El Pequeño Coloso de la Sordidez: Ringo Starr

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Nueva colaboración de nuestro corresponsal escocés Marlow, ese onvre cuyo estilo literario ha sido descrito como el equivalente narrativo al uncanny valley. Esto es: el texto está en español. Pero hay algo raro que no puedes señalar con exactitud que lo distingue de cualquier otra entrada de blog de Espppppaña. Tras nuestro artículo de los discos más sórdidos de ex-Beatles, Marlow se dedica a repasar la carrera del miembro más sórdido y maravilloso del grupo: Ringo.

¿WTF? No, gracias, Ringo. De verdad, no gracias.

Mientras lees este blog, un hombre antaño guapo que ahora, después de liftings en la clínica de la Dra. Cecilia Giménez, parece una vieja lesbiana, Paul McCartney, está trabajando en su enésima pieza “sinfónica” para unir dos mundos históricamente enfrentados: la música clásica y la música popular. Y siempre lo consigue: porque a nadie de las dos culturas le importa tres cojones sus soserías orquestales.
El joven guaperas de los Beatles en la plenitud de su buenorrismo.

Ecce Macca, JJOO de Londres, verano 2012
McCartney esta trabajando en su remota granja en Mull of Kintyre en Escocia, escuchando la lluvia torrencial incesante que, desde hace 40 años, no le deja ver el paisaje supuestamente precioso que el de la inmobiliaria le prometió cuando compró la finca.
Una habitación con vistas (Casa Macca, Escocia, verano 2012)
Sir Paul lleva un jersey de cuello alto que pica mucho, hecho de lana que el mismo esquiló – de forma humanitaria, claro – de los corderos (cada uno con un nombre simpático escogido por Paul) criados por el mismo desde su nacimiento a base de las deliciosas salchichas vegetarianas inventadas por su primera esposa, Linda.
¿Dónde esta Linda ahora? Si, la fiel, graciosa, cariñosa, rica por sí misma, inteligente fotógrafa norteamericana que realmente le quería. No como sus recientes parejas con sus faltas de piernas y malignos planes para quitarle su fortuna.
¿Quieres casarte conmigo, Paul?
Entretanto, un hombre que siempre ha sido bajito y feúcho, Ringo Starr, esta en la habitación de su mansión en Monte Carlo haciendo el amor con su todavía guapísima esposa, la mejor Chica Bond de la historia, Barbara Bach.
Mi pregunta es: ¿con cual de ellos cambiarias tu vida?
Como ser Fab en la cama.                  Cómo hacer el imbécil en la cama.
Que sí, que McCartney tiene aún más dinero. Que sí,  que McCartney ha escrito muchas más y mejores canciones. Que sí, que McCartney congrega a más personas en sus directos.
¿Qué más da? Porque Ringo ha hecho muchas más, y más jrandes, películas sórdidas. Decía el Santo Bill Hicks en su apología de las drogas que the Beatles estaban tan colgados que hasta dejaron a Ringo cantar a veces, pero la prueba de la locura de las drogas en los años 60 y 70 es que muchos productores pagaron un montón de dinero a Ringo para actuar en sus bodrios.
La verdad es que el chaval empezó bien en el cine. Hasta tenia cierta gracia haciendo de si mismo en las comedias de Richard Lester. El problema vino cuando Ringo empezó a crearse actor. Hizo una seria de películas de tanta mierda que ni Paco Fox es capaz de verlas. Y al decir “mierda” no estoy hablando sólo en plan metafórico.
Exhibit A. “The Magic Christian” (el titulo español es – de verdad – “Si quieres ser millonario no malgastes el tiempo trabajando”)
Si, es lo que piensas: Peter Sellers y Ringo, como padre e hijo, tirando millones de libras a una piscina de caca para reírse de la gente normal que “se moja”. 
Y, para más inri, era la película más decepcionante de la vida del joven, y muy pervertido, Marlow: cuando oí que salía Raquel Welch como dominatriz, estaba convencido que tenia que ser la mejor ovra maentra del séptimo arte, daba igual lo que dijeran los críticos y los pocos espectadores que pagaron a verla. Pero no, solo descubrí que era otro filme penoso de Raquel, cuya filmografía de la época esta al altura (¿bajura?) de la de Ringo.  
Ringo haciendo lo que tu también harías en su lugar.
La peli es muy representativa de la carrera del cine de Ringo: muchos amigos famosos pasándolo bien en una tontería que insulta la gente normal y tortura el publico.
Por supuesto, tiene guion de Terry Southern, el pesado hippy “genio” sin gracia alguna que tuvo la suerte de trabajar con Kubrick en “Teléfono Rojo” y pasó el resto de su vida escribiendo idioteces.  Suyos son los legendarios diálogos socráticos entre Dennis Hopper y Peter Fonda en “Easy Rider” que consisten en dos horas de poner “man” al final de cada oración, cuando cada oración solo consista de “What’s up, man?” ó “No shit, man.”
Southern era amigo intimo de Ringo, y, de hecho, había escrito el primer personaje para el músico de Liverpool que no estaba basado en su vida real – el jardinero Mejicano (sic) Emmanuel del desastre de 1968 “Candy”:
Aquí vemos por primera vez en acción el método Ringo de actuar: hablar como un moñas con voz lenta y monótona y con acento raro. La única sorpresa es que el acento raro aquí no es el de Liverpool. Como muestra de la profundidad de su preparación para la peli, Ringo intentó – sin mucho éxito, hay que reconocerlo – usar el acento del país de Gales.
“Candy” reunía muchos de los sospechosos habituales de las infames películas sórdidas, aburridas y estúpidas de la época: Richard “Barba Azul” Burton, Marlon “Los Últimos Juegos Prohibidos” Brando, James “Demasiados Secretos Para un Hombre Solo” Coburn, John “Myra Beckinridge” Huston, y Charles Aznavour “As himself” para hacer de repugnantes viejos verdes ricos humillando sexualmente una joven actriz guapísima. El reparto perfecto.
El siguiente trabajo de Ringo para la pantalla le ofreció la posibilidad de hacer de norteamericano por primera vez en el Western Italiano rodado en España:
Como todos los ciegos, el justiciero tenia un sentido de la audición perfecto. Por eso la voz de Ringo fue doblado por un yankee de verdad.
Dada la histórica tradición española de tener a lideres feúchos y con bigote o barba, me sorprende que no nombráramos a Ringo jefe de gobierno por aclamación popular por aquel entonces.
Su próximo paso seria hacer de Merlín – lógicamente – en “Hijo de Drácula”. A falta todavía de ver al inefable perturbado escocés Sylvester McCoy como Radagast en “El Hobbit,” un señor que metía hurones vivos en sus calzoncillos mientras tocaba las cucharas para “entretener” a los niños británicos en la “hora infantil” de la BBC en los años 70, (¿y me llaman a mi pervertido cuando digo que Raquel Welch con látigo me pone?), Ringo puede presumir de haber hecho el peor mago de la historia del cine:
Al lado de Ringo en el reparto, y como el peor Drácula de todos los tiempos, el jran Harry Nilsson. Harry era un alcohólico realmente perdido y tenia el don de ser tan gafe para el cine como su amigo Ringo – véanse epic fails con bandas sonoras suyas como “Skidoo” de Otto Preminger ó “Popeye” de Robert Altman – hasta su suicidio artístico definitivo, en un acto de Harry-Kari: hizo una película calamitosa con otro amigo común, Terry Southern, de nuevo, y Whoopi Goldberg en los años 80.
Nilsson murió joven, pero no tan joven como otros dos estrellas de “Hijo de Drácula” – John Bonham y Keith Moon. No solo eran rivales de Ringo para el titulo de batería mas famoso del mundo por entonces, sino que también eran compañeros de copas. Muchas copas. Muchísimas copas.
Si no fuera porque Moon era padrino del hijo de Ringo, Zak, cabría preguntar si Starr Sénior no fue acaso asesino en serie de otras figuras de los tambores del Rock: murieron en circunstancias sórdidas tanto Moon, como Bonham, como Carl Palmer. Lo se: Palmer no murió ahogado en su propio vomito; le pasó algo aún más horrible: toca en Asia.
(Una faceta poca conocida de Ringo es que es también pintor. En una de sus obras, recordó a otros dos amigos músicos que murieron jóvenes: Pete Ham y Tom Evans de “Badfinger”. Fueron ellos los compositores del gran éxito de Harry Nilsson “Without You” y los cantantes del tema principal de “The Magic Christian” muy a su pesar: Paul McCartney abusó de su poder en la época para forzarles a usar una canción suya. But I digress. Hace un par de años, Ringo pintó un cuadro conmovedor como homenaje a los dos: 
Is there no end to this man’s talent?
Quizás lo mas patético de “Hijo de Drácula” es que aparece un viejo actor de verdad venido a menos, Dennis Price, que dijo que incluso era preferible salir en pelis de Jesús Franco que trabajar en tal monumental perdida de tiempo. ‘Nuff said.
En lo que es, seguramente, su única buena decisión de los últimos 40 años, otro músico del Prog, Rick Wakeman, rechazó una invitación a tocar los teclados en Asia. Pero la sádica diosa fortuna le tenia reservada un destino igualmente penoso: no solo perpetró la música para la siguiente peli de Ringo, sino que además hizo un cameo como “Thor” en “Lizstomania”, filme de otro de los avales del cine de mierda: el eterno “enfant terrible geriátrico,” Ken Russell.
Los carteles prometían diversión para toda la familia (Manson):
Y, como siempre con Ken Russell, las películas son aún más horripilantes. Pero nuestro Ringo era capaz de imponer su talento para actuar mal y sobresalir como el más sórdido de todos haciendo del Papa (el de Roma, no de los platos de restaurantes en América Latín):
El look de Ringo creó escuela y tenia efectos colaterales no deseados:
Pero, también, tiene su lado bueno porque Ringo es, además, una fuente de inspiración inagotable para cineastas adorados por los frikis del mundo.
Como George Lucas. De Ringo procede una de las ideas centrales de la saga de la Guerra de Las Galaxias (tan buena que Lucas tuvo que repetirla – con osos de peluche – en la tercera):
Mejor nombre de banda ever.
Como Luc Besson:
“The Very Best of Ringo” significa “CD Virgen” en inglés
Como los creadores del terror asiático que tanta asusta a Paco Fox:
¿Vas a tocar la batería ó comer el sushi, Ringo?
Y el hombre no paraba de hacer sus propias pelis para el cine chungo:
Y así conoció a su guapísima esposa:
Ringo pensando lo que tu pensarías en su lugar.
Por desgracia, hacer de marido de una las mujeres más bellas del mundo apartó a Ringo del mundo del cine a partir de “Caveman.” Desde entonces, solo ha hecho “intervenciones especiales” a petición de amigos dementes. Pero Ringo había conseguida algo aún más bonito que una esposa hermosa: dar esperanza a todos los short-arses feos y graciososos (si: he escrito “graciososos”) del mundo.
Y no ha parado de ser una especie de santo sórdido haciendo obras buenas en el mundo. Fundó su ONG “Ringo’s All Starr Band” para dar refugio a viejos estrellas del rock y pop que no han tenido un hit desde hace más de 20 años. En cada gira, cambia la configuración de la banda. Mi formación preferida era del 2001:

Ringo Starr – batería, voz (por llamarlo algo), barba buena, buen rollo.
Roger Hodgson (Supertramp) – guitarra, voz (amanerada), teclados, barba que da grima, ligera sensación que no puedes dejarle a cargo de los niños.
Ian Hunter (Mott The Hoople) – guitarra, voz, peluca absurda, filosofía feminista moderna: “Todas las groupies te dan ladillas. Lo mejor es que te hagan una mamada y luego puedes azotear sus culos cubiertos con acné y mandarles a casa en taxi.”
Howard Jones – teclados, voz, pero sin su inútil bailarín calvo de los 80.
Greg Lake (Emerson, Lake & Palmer and King Crimson) – bajo, guitarra, voz prodigiosa, el JM Prada inglés – el terror de los buffets libres © Paco Fox, 2012 
Sheila E. – batería, voz, mujer atractiva pensando “¿Qué demonios pinto yo aquí?”
Mark Rivera – saxófono, tambores y bongos, philharmonica, flauta. No tengo ni puta idea de quién es,  pero la lista de los instrumentos que toca da asco.
La verdad es que toda la gente que conozco que ha visto the All Starr Band dice que es una pasada. Solo es cuestión de tiempo hasta que el Sr Paul Rogers – ídolo de Don Vicisitud y Sordidez – se una a la banda con Jeff Lynne de la ELO para cantar juntos uno de los éxitos de Ringo de los 70 escrito por Harry Nilsson:
Será el “Dream Team” sórdido definitivo: Ringo y Paul Rogers “Electric Boogaloo” for real.
Dado su falta de hits en las ultimas décadas, Paul McCartney había sido candidato para recibir la llamada de Ringo invitándole al “All Starr Band”. Eso si, Ringo había dejado claro que solo podría cantar tres canciones “como todos los demás”.
Pero dada su desastrosa actuación en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos haciendo su retrasada versión “audience participation” de “Hey Jude” que ha estropeado el cierre de cada uno de sus directos desde los años 80 (“Ahora los tíos – Na, na, na , na, na, na, na…ahora las tías…” ad nauseum), nadie quiere ver a Macca chupando protagonismo durante momentos sórdidos sagrados de los conciertos de Ringo, como “Yellow Submarine”.
La gente preguntaba durante la ceremonia en Londres “¿Por qué la reina tiene cara de enfado?”. Una amiga mía – que no tiene tele ó internet y solo lee libros sin dibujos – tenia su propia teoría. Estaba convencida que la reina, después de haber aceptada salir en el sketch de 007, se sintió ofendida porque Danny Boyle no había convencido al actual actor de James Bond a acompañarla. A día de hoy, aún no cree que Daniel Craig sea James Bond: “¡Pero es feo!” (A día de hoy, yo tampoco no creo que Daniel Craig sea James Bond.)
La explicación era mucho mas sencilla, por supuesto. A la reina, como toda persona sensata, le encanta la música de 007, y estaba furiosa con McCartney por no invitar a su menudo compañero de los Fab Four a cantar su canción favorita de Bond. No, no “Live and Let Die” sino “Goldfinger” en versión de Ringo:

“McCartney, te quito el titulo de ‘Sir’ – ¡Cabrón!»
Es el momento de explicar la antipatía de McCartney hacia Starr. No solo es que la mujer de Ringo sea guapísima y le quiera. (Perfecta excusa para meter otra foto suya.)

Y no solo es porque
Ringo ganó un pleito contra Macca en los años 60 que le da el derecho exclusivo
de usar el signo “V”:

Los 60                       Los 70                     Los 80                     Los 90

Porque
McCartney, a cambio, tiene el copyright sobre el dedo pulgar:

¿Hombre de casa?                  Gordon Gekko               ¡Quiero tu dinero, Paul!
No solo es
que el look de Ringo siempre ha sido mucho mas guay:
No, la cosa que McCartney no puede perdonar es que a Ringo le vayan a dar una condecoración mucha más prestigiosa que el titulo de caballero. En cuanto le de por volver al cine, Vicisitud y Sordidez le concederá automáticamente el premio al onvre del año. ¡Ánimo, Ringo! Que con sacar en pleno 2012 discos de menos de 30 minutos no es suficiente. Pero casi.
Y, como remate, la cumbre del método Ringo:

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