Once expresiones francesas que deberíamos decir en español: Post participativo

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(Aclaración: Este un artículo libre al 100% de chascarrillos sobre besos con lengua. Incluso de chistes sobre quesos, baguettes y boinas. Intentaremos no caer en facilonas referencias a felaciones. Sin embargo, no prometemos nada. Cuando se refiere a chupar, hay que dejar todas las opciones y orificios abiertas)

Durante el primer año de existencia de ente bloj, Vicisitud publicó uno de mis posts favoritos de toda nuestra historia: El idioma mundial, una revolucionaria teoría que, extrañamente, no se ha impuesto socialmente más de un lustro después. En ella, se reclamaba construir un idioma compuesto sólo por las palabras más graciosas de todo el mundo. Pero se nos escapó una cosa: también hay que adoptar todas las expresiones más absurdas que pueda ofrecer cualquier lengua.

Para esta ocasión hemos elegido el francés. ¿Pour quoi? Pour auto-joderme. Porque esta lengua no tan endiablada como el alemán, pero que obliga al hablar a poner labios de comer pollas…

¿Lo véis? Dije que no prometía nada.

Como decía, esta lengua de morritos es mi tercer gran némesis vital después de la física y cierto reputado crítico de cine español. A menudo, cuando he tenido tiempo libre para reflexionar y se me ha acabado la lectura del retrete, me he preguntado por qué le tengo tanta tirria al idioma de Robespierre y Jean Patrick Narcisso. ¡Si yo me llamo Francisco! ¡El mote de Francisco de Asís (nacido Giovanni) debido a su extrema francofilia! Así que he llegado a la conclusión de que se trata de un trauma infantil. De pequeño, el inglés era la lengua en la que cantaban los Beatles y Boney M y en la que hablaban Luke Skywalker y Sloth queriendo a Gordi. Cierto es que todo lo francés estaba presente en mis dos tebeos favoritos (Astérix y Tintín), pero no fueron una dosis de gabachismo benigno suficiente para aliviar el principal problema: las películas aburridas que me tragaba constantemente en los ciclos de TVE. A pesar de haber visto con cierta alegría alguna cosa de Louis de Funes, lo francés pasaba necesariamente por recordar flims feos de Truffaut en los que señores con patillas salvajes hablaban haciendo gestos extraños con la boca sin que apareciera ni un solo cyborg. Qué hacía yo viendo todo el ciclo de Antoine Duhamel, Tatí, la mierda ultra –moenna de ‘Subway’ o pelis de Chabrol por un tubo en lugar de estar en la calle jugando a la pelota es algo que yo tampoco que explico, pero que con el tiempo ha servido para darme de comer y convertirme en un inútil en deportes.

El caso es que en mi cabeza se creó la equivalencia de francés=coñazo. Gracias a dios, con el tiempo no sólo maduras y te quitas algunos prejuicios infantiles, sino que llega gente como (curiosamente) el mismo Luc Besson y su productora Europacorp para dejar claro que en Francia se hacen pelis güenas güenas de verdad. Y que es un país que puede generar la obra definitiva del Orgullo Ñoño (‘Intocable’) o engendrar a tipos que se llaman Olivier Megaton, predestinado a hacer grandes pelis de acción y, qué coño: a destruir el mundo cuando se convierta en Super Guerrero.

Así que, como terapia de quitarme fobias infantiles, he recopilado frases absurdas que deberían sustituir a sus equivalentes en español. El objetivo: que hablar pase a convertirse en un acto de cachondeo en lugar del más habitual uso como herramienta de división, enfrentamiento e infructuosos intentos de hacerte el interesante al lado de una mujer. Tengan en cuenta que yo no tengo ni puta idea de gabacho. ¡Hasta me suspendieron primero del idioma en septiembre! ¡Estudiando y todo! Bueno, todo lo que yo estudiaba en tiempos de la carrera. Que yo hice Comunicación Audivisual, genuina titulación marca Féber que requería abrir libros lo justito. Así que, ¿de dónde he sacado casi todos los ejemplos? Por supuesto, de un libro infantil: “Ciel, Blake!; Sky Mortimer”, un “From lost to the river” bilingüe para fans de, obviamente, ‘Blake & Mortimer’ y otro tipo de gentes con serios problemas de criterio.

Por lo tanto, cualquier corrección, matización o llamada agresiva de madrugada será bienvenida:

1.- Frase original: Arrête de faire l’andouille.
Traducción real: Deja de hacerte el tonto.
Traducción literal para su uso absurdo: Deja de hacer la salchicha.

Una frase un poco vieja, pero que tenemos el deber de recuperar. Porque dirigirnos a nuestros semejantes y decirles que dejen de hacer el tonto, el pollas o el Ana Botella suele provocar que el interpelado se tome una poción de +20% a la defensa y +80% a no hacer caso a ninguna palabra que le digas a continuación. A no ser que incluya las frases “Eres la hostia, el gilipollas soy yo” o, alternativamente “…Y vamos a practicar sexo salvaje”. Así que, ¿qué mejor hacer el francés y que la conversación se desarrolle así?:

Novio – Yo es que no sé cómo se pone la lavadora
Novia – ¡Deja de hacer la salchicha y pon la lavadora!
Novio – ¡Pardiez! La pondré y luego haré un perrito caliente con tus nalgas.

¡Ropa limpia y sábanas revueltas! Al usar expresiones francesas, todo son ventajas.

2.- Frase original: On a fait chou blanc.
Traducción real: Se me ha quedado la mente en blanco (si bien se utiliza sobre todo como sinónimo de ‘fracasar’).
Traducción literal para su uso absurdo: Hicimos repollo.

La próxima vez que se os quede la mente en blanco (debido a los efectos que el exceso infantil de Panteras Rosas o Triskys ha creado en vuestras conexiones cerebrales) justo en ese momento habitual en el que tenéis que contestar a una pregunta comprometida, utilizad esta expresión. Pongamos un ejemplo:

Policía: Usted conducía por en medio de la carretera mientras sacaba la cabeza por la ventana y cantaba ‘Moskau’ de Dschinghis Khan. Le pondría una multa, pero siento tanta admiración por usted que se libraría si me contesta: ¿POR QUÉ?

Tú: Sin duda, porque hicimos un repollo.

Policía: Es la mejor respuesta que he escuchado desde el ‘Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor’. Además, eso explica el hedor que sale de su coche. Me siento satisfecho y con unas extrañas ganas de bailar una polka. Puede seguir.

Porque está claro: mencionar un repollo en cualquier situación consigue infundir pavor y temor de dios en cualquier oyente. Y, también está claro: sólo van dos entradas de la lista y ya nada tiene sentido alguno.

3.- Frase original: Il est dans les choux.
Traducción real: Está en una mala situación / en un lío.
Traducción literal para su uso absurdo: Está en las coles.

Volvemos a esta curiosa obsesión de los franceses con alimentos flatulentos. Extrañado por tanta expresión con estas guarreridas culinarias, investigué y descubrí a los 2 minutos de estar en google que el origen de la expresión no viene de los productos de la huerta, sino de la palabra ‘échouer’ (fracasar). Claro que su mutación quizá se deba a la alergia estética mundial a las muñecas repollo.

Porque qué feas eran las hijas de puta. Y encima, promocionando los tatuajes en el culo. Un mal modelo de comportamiento para toda una generación.

Y ahora, tendría que poner un ejemplo con comer coles y estar en una mala situación por la olor y las ventosidades. Pero sois lectores de ‘Vicisitud y Sordidez’. You can fill in the blanks.

4.- Frase original: Pédaler dans la choucroute.

Traducción real: No dar pie con bola / perder el hilo.
Traducción literal para uso absurdo: Pedalear en la chucrut.

Pardiez. Tercera flatulencia. Esta expresión parece ser que viene del ciclismo. El motivo exacto se me escapa cual gas tras opíparo almuerzo de fabes con chuchrut, coles salteadas y acompañado de repollo. El caso es que tenía que estar en la lista, porque todos los freaks somos de hacer trilogías. Y porque daría lugar a momentos como:

Paco Fox: ¡Mon dieu! ¡Acabas de poner sobre el audio de Viruete hablando el sonido del apareamiento de dos jabalís en celo!
Señor montador de Videofobia que no ha dormido en toda la noche: Es que estoy pedaleando en la chucrut.
Paco Fox: Si es así, es que eres un genio indescriptible. Tu trabajo es automáticamente un 34% mejor.

5.- Frase original: Nom d’un chien!
Traducción real: ¡Caramba!
Traducción literal para su uso absurdo: ¡Nombre de un perro!

Todos sabemos que pocas cosas mejores se pueden hacer con el idioma español que decir ‘¡Repámpanos!’, ‘¡Recórcholis!’, ‘¡Cáspita!’ o ‘¡Por dios, deja de golpearme el prepucio con una figura de acción de Lobezno!’. Pero quiero que hagamos un hueco a este magggnífico ‘¡Nombre de un perro!’, expresión que se usaba antiguamente para decir ‘En el nombre de Dios’, sólo que sustituyendo al Altísimo por Rin Tin Tin. Lo cual tiene su sordidez y, por qué no decirlo, divertida actitud sacrílega. Además, las posibilidades que abre la expresión en su uso común son maravillosas:

Orador: ¡Se me han olvidados mis donuts, nombre de un perro!
Público 1: ¡Fifí!
Público 2: ¡Luna!
Público 3: ¡Atila!
Público 4: ¡Paco!

6.- Frase original: Tailler une pipe.
Traducción real: Hacer una mamada.
Traducción literal para su uso absurdo: Tallar una pipa.

El cancionero popular español llegó a su cumbre cuando alguien creó la canción ‘Los hermanos Pinzones’. Como soy raro, el momento de la letra que siempre me llamó más la atención fue: “Y se fueron a Calcuta / en busca de una ruta / Y una india muy maja / les hizo una pipa”. Mi cabeza infantil no podía aceptar el pensar en los indios asiáticos haciendo pipas de la paz como los americanos de las películas. Pero lo que más pensaba yo era en el mítico título de porno ‘La pipa de Sherlick Holmes’, gracias al cual aprendí el extrañísimo uso del término como sinónimo de ‘clítoris’. Así que, para mí, la canción fallaba, porque decía una palabrota justo cuando se supone que no tocaba.

Claro que entonces no sabía que en francés, ‘pipa’ tenía también usos guarros. Ahora bien. Como metáfora, es un tanto salvaje. A ver: los italianos utilizan el mucho más divertido y desde YA parte del Idioma Mundial ‘Fare un pompino’.

Una vez más, Italia WINS.

No sólo suena gracioso, sino que me lleva a pensar en la frase más clásica de la historia del cine, por encima de ‘Que la fuerza te acompañe’ de La guerra de las galaxias, ‘Alégrame el día’ de Impacto súbito o ‘Confía en los hongos’ de Super Mario Bros: El ‘Pero no soples: CHUPA’, dicho por la mítica estanquera de ‘Amarcord’ de Fellini. Todo esto quiere decir que en Italia tienen gracia, pero que sobre artes de absorción de pirulos tropicales no saben nada.

Las francesas (o franceses, que aquí todo el mundo tiene derecho a chupar), en cambio, optan por una opción más agresiva: ni soplar ni absorber. Ellos TALLAN.

Agárrense la entrepierna y dejen calar profundamente la imagen en sus perturbadas mentes.

Así que esta frase puede utilizarse con alegría en cualquier situación:

Buena mujer: Bájese usted los pantalones.
Señor juarro: A ello. Espera que retire el prepucio.
Buena mujer piensa: (¡Maldición! ¡La olor reconcentrada de cuatro horas de baile, tres visitas al baño del pub y un leve toque de requesón! ¡Ostras, Pedrín! ¿Cómo hago para librarme de esta situación?)
Buena mujer, enseñando una caja de dientes que haría que Julia Roberts se muriera de vergüenza: ¡Un rabo! ¡Voy a TALLARTE UNA PIPA!.
Señor juarro: ¿Cómorl?

Con suerte, lo siguiente será subida de pantalones y rápido cierre de cremallera. ¡Las expresiones francesas siempre son la solución.

7.- Frase original: Appuie sur le champignon.
Traducción real: Pisa el acelerador.
Traducción literal para su uso absurdo: Aprieta el champiñón.

En los primeros tiempos de los PC, los traductores de idiomas eran más primitivos que ver a Ana Botella intentando leer a James Joyce. Recuerdo con cariño y cachondeo el día que, estando aburrido junto a uno de mis primos, intenté meter una letra de una canción en inglés. El verso era ‘You’re standing on the throttle’ (algo así como ‘pisando a fondo el acelerador’). Por algún motivo la cosa vino traducida con un jlorioso: “Usted está establecido en el gaznate”, frase que ya es de uso común entre mi primo y yo y que explica por qué la gente nos mira raro cada vez que nos juntamos.

Así que podéis imaginar la alegría que me entró cuando descubrí que una forma de decir justo eso en francés era ‘Aprieta el champiñón’. Un nuevo mundo de chascarrillos inanes se abre ante todos de cara a los largos viajes en coches para ir a visitar pueblos cuyos nombres riman con palabrotas (pronto en este blog). Desde evocar la alegre imagen de aplastar la cabeza del Jake Lloyd de ‘La Amenaza Fantasma’ hasta la probabilidad de que el conductor te mire, te pregunte extrañado que qué coño dices y en ese momento sufras un choque frontal con un quitamiedos, todo son posibilidades de diversión.

8.- Frase original: Nous sommes comme culs et chemises.
Traducción real: Somos los mejores amigos.
Traducción literal para su uso absurdo: Somos como culos y camisas.

Una expresión del siglo XVII, lo cual explica la obsesión con el ojete.

Dios: pensé que había caído bajo con todo lo de las mamadas, pero creo que esto marca oficialmente el hundimiento definitivo de la calidad de este blog.

A lo que iba: se supone que el origen de la frase está en lo cercano de las camisas con la piel. El por qué no es ‘Camisas y espalda sudada’ o ‘Camisas y pezones enhiestos’ es algo que no puedo entender a no ser que los gabachos del siglo diecisiete se aseguraran de no ir con el pico de la camisa fuera del pantalón mediante el muy autoerótico truco de arremangársela dentro del ojal.

Así que la próxima vez que estéis borrachos y os de un ataque de exaltación de la amistad, nada de ‘Te quiero mucho, de verdad, tío, eresmicolegatío’. Soltad un bonito ‘¡Somos como culos y camisas!’. Así conseguirás pasar de ser un borracho pesado a ser un borracho pesado con claros brotes psicóticos.

9.- Frase original: Avoir la frite.
Traducción real: Estar en forma.
Traducción literal para su uso absurdo: Tener la patata frita.

Por algún motivo que sólo podría comprender El Joker hasta arriba de marihuana, en algún momento de su historia reciente, los franceses comenzaron a asimilar la palabra ‘patata’ a ‘cabeza’, en lugar de la opción de sus superiores italianos haciendo lo propio con cierta parte de la anatomía femenina. Esa que es exclusiva de ellas. El coño, joer, que hay decíroslo todo.

Con todo, esta es una expresión que debe ser adoptada por todos nuestros lectores por un motivo: hace que la vida no tenga sentido. Terrorismo intelectual que se llama:

Paco: En algún momento de la vida, tendría que ir al gimnasio en lugar de leer sobre cine-colonoscopia. Pero estoy muy cansado y no quiero ver pishas en las duchas.
Vicisitud: Es tu deber, para así tener la patata frita.
Paco: La sapiencia de tus palabras me obliga necesariamente a sudar la camiseta, porque siempre quise tener la patata frita.

Por otra parte, según me informa nuestro corresponsal francés Óscar Valero, existe la igualmente absurda expresión ‘avoir la pêche’ (‘tener el melocotón’) con el mismo sentido. De hecho, se dice tanto que sirve para sustituir también el ‘¿qué tal estás?’. Sé que hay algún comentario guarro en alguna parte a raíz de esta expresión, pero la lamentable parrafada de las felaciones me ha dejado más seco que una noche con Gianna Michaels.

10.- Frase original: On dirait une grosse légume.
Traducción real: Parece un tipo importante.
Traducción literal para su uso absurdo: Parece un gran verdura.

La fascinación de los franceses por los productos de la huerta sigue pareciéndome más insana que leer un Necronomicón por entregas escritas por George RR Martin mientras corre un maratón. Pero aquí tenemos otro ejemplo. Su uso en la vida sórdida es totalmente evidente:

Director general de Prisa Tv: Paco Fox, te presento a este señor con traje de 400 euros.
Paco Fox: ¡Vaya! ¡Parece usted una gran verdura!

¿Qué más se puede decir? Cachondeo, hilaridad y despido procedente para animar tu vida.

11.- Frase original: Je bois du petit lait.
Traducción real: Me encanta lo que escucho.
Traducción literal para su uso absurdo: Bebo lechecita.

Vale: en realidad creo que ‘petit lait’ se puedo traducir como ‘suero de leche’. Pero aquí no estamos para ser correctos. Aquí nos dedicamos a decir guarrerías.

Y no tiene que haber nada más divertido que protagonizar la siguiente conversación:

Paco Fox: ¡Se está bien en este bar de Chueca!
Amigo de Paco Fox: Pues los camareros son muy agradables.
Paco Fox: ¡Bebo lechecita!

Cualquiera puede comprender que la elección de la frase francesa en este caso es sin duda la adecuada. Porque nunca es mal momento para descubrir el placer prostático. También es adecuada para cualquier cita a ciegas:

Buena munhé: Hola, encantada de conocerte
Señor: Vaya, eres más guapa todavía que tu foto de perfil en la que estabas disfrazada de Pikachu.
Buena munhé: ¡Bebo lechecita!

La primera impresión siempre será mejor con esa frase.

Lo dejo en 11 porque iba a escribir 14 pero no tengo hoy la patata frita y, una vez leído en voz alta todo el artículo, no sólo no bebo lechecita, sino que además estoy seguro de que hablar conmigo mismo no es el mejor camino para empezar a dejar de ir al psicólogo. Que sin duda, esto de escribir sobre mi supuestamente odiado idioma es una terapia. Pero vamos: que Vicisitud, persono con el que soy como culo y camisa, es curiosamente anglófobo y ahí está: escribiendo posts sobre streets in the sky y viajando a Londres a hacerse fotos fascinado por su extrema satanidad. Ento no es un blog: es una ayuda. Mental e intestinal.

Así que apretad el champiñón y compartan con nosotros vuestra sapiencia de expresiones como ‘Poner un conejo’ (dejarte plantado), ‘Caerse en las manzanas’ (desmayarse) o ‘Tomar vejigas por linternas’ (válgame peich, las cosas que sueltan los gabachos). Las cuales ayudarán a que la comunicación en español más confusa, pero mucho más divertida. ¡Aporten sus ejemplos!

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