La liga fantástica de F1. Round 16: Singapur

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El equipo Ferrari escribió ya, por mí, la palabra que define la calidad de este GP y de la monumental victoria de Fernando Alonso:


1 punto para ellos, por estética. Posiblemente, la que no tuvimos nosotros a la hora de decidir ir al Friday’s, vernos la carrera en su pantalla gigante – aunque esperaron hasta 10 segundos antes del semáforo para cambiar de canal, privando a alguien de apasionantes carreras de caballos en Teledeporte, y dándonos a nostros un cuasi infarto – e ir apuntando las puntuaciones (no pocas) en el mantel de papel. Así que, es posible que una buena mancha de salsa Jack Daniels haya confundido las puntuaciones. Pero, en un GP nocturno, como Dinio nos enseñó, eso es algo que forma parte indisoluble del juego.

La lucha por la star of the race fue más reñida que la maniobra de empotramiento contra el muro ™ que Alonso (1) practicó sobre Vettel en la salida. Varios pilotos hicieron numerosos méritos para llevarsela. Sólo uno lo logró, pero todos merecen nuestro aplauso.

En primer lugar, Nick Heidfeld tuvo a bien el regalarnos un cochambroso retorno a la competición para dejar, así, en buen lugar a Pedro de la Rosa. Su impacto contra Liuzzi, en el que perdió su alerón le supuso 6 encomiables puntos que complementó con otro por provocar un safety car cuando el Force India de Vitantonio se paró en medio de la pista con la suspensión destrozada. Con 7 puntos ha habido Star of the race. Pero, en Singapur, hubo quien hizo más…

Como Bruno Senna, quien, no contento con su trompo en la Q1 (1) y su multa por exceso de velocidad en boxes (1) decidió ser el único torpe carente por completo de reflejos a la hora de empotrar (5) su Hisp-p-p-pania contra los restos del Sauber de Kobayashi (2 puntos para el japo más un puntillo por el safety car subsiguiente). La comicidad taurina del choque del brasileño – convenientemente humillado por Christian Klien en su retorno a la F1 – tiene, evidentemente 3 puntos de estilo. En total 10 merecidos puntos para Bruno. Pero hubo quien hizo más…

Michael Schumacher demuestra que, cuando se trata de la estética de la destrucción, pocos pueden igualarle. Si su intento de asesinato de Barrichello es, de momento, el momento estelar de esta liga fantástica para el que esto firma, su embestida desesperada a Nick Heidfeld (6) lleva 4 puntos de complemento estético por la belleza de las chispas de su dañado alerón en la noche de Singapur. Pero hubo quien hizo más…

Heikki Kovalainen le dio pleno sentido a la expresión «Cojones de acero» cuando decidió que, lejos de entrar directamente a boxes tras su colisión con Buemi (7 puntos para el suizo), prefería regar la pista de aceite e incendiar su coche en medio de la pista. En otras circunstancias, el Fuegooooooorl deberían haber sido 10 puntos para Lotus. ¡Pero esta vez Heikki se lo apropió! La tranquilidad con la que le pidió el extintor a un mecánico de Williams con la sana intención de que «El equipo me suba el sueldo, pues ahora soy piloto y bombero» merece 3 puntos que añadir a los 10. Pena que Tony Fernández no le respondiese «Sí, un bombero torero». 13 puntazos estetas para Kovalainen. Pero hubo quien hizo más.

Y ya sabéis quién.

Estética, tuvo la justa (el Mierda se lleva él sólo su puntito por el cabreo a la hora de salir del coche arrojando el volante) pero, feck, siete puntos con el x2 del factor Mierda son 14 puntos. Lo justo para ser la star of the race. Lo justo para hacer podium cuado alguien no daba un duro por ti y, encima, dejar fuera de la carrera a tu principal rival. Alguien dirá: ¿No le das un -5 por haberse librado de una más que merecida sanción? La respuesta es NO. Si se analiza detenidamente la maniobra, se ve que, cuando comienzan a frenar, el Mierda – por el EXTERIOR, recordemos – sólo le saca una rueda de ventaja. Otra cosa distinta es que, por fuera se pueda ir más rápido. Como me comentó el compañeiro Barazal, una vez los pilotos comienzan a frenar, es el punto de no retorno. Webber se subió al arcén, lo cual indica que el Mierda debería haber sido listo y dejarle algo más de sitio. Después de todo, la siguiente curva era hacia la derecha y hubiese terminado de adelantar a un lento Webber. Pero, afortunadamente, la historia no fue así. En el Friday’s, la gente no aplaudió la heroica resistencia de Alonso frente a Vettel cuando, finalmente, Fernando cruzó la meta. Sin embargo, todo el mundo aplaudió cuando Mark se cargó al Mierda. Los españoles somos así.

Por si alguien no lo sabe, hay una moda chorra en internez llamada Webber Bombing que, a diferencia de otras, sí que me seduce:

Humildemente, aporto mi granito de arena:

En el terreno de los equipos, no hubo tanta espectacularidad como con los pilotos: Williams y Ferrari arruinaron la posición en parrilla de Hulkenberg y Massa respectivamente (1 point each). Mejor lo hizo, sin embargo, Toro Rosso, que convirtió una meritoria undécima plaza de Alguersuari en una salida desde boxes merced a un radiador escacharrado (5). Hispania, Lotus y Virgin, por su parte continuaron sumando puntos merced a su lamentable fiabilidad (5 each) a los que Hispania añade, además, 4 puntos por un pitstop de mierda. Su especialidad. Afortunadamente, esta vez no mataron a nadie.

Sin embargo, es tan sólo un bello gesto el que hace ganar la star of the race: la bella y entregada forma en la que los mecánicos de Red Bull jalearon la cipótica maniobra de Webber sobre el Mierda fue tan insultante que sus cinco puntos se benefician de un x2. Claro que sí. (De rebote, Ferrari se lleva un puntillo por cómo uno de sus mecánicos celebró la desgracia ajena).

En éxtasis tras la carrera, una visita al wc del Fridays nos regaló este bello diálogo madre-hijo: «¡Hala, pero qué caca más grande has hecho! ¡Esa caca tiene nombre! A ver… ¿Sabes qué nombre tiene?» El niño duda y la madre responde «¡Alien! ¡Tu caca se llama Alien! ¡Anda, ve a decirle a tu padre cómo se llama tu caca!». Por Peich juro que esto es real: Lewis inspira a la gente, I guess.

No es de extrañar que lo celebrásemos tomándonos unas cañas en un Satán.


Voici las puntuaciones.


…Y tan magna carrera quiero cerrarla con el mejor epílogo de la historia del cine. Usando la frase de Travolta en ‘Stayin´Alive’. «¿Qué te apetece hacer ahora?».

«Fardar»

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