Las mejores pinículas del 2011

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¿Que por qué hacemos listas de películas del año y no de libros, juegos, actrices porno o sabores de yogures? Pues porque Vicisitud y yo somos mucho de ver cine. Y de comer yogures. Algo menos de actrices porno. Pero hay varios hecho claros: Ambos trabajamos en el audiovisual. Y nos conocimos en la Escuela de Cine. Y la primera vez que nos tocamos el culo fue en una cola para comprar entradas.

Esto es, que el cine y nosotros vamos juntos como Timmy Turner y dos hados madrinos: Yo me pediría ser Wanda, pero debido a mis cejas creo que me parezco más a Cosmo.

Así que ahí van nuestros flims favoritos del año:

Las de Paco Fox:

Por supuesto, mi película favorita del año ha sido ‘Encontrarás Drago…’

Que nooooo. Que es broooma. Pero sí que es verdad que no ha habido ni una sóla película que me haya encantado. Ni una que me haya hecho pensar: joer, esto estaré viéndolo dentro de 30 años por trigésima vez si antes no ha acabado conmigo mi afición a probar todos los refrescos sórdidos a nivel internacional. Sin embargo, sí he visto muchas que me han parecido buenas. Fuera de la lista se quedan películas muy presentables como ‘Arrietty y el mundo de los diminutos’, ‘X-Men: Primera generación’, ‘Bad Teacher’, ‘El topo’, ‘Valor de ley’, ‘En un mundo mejor’ o todo el PUTO SKYRIM. Que no es una película pero, joder: es lo más grande del año.

Pero sólo diez obras sin dragones ni gritos que prenden fuego a la gente han llegado a la lista. Estos son los doce. Y digo doce porque hay dos…

Mención especial 1: Furia Ciega 3D

Mientras que todo el frikismo andaba preocupado por el próximo darnái, descargarse películas aburridas cámara en mano noruegas o cualquier cosa coreana, la verdadera joya pasó por delante suya sin que le hicieran prácticamente caso alguno. Cachondeo puro de cine de explotación de verdad, mucho mejor que homenajes curiosos como ‘Hobo with a Shotgun’ o ese aburrimiento de ‘Death Proof’.

Para empezar, toda la película está inspirada en la portada del ‘Bat Out of Hell’ de Meat Loaf y Jim Steinman. Concretamente, una ilustración de Richard Corben. O sea, esto:
En un ataque de sordidez extrema ante el que sólo puedo quitarme la boina y bajarme la cremallera, la canción que cierra la película NO es de Loaf/Steinman, sino la mejor de Desmond Child para el Bat Out of Hell 3. Eso es actitud.

Pero todo esto no sería nada si no fuera porque se trata de uno de los flims más orgásmicos del año. No sólo por el habitual cachondeo de ver qué pelucón saca Nick Cage, sino por lo pasado de vueltas de todas las secuencias y, por supuesto, la segunda mejor interpretación del año a cargo de William Fichtner, encarnando a un malo que no me explico cómo no es ya un icono del cine fantástico. ¡Ah sí! Porque el frikismo está más preocupado de descargarse coñazos de Takeshi Miike en los que no distingues un personaje de otro y te importa un carajo quién vive o muere pero, ¡eh!, que cómo mola el final, que es una película seria y que YO conozco al director y vosotros no.

Mención especial 2: Drive

Una peli más para apreciar que para disfrutar, pero que tiene que estar mencionada por un simple motivo: la vanidad. Me he tirado un año intentado estrenar en España ‘Bronson’, una de las anteriores películas de Nicolas Winfgdsjdfhlsd Rejflsdl. Así más o menos es como decía su imposible nombre a lo largo de todo un año de reuniones. Al final, va en enero en Canal+ Xtra. Respecto a ‘Drive’… pues está rodada con mucha personalidad y al menos tiene trama (por dios, no veáis ‘Valhalla Rising’), si bien tuve que lidiar con la capacidad expresiva de alcachofa del protagonista (rectifico: una alcachofa al menos tiene capas; dejémoslo en una estantería de Ikea), y esa obcecada falta de diálogos, de la cual entiendo su razón de ser y que posiblemente sea de hecho un valor positivo para muchos, pero que me ponía pelín de los nervios (repito: si os pasó lo mismo que a mí, por el Dovahkiin que no veáis ‘Valhalla Rising’)

10.- Cisne negro

Esto es una Natalia Portman que va y hace guarreridas con otra señora. ¿Acaso hay que explicar más? Vale, lo haré:

Todos los años meto una película que realmente no me gustaría ver otra vez, pero de la que admiro sus múltiples virtudes. ‘Cisne négrido’ es la elegida este año. Realización, diseño de sonido, interpretaciones, imaginería… todo es perfecto, si bien me importó un poco un carajo lo que me contaba. Pero es una película sobresaliente.

Además: ¡Portman haciendo cositas! ¡Yupi!

9.- Ex aequo: Inside Job y Margin Call

Me hace gracia cómo muchos conocidos reprueban a los sadomasoquistas y luego se dedican a ver películas que sólo tienen el loable objetivo de subirles la tensión y hacer que les estalle la venilla que sobresale en la sien. Vamos, quedarse así:¡No hay que condenar nada! A veces, gusta ir al cine y ver un documental sobresaliente o una de esas raras películas corales en las que todos los personajes están completamente desarrollados, y salir con un cabreo de un par de pelotas. Algunos dirían que ambas películas son necesarias para levantar conciencias, pero después de ver los resultados de las elecciones autonómicas y municipales, me quedé tan hundido que ver este tipo de filmes lo considero como un acto de auto flagelación. Lo cual hay que hacer de vez en cuando para sentirse vivo.

Así que ya estáis regalándoles a vuestras novias un strap on y a vuestros novios una fusta. Panda de depravados.

8.- Misión: Imposible – Protocolo fantasma

Junto con Drive Angry, la peli de esas que le hacen a la física y a la lógica un FUS RO DAH…*

*NOTA: Concéntrate, Paco. Las referencias al Skyrim se acaban tal que ya. Dedícate a otra cosa. Como hacer referencias escatológicas.

A ver… mmm… peli de esas que le hacen a la física y a la lógica una lavativa para que todos nos quedemos la mar de a gusto. Una juerga de cinta, con un ritmo acojonante y la maravillosa virtud de NO tener subtrama romántica para el prota que nos pare lo que realmente interesa: LA HALSIÓN.

7.- Four Lions

Como todos los años, otra película que vi hace ya milenios que ha tardado idems en estrenarse en salas. Ya casi no me acuerdo de ella, pero, feck: cachondearse de los terroristas suicidas. Eso es algo que tengo que apoyar. Sin reservas.

6.- Hanna

Hace un buen puñado de lustros, Michael Mann se presentó como salvador del cine de acción ofreciendo ‘Heat’, LA película del género que iba a darnos tiros y, atención, artit-teo del bueno. Su receta fue de un tonto que todavía me extraña que la gente siga teniendo a este flim en tan alta estima: hacer escenas de disparos y añadir una hora más de película de gente hablando. No. Así no se hace.

El acercamiento de ‘Hannah’ al concepto de ‘peli de halsión cultureta’ es mucho más interesante, e invito a todo el mundo a que saque sus propias conclusiones. No la hostia, pero al menos más curioso que ‘Corrupción en Miami’, por seguir con un mismo director. Los pejigueras se concentrarán en esa escena de gitaneo por Andalucía para decir que toda la peli es un mojón. Pero ese es el tipo de gente con las que no vale la pena discutir. Lo mejor con ellos es ponerse una armadura de dragón, cargar en cada mano un hechizo de…

Para, Paco, para.

5.- Midnight in Paris

Mientras que el capillitas de Terrence Malick se ha tirado tres horas para contarnos lo mismo que ‘Las Crónicas de Narnia: El príncipe Caspa’ (que la vida es dolor, que hay que sacrificarse y tener fe en dios, que él mola y ya sabe lo que hace), Woody Allen te dice cosas sobre la existencia igual de simples pero mucho más inteligentes. Al igual que ‘Si la cosa funciona’, esto es una fábula de mensaje clarito. En el caso de ‘Medianoche en París’: Disfruta de la vida que te ha tocado. Y lo de disfrutar aquí lo apoyamos sin reservas. Pero si además le echas por encima viaje en el tiempo, entonces mejora (como cualquier obra de ficción, sea peli, libro o ‘Sálvame Deluxe’) un 35%. Si ya hubiera salido Nathan Fillion aportando su 23% de mejora automática, la película habría sido, de partida, un 58% buena.

¡Sé contar!¡Tengo eztudioz!

4.- El hombre de al lado

La película icono de este blog para el año. Pero no la he metido en el top 3. Intentaré explicarme. Y no lo conseguiré.

Primero, el porqué: aquí tenemos un flim hecho por gente que conoce el culturetismo y el mundo hipster y que se mete con sus propios correligionarios. Y, de paso, cachondeándose de…

Sí: Le Corbusier.

Vean ustedes el espectacular tráiler español. Se trata de una sola escena de la película. Pero es el mejor sketch de humor del año. De hecho, me consta que el que esto sea un tráiler es idea de un amigo, de nombre Xavi, que pilló un buen día, cogió el Avid en su casa y se plantó en la oficina de la distribuidora diciendo que tenían que tirar a la papelera el tráiler argentino y poner en salas éste. Más razón que un santo:

Digno de Cultureta Watch. Qué coño: de un blog entero dedicado a poner esta escena en bucle aplicada a cualquier muestra de arte moen-no. Y los valores de la película no acaban allí. El retrato de los dos personajes contrapuestos tiene la misma calidad que el la banda sonora del Skyr

Perdón. Perdón.
Lo que pasa es que no la he puesto en el top 3… porque… bueno: en el fondo, los directores SON hipsters. Y la película está rodada con cierto estilo modernillo que me impidió enamorarme de ella. Pero es culpa mía. Aquí todos tenemos que aplaudir, por fin, que unos gafapastas se metan con sus propios tópicos.

3.- Las Aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio

Ésta es una película que tengo que ver otra vez. Es lo que pasa cuando vas al cine con unas expectativas por las nubes: que todo el primer visionado andas más preocupado en analizar lo que estás viendo por comprobar si cumple con tus exageradas demandas que en disfrutar verdaderamente.

Porque, claro: como algunos recordarán por este post, yo soy muy fan de Tintín. He leído todos los números ochocientas veces y hasta me he soplado un libraco entero sólo centrado en la génesis y desarrollo de ‘Tintín y los pícaros’. Cuando se anunció la película, me releí ‘El secreto del Unicornio’, ‘El cangrejo de las pinzas de oro’ y ‘El tesoro de Rackham el Rojo’ para imaginarme cómo iban a atacar la adaptación. Y vi que era muy, muy difícil. De hecho, pocos tebeos de Tintín son directamente adaptables al cine tal cual. Así que me pasé toda la película viendo cómo todos los cambios realizados eran tremendamente inteligentes. Tan concentrado estaba en ello, que se me olvidó sumergirme en la trama y digerir el twinky que nos habían regalado en la bolsa que daban en el prestreno.

Y que estoy seguro de que sigue en mi organismo. Mutando.

Pero bueno. Sí que me di cuenta de que Spielberg no había estado tan divertido con la cámara desde hace muchos años, de que la escena de persecución por la ciudad mora es de lo mejor visto en el cine de acción y de que nunca más debo comer bollería industrial.

2.- Un dios salvaje

Soy la hostia.Bueno, yo no. Christoph Waltz. Inmenso. Convierte ‘Un dios salvaje’ en una risión tremenda. De hecho, gente con criterio me ha dicho que la obra de teatro original no es tan abiertamente divertida. Pero claro: cuando se tiene a Christoph, todo mejora como con Nathan Fillion. Y con Polanski, claro.

Porque la gente ha subestimado esta película cojonuda por ser cortita y teatral. Lo cual es un error. Precisamente el que una cosita de setenta y pico minutos que, como en el caso de ‘Medianoche en París’, cuenta algo simple pero interesante, sea tan divertida, es porque detrás hay un tipo muy inteligente. Pero como, después de lo de Suiza, mola ser progre y meterse con Polanski, una de las mejores películas del año quedará relegada al olvido a la hora de los premios.

1.- The Artist

Me ha costado tanto decidir un número uno, que al final me he rendido a la admiración conceptual / testicular. Porque hace falta tenerlos bien puestos (esto es, colgando en boxers holgados para que hagan un buen tolón tolón) para realizar una película muda y en blanco y negro y esperar que la gente pague por verla.

El que encima sea la leche ya es casi un valor añadido. Como toda sorpresa candidata al Oscar (esto es, como ‘El discurso del rey’), ahora empieza a estar de moda decir que tampoco es para tanto. Y una mierda. Esta película es un milagro. No debería funcionar. Debería ser un coñazo. Pero resulta que es un epic win.

Como, a propósito, un videojuego: El Skyrim. Lo mejor que ha pasado nunca por una con…

Vale. Sé que estoy un poco pesado. Pues ahora que lo mencionáis, tengo una anécdota relacionada con el juego que haría un buen post

La lista de vicisitud y sordidez

Será la edad, pero cada vez tengo más interiorizada una teoría de Paco llamada “el enchufe”. Dicha teoría dice “Si metes los dedos en el enchufe y te da calambre… ¡Anormal, no vuelvas a meterlos”. El caso es que este año no sólo he visto menos cine, sino que he sabido eludir múltiples y variados pozos de inmundicia fílmica. El resultado es que, si bien mi hígado ha sufrido menos, al final el efecto que me ha producido la cosecha del 2011 es el de una total mediocridad tirando a puta mierda. Con lo que, a veces, pienso que la teoría del enchufe de Paco es una cagada y que tal vez sea mejor verse insultos a la inteligencia que, por lo menos, tienen el mismo efecto que oír a nuestro actual gobierno hablando de economía: del puro cabreo te llenan de energía y te hacen sentirte vivo. No sé, tal vez el 2012 me ponga un chip más suicida. Así que, para ensayarlo, voy a hacer un apartado previo al top 10 llamado…

¿En serio? ¿Estamos gilipollas o qué?

Otra de señor mayor: cuando uno es joven e intenta formar el criterio propio, se pone a devorar cientos de críticas (cosa de la que presumir: en Jordi NUNCA caí, aunque sí en ‘Dirigido por’) y, a la que una obra encumbrada no te gustaba, la frase a pronunciar era un “¿Seré yo maestro?”. Un placer de envejecer – para contrarrestar múltiples achaques – es poder gritar “Pues a lo mejor vas a ser tú… ¡Cretino!”. Este año, varias películas han conseguido un aplauso tan unánime que, del puro subidón homicida que me han provocado, han hecho que comprenda por qué mi cuñado se pone a Fedegggguico en la radio del coche cinco minutos antes de entrar al trabajo.

Por supuesto, la cumbre retrasada del año ha sido ‘The Tree of Life’, la película que ejemplifica que la mayoría de la gente va por la vida en busca de sal de fruta que les permita digerir que son igual de lamentables que la chusma que dicen despreciar. De esta manera, prácticamente todo el mundo es un meapilas porque los lavados de cerebro desde la infancia suelen obrar bien su trabajo, pero les cuesta declararse católicos porque la iglesia de Rouco, Mazinger y demás violadores de niños da excesiva caspa. Para ellos se inventó la New Age que es, en esencia, el cristianismo de toda la vida envuelto en ropajes orientalizantes. ¡Qué gran idea! ¡Puedo proseguir con mi condicionamiento sin sentirme un facha! ‘The Tree of Life’ es la cumbre de la new age cinematográfica encarnada en el “No lo llames Dios, llámalo energía” que hace que aprecie más la honradez épica de ‘Encontrarás dragones’, a la que sólo faltó que Christian Bale encarnase a Escrivá de Balaguer. Todos los darnáis se hubiesen hecho opusinos. ‘The Tree of Life’ se dedica, por su parte, a demostrar la máxima de “Si dices… frases breves… susurradas… es… PROFUNDO. Vino. Vvvvvvvvino”. Y todo para hacer un remake del repelente libro de Job que ni siquiera tiene la gracia histérica de un cortometraje de escuela de cine. No: el presupuesto de Mallick hace que su filme sea un hipetrofiado anuncio de Mapfre e Iberdrola cuya cartela final dice:
A su lado, otros engañabobos se quedan en nada, como ‘Drive’: cómo plagiar el inicio de ‘Driver’ de Walter Hill para, a continuación, contar la historia más pollas, absurda, sin personajes e interés en mucho tiempo ¿De verdad se ha basado en un libro?. O ‘El origen del planeta de los simios’, un coñazo que usa 100 minutos para narrar lo que debería durar 10 en una obra con giros de guión tan cutrones como incomprensibles y con un mensaje que… no sé… debe ser algo profundo para los que analizaban qué era un escaño en ciertas concentraciones. O cuyo compromiso político se acababa con la Ley Sinde. Por no olvidar ‘No habrá paz para los malvados’: lo que lleva Coronado NO es un bigotón que te permita obviar un guión incomoprensible y de absoluto derribo.

Por supuesto, continúa el imparable declive de la comedia romántica. Hace un par de años o así, la sublime ‘Orgullo y prejucio’ nos demostró que la fórmula esencial JAMÁS dejará de funcionar, pero queda confirmado que somos una generación de anormales que ha sustituido el impulso amoroso de toda la vida (incluido el que aquellas muchachas que se ponían voluntarias a Toxeiro) por el “Es que tenemos que definir nuestra relación. Es que no sé si quiero comprometerme. Es que el IOS 5.0 consume excesiva batería y no está Jobs para explicarme que eso es bueno y yo soy un cretino”. ¿El resultado? Películas que jamás irán a ningún sitio como, por ejemplo, ‘No controles’: ¿Por qué fueron novios sus protas? ¿Por qué se separaron? ¿Por qué quieren volver? Nadie lo sabrá. Y lo que es peor: a nadie le importará un carallo. Menos mal que está Juancarlitros para que nos riamos que si no… ¿Otros ejemplos de este tipo de comedia romántica ponzoñosa? Cientos: ‘Con derecho a roce’, ‘Amor y otras drogas’, ‘Primos’… Menos mal que ‘Crazy Stupid Love’ ha salvo la cara al maltratado género.

Con película de ‘Senna’, don’t get me started. Por lo menos, tengo el orgullo de decir que Grand Prix Actual debe haber sido la única revista de automovilismo del mundo que ha destinado una página entera a que un freak hiciese un artículo en la que lo más bello que se decía de esa hagiografía es que era “un insulto a la inteligencia”.

Ya desfogado, y confesando que aún no he visto ‘Four Lions’, ‘Resacón el las Vegas 2’ y ‘Bridesmaids’ (y eso que la dirige Paul Feig, ¡anatema!) paso a dar mi top tep del 2011.


Menciones honorables:

Aparte de la mencionada ‘Crazy Stupid Love’, este año me han parecido pelis muy buenas, pero fuera del top 10, ‘Incendies’ (cómo usar el culebronazo para dar un mensaje de forma eficaz, aunque le sobraban minutos), ‘The Artist’ (entrañable, pero excesivamente simple para sostener todo su metraje: termina cansando), y ‘Hanna’, un bello thriller sobre no saber vivir ni en democracia ni en tablaos flamencos.

Por supuesto, un aplauso MUY especial para ‘Torrente 4: Lethal Crisis’ tanto por dar un excelso papel a Paquirrín como por poner de malo a Francisco. Ello, por no olvidar una reflexión de gran calado moral, dicha entre lágrimas de rabia “¿Pero cómo en este país puede haber alguien que no sepa quién es el Fary?”. Uno no puede evitar sumarse al “Fary, desde que te has muerto, España… se ha dio a la mierda”. Y luego dedicarse a gritar “¡Bruja!” a una señora vestida con Niqab. Porque respetar cualquier cosa es lo que merecidamente ha hundido a la izquierda.

Y ahora sí, el Top 10:
10. Phineas y Ferb: la película

“- ¿Todos los ornitorrincos se llaman Perry?

– En un mundo ideal, sí.”

Ente desparrame sobre dimensiones alternativas – “Esta máquina es el ‘otro-dimensioneitor’, pero como estamos en la otra dimensión debería ser el ‘otro otro-dimensioneitor’ – nos da fe en las nuevas generaciones. Invariablemente, una serie de chavales preferirá esta demencialidad a Bob Esponja, y esa será la gente que hundirá occidente. Pero con toda la gracia. Y no dudo a la hora de proclamar a Perry el Ornitorrinco como lo mejor que le ha pasado al cine de (in)acción desde Angelopoulos.

9. Medianoche en París

Woody Allen rueda la versión light de una obra maestra absoluta – ‘La rosa púrpura del Cairo’ – y le sale… una peli impecable. ¿Cuál es su pecado, no ser TAN buena? Por el amor de Peich, la escena de Adrien Brody concentra más risa que casi todo el cine de este año. ¿Estamos como para despreciar eso?


8. Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio
Salvo un par de ñoñeces marca Spielberg – el deseo de “redención filial” de Haddock ante sus antepasados y el discurso sobre “el fracaso”, que afean un poco el conjunto – el guión de esta peli es una logradísima mezcla de ‘El secreto del unicornio’ y ‘El cangrejo de las pinzas de oro’ que, por momentos, captura a la perfección todo el sublime espíritu pollas del gran cómic francobelga, aunque un poquito menos que la sublime ‘Adèle Blanc-Sec’ (ya se sabe, los gabachos saben mejor de qué van ellos mismos). Evidentemente, ello convierte a Tintín en un plato de poco agrado para darnáis but… who needs ‘em? ¿La única pega de la peli? Muy simple: parte de la fascinación de Tintín radica en tener una de las mejores iconografías y dibujo de la historia. ¿Logra reproducir ese efecto la película? Not quite. Eso sí, lo perdonaré todo si la próxima entrega de las aventuras es ‘Stock de Coque’ y se areven a rodar, tal cual, la mejor secuencia jamás escrita por Hergé:

Hasta Torrente aplaudiría.

7. L’Ilusioniste

Nunca he ocultado mi admiración por Tati – feck, sólo ‘El Manantial’ logró arrebatarle el primer puesto en el ranking de cine satánico – con lo cual he alucinado con esta adaptación: es como ver a Jacques resucitado. Y un par de momentos destacan como lo más cruel, triste y bello que he visto este año. Los mejores momentos de la amable ‘The Artist’ no pueden ni acercársele. But then, Tati se merienda con patatas a todo el cine mudo, aunque no haya satanes en ‘L’Ilusioniste’. Y aunque «los magos no existan».

6. Cisne negro
No me gustaba la filmografía de Aronofsky y Natalie Portman me parecía una infraactiz hasta… esto. Esta divertidísima crónica de represión sexual es un cruce entre ‘Repulsión’ y ‘Carrie’ que, por momentos, se erige como toda una cumbre del dillingerismo. “Tus deberes para hoy van a ser irte a tu casa, masturbarte y… que te guste”. Eso sería magistral por sí mismo, pero el momento ‘María umpajote’ posterior casi merecería un lugar en ese post que, in the long run, será el más leído de ente vlog.

No me extraña que Aronofsky, después de esto, se ganase el honor de dirigir el videoclip del mejor disco del año. O del milenio. Sí, estoy hablando de ‘Lulu’.

Se le ha metido tan caña al despropósito de dos de mis héroes que la gente se ha olvidado de los grandes valores de este discazo. No sólo el empapelar las calles con la portada más desagradable en años, o crear videos de youtube que demuestran que Lou Reed – ¡que logra el más difícil todavía de hablar fuera de tono! – recita como el abuelo Simpson. O que la versión de 8 bit suena mejor. Lo realmente importante es que, gracias a su fama, han logrado que el mainstream les preste atención, con lo cual una joven chavalería desinformada ha quedado expuesta a esta cosa. Como yo cuando, de pequeño, vi a Laurie Anderson en el programa de José Luis Moreno o un concierto de Yoko Ono en la segunda cadena. ¡Eso es un derecho inalienable al trauma que Lou y Metallica han recuperado después de haberlo dado por perdido forever!

Furthermore, que el disco pueda ser una mierdaza sólo hace que el que sus autores lo defiendan como si fuese el ‘Berlin’ o el ‘Master of Puppets’ sea todavía más bello. Yo ya le he escuchado varias veces y sostengo que arrancar con un “I would cut my tits off/ When I think of Boris Karloff” representa mejor los valores de la sordidez que nada que yo pueda escribir en 20 años.

5. La piel que habito
Si John Waters himself te dice que Almodóvar es el mejor director del mundo, recuerda una cosa: uncle John knows best. ‘La piel que habito’ es una ovra maestra de la enajenación con un Almodóvar entregado al despropósito en cuerpo y alma. Los 20 primeros minutos, con un sórdido vestido de tigre enseñándole el culo a Marisa Paredes para que esta responda un maternal y emocionado “¡Tigrinho!” crean el tono de esta maravillosa película en la que me imagino a John Waters desgañitándose fotograma a fotograma.

Por supuesto, ayuda tener a uno de los mejores actores de la historia en absoluto estado de gracia. Anthnonio logra decir frases que, a cualquier otro puta mierda se le atragantarían con una convicción de gigante. ¿Cómo no llorar con el momento en el que exhibe una colección de dilatadores vaginales de distintos tamaños? ¿Cómo no estremecerse con su primer plano cuando pronuncia la frase definitiva que a cualquiera nos llenaría de horror oír “Te hemos hecho una vaginoplastia”? Claro que se puede hacer como la señora que estaba a mi lado: decir “¡¡¿¿Pero esto qué es??!!” y largarse.

Pero yo la miré fatal.

4. Bad Teacher
Lavar un coche al ritmo de ‘Still of the night’ mientras la cámara hace un plano detalle de la tremenda erección de un niño de ocho años sería motivo suficiente para considerar enta ovra

como la comedia del año, pero los méritos de ‘Bad Teacher’ van más allá: un inspirado Justin Timberlake que nos demuestra la cerdez suprema que es follar sin quitarse la ropa, el ponerle claro a mucho friki que no tiene derecho a soñar con follar hasta, como muy pronto, la universidad y, por encima de todo, la maravillosa evolución de su personaje protagonista. En efecto, Cameron Díaz pasa de ser una guarra irresponsable, corrupta y arribista que quiere ganar dinero para ponerse tetas y pegar el braguetazo de su vida a ser una guarra irresponsable, corrupta y arrbista que quiere pegar el braguetazo de su vida. ¡Pero que ya no tiene la necesidad de ponerse tetas!

3. Un dios salvaje
Gente civilizada se reúne para solventar un problema de agresiones entre sus hijos. Al final, se demuestra que, tras el barniz de civilización, todos somos gentuza que busca la excusa idónea para darse de hostias con el prójimo. La obra de Yasmina Reza no es tan jrande como ‘Arte’, pero suficientemente buena para que nos riamos con mala baba y disfrutemos del trabajo de uno de los más serios aspirantes a “mejor director de la historia del cine” (el título de “mejor director Dillinger” ya lo tiene). Pero, por encima de todo, hay que ver ‘Un dios salvaje’ para decir:

“Paco… ¡Eres la leche!”


2. Inside Job
Creo que ya lo había dicho, pero lo repito: soy licenciado en económicas y con una buena media. Y sólo puedo decir que esta peli es perfecta, didáctica, impecable y que debería estar castigado con la cárcel el no verla. ¿Qué a alguien se le hace árida? Sólo puedo decirle “La peli está MUY bien explicada, pero es que, en la vida, hay que ir un poco más lejos que reproducir banners de PPSOE o #nolesvotes”. Como complemento, ‘Margin Call’ cuenta muy bien lo mismo en formato peli. Y, ya que estamos, ‘La doctrina del shock’ también es recomendable, aunque sólo sea para recordar que el enrabamiento que recibimos va más allá de la ley Sinde. (Cierto: la peli de Winterbottom tiene algunos agujeros en su discurso, pero un amigo me explicó cómo perdonárselos: “Es que, queda chungo decirlo pero… con esas gafitas y las pecas, Naomi Klein me puso todo palote”).

1. El hombre de al lado
LA peli definitiva sobre el mierdismo. Y sobre el culturetismo. Y sobre ser fan de Le Corbusier. Y sobre lo feo que es ser descortés con alguien que tenga bigotón. Si eso no es la definición de la magistralidad que venga Peich y lo vea.

Ya Paco os ha puesto la que es la escena del año. Pero la peli es una detrás de otra. Como esta en la que, después de habernos demostrado que no tenía huevos para levantarle la voz al vecino que estaba construyendo una ventana que sí daba a su casa, sí que, en cambio, como buen mierda, puede sobrarse con sus alumnos:

O sí que puede sobrarse con un pobre señor con bigotón que había en la obra del vecino hasta que…

El final de la peli es LA apoteosis del mierdismo, pero hasta llegar allí se pasa por escenas cumbre de la vicisitud (el prota intentando ligarse a una alumna) o del atchonburike (el padre dándole una charla cuasi lacaniana a su hija de seis años diciéndole “Si el odio que vos sentís por mí es genuino, me parece bien”). O épicas de Le Corbusier. En serio: no se me podía haber diseñado mejor una peli para que me pusiese en pie a aplaudir y para que, hasta el fin de los días, recite sus diálogos como Garci hace lo propio con los de ‘Casablanca’.

Y, con esta peli, el año se ha salvado.

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