festival de cine, uno de los ‘popes’ actuales del culturetismo – nada más y
nada menos que Paul Thomas Anderson – se acerca, para sorpresa de la
concurrencia, a uno de los pilares del tardo-Joseluisgarcismo: Carlos Hipólito.
descolocado Hipólito balbucea «A Little bit». Paul Thomas Anderson le
lanza a bocajarro: «I love your work!». «Excuse me?»
intenta procesar Hipólito. En pleno éxtasis, Anderson pronuncia, lleno de
admiración y reverencia:
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«Beg you pardon?????!!!!!» (realmente lo dijo) |
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Trend-setter |
Paul Thomas Anderson hacia nuestro bienamado Garci. Imagínense a un
extranjero, que no sabe nada de la figura pública de José Luis, topándose con sus
majnas ovras. Con lo que se encontraría no es con cine rancio o trillado sino
con un enajenado que, en su afán por recrear su infancia, de la que el cine
clásico era un elemento fundamental, termina poniendo en pie unas frikadas
absolutamente imposibles (lo que Paco Fox define como «ser el Uwe Boll de
la naftalina»). Donde películas como ‘Punch Drunk Love’ tienen una
planificación totalmente impostada para epatar, ovras como ‘Luz de domingo’
(ese duelo final, donde los 300 planos ¡van todos encadenados! ¡Aprende, Robert
Rodríguez!), hechas totalmente en serio y desde lo más hondo de las tripas y la
próstata, hacen que hasta Apichatpong se plantée el sentido de su existencia.
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¡A la mierda! |
que lo que hacen es copiar el cine antiguo sólo lo justito: se trata de crear
una «apariencia» para que lo podamos digerir amablemente desde
nuestra estética actual. Sin embargo, ver cómo, durante ‘El abuelo’, un
personaje se levanta de una mesa para dar un discurso es mucho más fascinante.
Más que nada porque, una vez levantado, una lámpara le tapa la cara y… ¡da igual!
¡Que comience a hablar el tiempo que haga falta con la lámpara delante!
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Garci se monta en moviola |
Garci. Durante mi estancia en la Escuela de Cine, estudiando edición, fue el
montador de José Luis, don Miguel González Sinde (sí, tío de quién pensáis), el
profesor que formó mis pilares estéticos en eso de la narración
cinematográfica. Análisis de ‘Volver a empezar’, ‘El abuelo’, ‘Canción de cuna’
o ‘El crack dos’ no nos eran impuestos por la fuerza… ¡sino que los exigíamos
toda la clase! (aunque siempre había alguno que le dijese «Es que creerse
a Maribel Verdú de monjita es como contratar a Pamela Anderson para un biopic
sobre Teresa de Calcuta»). Y ahí me quedó una señora herencia – que
explicaré más adelante – y, posiblemente, la MAYOR enseñanza sobre montaje
jamás recibida, que quiero compartir con ustedes:
¿Sí?
En ese plano, José Sacristán le da un beso a la
chica. Pero tiene doblado encima un «adiós» muy cantoso. ¡Que se nota
que no abre la boca!
unos segundos y, acto seguido, pronuncia un «Buaaahhhhggg…» marca
‘¿quégilipollecesestásdiciendo-tequieresiracagar?’ que me demuestra dónde
residen los VALORES. Y lo que diferencia a los niños de los ONVRES)
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Miguel diciéndome: ¡Pudovkin se avergonzaría de ti! |
personalidades del audiovisual cuyos nombres serán revelados mañana y pasado en sus respectivos posts, tendrán una guía para saber ser fans de José Luis en 9 películas
básicas logrando no morir en el intento.
maravilloso diálogo, en el café Gijón, que tuvo lugar entre Antonio
Giménez-Rico y Garci the man himself.
hemos dedicado a estudiar y analizar a John Ford…
Sí que le hemos dedicado, sí…
Y luego, intentamos copiarlo… ¡Y no nos sale!
Habla por ti…
Las nueve películas por las que terminarán adorando a José Luis Garci. Éstas son mis tres elegidas.
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Are you re-e-e-adyyyy??? |
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Target audience |
cerca del coraçao. No sólo le dieron a mi profesor el Goya al mejor montaje
sino que, además, su primer acto – un viaje en coche que une secuencias de distintos momentos temporales – ha sido mi modelo a seguir en TODOS los largos que he editado. En ‘El segundo nombre’ tanto Paco
Plaza como yo les decíamos a más de un friki del fantástico: «¡Un respeto
a José Luis! Nuestra secuencia inicial es un homenaje a ‘You’re the One'».
Cuando todos deseaban creer que estábamos de cachondeo, Paco les replicó:
«Garci es un autor y su universo es fascinante». Con ese grito de
guerra, volví a inventarme la misma secuencia al principio de ‘Proyecto dos‘ y
‘Ens Veiem demá’.
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Nobody’s perfect |
perdonables: su bella fotografía en blanco y negro parece hacerles la digestión
más fácil a según qué críticos (ya saben, esos a los que les gustan los
homenajes retro de ‘The Artist’) y, por otra parte… ¡Era la primera vez que
Garci usaba sonido directo en una película!
películas como a él siempre le había gustado verlas. Sin ese feo sonido directo
que hace más «reales» las atmósferas y estancias. ¡Pero qué carallo
de necesidad de «realismo» hay cuando Fernán Gómez dice una frase del
calibre de «Te perdonaría si pudiesen ir justos el perdón y el
desprecio»! Eso tiene que ir doblado, como doblados son los sueños (y no
me jodáis todos los darnáis con vuestra V.O. y polladas: no hay NADA más jrande
en la historia del cine que oír a un señor calvo de Albacete – no, Iniesta no – doblar «Yo… Soy tu padre»). Por ese motivo, cuando Garci me firmó su
libro ‘Beber de cine’, deseándome que lo leyese de un solo trago (llevaba gafas
de sol y cubata en mano, by the way), yo tuve el siguiente diálogo con the man:
Me ha gustado mucho ‘You’re the One’, pero no
puedo perdonarte que hayas usado sonido directo.
(Confundido, tartamudeando) Pero… Pero… ¡También
hay escenas dobladas!
Menos mal.
(una historia de entonces)’ fue el hecho de alquilarla en un Blockbuster y
llevarme ese peliculón a casa con una pegatina que decía ‘Este DVD lo puedes
ver en tu Playstation 2’. Lamenté la desgracia de no tener una Play en ese
momento para ser el único finstro esP-P-Pañol capaz de meter una peli de Garci
en la consola de Sony.
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Esto es mucho más hardcore que el Tekken |

la genialidad de Fernando Alonso, en España hay muchos escocidos que quieren
hacernos creer que el Oscar de ‘Volver a empezar’ no vale, que fue un premio
coyuntural, que… La cumbre del delirio – como en tantas otras cosas – vino del
Grupo Prisa cuando dijo que ese ponzoña de ‘Mar Adentro’ era «el tercer
oscar español a película extranjera en los últimos 15 años». ¡Cómo no
admirar, entonces, a una película protagonizada por Chanquete, y con Agustín
González cantándonos las virtudes del Tio Pepe, capaz de joder a TANTA gente! (Aprovecho para decir algo que se ha logrado silenciar del todo: el ÚNICO Emmy ganado por EsP-P-Paña es la del mítico corto de Mercero ‘La cabina’. ¿Recuerda alguien quién escribió aquel guión? En efecto, amiguitos, el Tito Garci).

Garcianos entre los que se podría destacar tanto el despiporrante uso del Canon
de Pachelbel (en la sonorización tenían como unas cuarenta versiones distintas)
como todo lo vinculado a la ceremonia de los Oscar, en la que, pese a lo que me
gustaron los discursos de Trueba y Almodóvar, José Luis sigue siendo el gran
vencedor con su tropezón y su discurso que nos enseñó a todas las gentes de
bien a pronunciar debidamente su «Samtaims drims cam tru». (By the
way, mi profesor de montaje, cual hortera de bolera, aprovechó para entrar en
el teatro justo al lado de Jack Nicholson, saludando con él y recibiendo una
standing ovation de gente que se preguntaba quién era el sórdido al lado de
Jack).

demuestra por qué Spielberg es un director de mierda que plagia sin alma a los
clásicos y por qué Garci trasciende a John Ford está en el inicio de la
película. Acompañado por el Canon de Pachelbel, Antonio Ferrandis vuelve a su
Gijón en un montaje musical con estampas más o menos conocidas de la ciudad.
Pero, en un alarde de saber estar, José Luis se guarda, como momento emotivo
máximo… ¡El escudo del Sporting! Con dos cojones.
hablamos.
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Sporting, bigotones, Oscar… IMPOSIBLE ser más cool. |

unas etapas que permitan el debate friki sobre él. Así, de la misma forma que
existen los fans de Iron Maiden que sólo son fans de los dos primeros discos
con Paul Di’Anno, o los que prefieren a ‘The Real Milli Vanilli’, o los que
saben que la mejor peli de Batman no está dirigida por Nolan, sino que es
‘Batman Forever Gay’ de Schumacher, pues José Luis también nos regala una
primera fase de su filmografía de tono claramente progreta. Para que elijamos
si preferimos ver a un Pepe Sacristán llorica o los cameos de Ruiz Gallardón. O
para que seamos fans fatales y digamos que los discos de Judas con Ripper o los
de Maiden con Blaze también son la hostia (el equivalente a decir que la magnum opus de Garci sería ‘Sangre de mayo’ o ‘Historia de un beso’).
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Pa progre yo, y pa puta mi novia que es monja en Cuenca |
memoria, y que sólo conoce a un Garci «Director del Régimen», habría
que recalcar una cosa: Garci NO es un liberal integrista fachoso mala persona. José
Luis es, por encima de todo, un sentimental. Y su relación con la política es
sentimental. Se cuenta – podría ser cierto o no: no me denuncien – que su padre
era peluquero del Caudillo, o algo así, y que gracias a ello logró alguna
prebenda tipo librarse de la mili. Por ese motivo, Garci nunca tuvo una
visión de la derecha como «el ogro». Sin embargo, lo que sí es cierto
es que, cuando el PSOE llegó al poder, alguien progre como Garci esperaba un
trato de favor que nunca tuvo. Más bien todo lo contrario. ¿Alguien puede
culparle de su cabreo y de lanzarse románticamente a los brazos de quienes le
trataron bien? Not me.
enta ovra tenemos a un Garci practicando algo todavía más bello que la progresía. Ese algo es la coyunturalidad. Incluyendo lo mejor que puede hacer un ser humano: chit-tes
de UCD (casi, casi, al mismo nivel que los de la caca están). La frase de Pepe
Sacristán «Soy el segundo ser más aburrido de occidente después de Arias
Navarro» golea, con autoridad, al «Siempre nos quedará París». Y
es que la transición democrática daba pie a momentos tan extasiantes como los de una
señora espatarrada con la frase «la apertura» escrita sobre todo lo
negro:
lección de cinefilia bien entendida: una vez Pepe Sacristán y Fiorella
Faltoyano follan, el primero recuerda cómo eran las películas de su infancia,
con todos los artilugios narrativos posibles para que las señoras no enseñasen las tetas. Como desquite, Fiorella sale todo el rato empelotada en la escena.
Spielberg nunca haría eso, porque es un cinéfilo inoperante judío (tal vez la
peor forma de capillismo cinematográfico, sobre todo como cuando, en casos como
el de ‘Prometheus’ emponzoñan la ciencia ficción con misticismo). José Luis no
renuncia al empelote: ni adaptando a Mihura con Elsa Pataky (¿Se imaginan a
Spielberg NO empelotándola? Qué triste…)