Eso es poder decir «me das dolor de huevos» con todas las
de la ley!
cuenta y riesgo – puedo avanzar epopeyas vinculadas a rascarse, ir al doctor,
aplicar ungüento («Blues ointment») y cuando, por fin, unos picores
son sustituidos por otros, irse de putas para volver a iniciar el ciclo.
Nietzsche nunca logró explicar tan bien lo del ‘Eterno Retorno’.
logro que saltes/ Te garantizo ese «poquito» que necesitas/ Te aviso,
«I’m coming for you»/ Disparo de amor, disparo de amor…».
¡Cuidado!
Brian Johnson logra hacerlo todo más sucio y pegajoso. Y no era la única
canción de ‘The Razor’s Edge’ sobre eyacular jovialmente. Ya el primer single
del disco hablaba de unas señoras muy amables que trataron muy bien a un
agradecido Brian que les decía «Can I come again, please?» y es que
había sido… Thunderstruck!
uno de sus discos ‘Shot of Love’… ¡y logró que nadie hiciese comentarios
maliciosos! Y es que Bob camina en una fina línea que nunca le ha interesado a
nuestros australianos favoritos.
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Everybody wants some. |
en un terreno en el que es harto complicado sacar connotaciones sexuales como…
el billar.
pidiendo guerra a unos billares da pie a versos como «She wanna get a
shot» (sí, de amor) y «hit the spot». Poner las bolas en la mesa
– «rack ‘em up» – cuando «the rack» son las tetas es, en
términos futbolísticos, dejar la portería vacía. Y AC/DC siempre tiran a gol.
oscuro de «sumergir lo rosa» fuese entendido en todo el mundo no
angloparlante. La excelente realización del vídeo dejó las cosas bien claras.
Como debe ser.
Bush
tanto «arbusto» como «potorro» es algo que el idioma inglés
viene celebrando desde la Edad Media, con poemarios como ‘The bird – otra forma
de llamar a la minga – in the bush’ (no llega al nivel de Almodóvar en ‘Mujeres
al borde de un ataque de nervios’ con el «Mira el conejito como se come el
nabo», pero no es plan de desetimar sordideces, vengan de donde vengan).
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Necesitamos la versión cock rock YA. |
arbustos y se marcó un «Yo estaba hablando de pájaros/ Y tú estabas
hablando de abejas/ Y él estaba de rodillas/ ‘Beating around the bush'».
Esa expresión inglesa significa «Dar rodeos para decir las cosas».
Pero está claro que eso de dar rodeos no suele hacerse de rodillas. Bon Scott,
en definitiva, nos estaba cantando una bella oda a la exploración de moquetas
que terminaba con un emotivo «Puedes masticar y puedes escupir».
Long
limpio…». TODA la canción follando y uno de los mayores éxitos de AC/DC en
el segundo disco más vendido de la historia. A veces hay que tener fe en el
género humano.
told me to come/ But I was alredy there». Por fin, AC/DC habían logrado el
sueño de emular a uno de su héroes: Chuck Berry cuando conseguía que todas las
señoras cantasen ‘My ding-a-ling’. Más de 20 años después de ‘Back in Black’,
nuestro amado Gunther volvería a lograrlo con ‘Ding Dong Song’. Pero esa es
otra historia.
a repetirlo las veces que haga falta (provocando sólo el cansancio entre los
fans de Los Planetas, como Letizia Ortiz) sino que consigue que tu música
sobreviva a todas las décadas.
AC/DC abordaron el tema de una forma frontal y comprometida. Que es lo mismo
que decir «¡Los cojones voy a dejar de follar, te pones chubasquero y
listo!».
retransmisiones de más celebrada gaycidad, era imposible hablar de F1 sin
pensar en follar: «¡Las gomas no van a aguantar!». Pues lo mismo
decía Brian Johnson «I gotta keep those tyres burning/ I gotta keep that
engine clean». Ahí, ahí, hay que cuidar el aparato con las gomas.
preservativo: ¿En qué forma podía justificar un verso como «I don’t need
no life preserver»? Muy sencillo, diciendo a continuación «Baja tu
cabeza y chupa (get your head down and blow»). En ambos casos, con condón,
o sin condón durante el sexo oral, el mensaje estaba claro: «Tienes que
mantener limpia esa serpiente».
dicho perro es porque así es la frase hecha en inglés. ¡Anda que no les hubiese
gustado darle un hueso a la perra (bitch)! Pero los juegos de palabras
ingeniosos son los juegos de palabras ingeniosos…
es una perra: «Me está chupando hasta que me quedo sin munición». La
chica no era una estrella de Playboy, pero le llevaría al cielo y le haría
explotar en Marte: «Vuelve a usar su cabeza… Y yo sólo estoy dándole un
hueso al perro».
perro es masculino. Lo cual, en un disco que es todo un sentido tributo al
fallecido Bon Scott tampoco está tan mal. El mito sobre su bisexualidad es algo
que hará que Internez siga activa forever.
Scott lo interiorizó para este temazo que abría el ‘Let There Be Rock’. Lleno
de romanticismo, hacía toda una declaración de amor hacia varias mujeres como
Ruby o Mary («Nadie lame ese palo tan bien como tú»). Y, por ellas,
estaba dispuesto a…
sobre bajar al pilón jamás compuesta! «Frótalo/ Sigue igual de dulce y
pegajoso», por supuesto la chica le corresponde igualmente: porque el
pilón es patrimonio de la humanidad.
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(de ‘El empollón integrista’: jran blog) |
una versión: griten sobre los acerados riff de Angus y Malcolm «¡¡Pi-lón!!
¡¡Pi-lón!!». ¡El éxito, la fama y groupies de todo sexo y condición están
esperándoles!)
Into You
canciones o porque es el que más delirantemente trata SÓLO de follar? Aunque
sólo sea por joder, me apunto a lo segundo.
dentro de ti» le garantiza a este temazo un lugar en el podim. Pero la coplilla profundiza – anda, qué palabra más bien elegida – en su tema sin ningún
miedo. Arranca diciendo que su maquinaria le permite conducir toda la noche
(ay), y que ha destruido reputaciones con su artillería (ay, ay, ay…). Pero
entonces llega el estribillo. Y el dolor. Cualquier ser humano se sobrecogería
si Brian Johnson le dice que quiere poner todo su amor dentro de él o ella.
Pero… ¿Qué sentiría si redondea esa frase no solo con un «babe» sino con un
«déjame cortar tu tarta con mi cuchillo?
señor del butano.
mayores. Y, créanme, vale mucho la pena que se vean el vídeo con toda la letra,
porque me cuesta mucho seleccionar un solo verso.
vez más, como en ‘Crabsody in Blue’, el hecho de que, en el juego del amor, uno
puede encontrarse con múltiples y variadas «herencias recibidas». En
este caso, usa la metáfora del poker para decir «Cómo iba yo a saber que
ya la habían barajado antes/ Me dijo que nunca había tenido una escalera de
color/ Pero ese tatuaje en su pierna me debería haber avisado/ de que tenía la
carta que me derrotaría/ Tiene el comodín»
Es lo que pasa cuando te dan las cartas «del fondo de la baraja».
historia de la música existe un ‘Tour de Force’ sórdido, ese es ‘Big Balls’.
«pelotas» como «bailes», Bon Scott se lanza a un juego de
dobles sentidos que lograría que Juanito Navarro se levantase del asiento con
los ojos llenos de lágrimas, comenzase a aplaudir un 15 de septiembre y
terminase un 16 de agosto. Lástima que Juanito Navarro no supiese inglés. Y que
esté muerto. Y Bon Scott también.
debería estar en su tumba. Momentos como «Si tu nombre está en la lista de
invitados/ Con nadie lo pasarás mejor/ todo el mundo sabe que tengo ‘Big Balls
of fire» sólo pueden ser superados por «Tengo los cojones más grandes
de todos». Por favor, tómense el tiempo para saborear esta joya del
‘Double Entendre’ y celebrar, hasta el fin de los tiempos, los cojones de Bon
Scott. Nadie podrá tenerlos más grandes.