
Pero, claro, luego uno descubre que un ídolo mío como Peyo decía todo el rato “¿Tienes un smurf para guardar el smurf?” y que de ahí nacen los Pitufos y el idioma Pitufo y se siente, de pronto, hermanado con una de las grandes mentes de occidente. Esa, y no otra, es la razón de que, cuando en las revistas de calidad ponen fotos de una señorita en pelotas, siempre incluyan cuestionarios para que los pajilleros – de calidad también – puedan sentirse hermanados con la mente de la citada munhé: “¡A mí también me gusta que me hagan reír!”.
La expresión inglesa para este fenómeno es “Great minds think alike” y podemos decir que la realidad nos ofrece muchos casos de bellas concomitancias. Muchas de ellas son sutiles, aunque no por ello menos estimulantes como, por ejemplo:
John Keats, al afirmar que “La verdad es belleza. La belleza es verdad” se hermana con Pocholo cuando dice “Sólo la verdad es sexy”.
Idénticamente:
¿No es maravilloso que tanto Rob Halford como Falete hayan tirado de la túnica para poder salir del armario en dos géneros tan poco homófilos como el metal y el flamenco?
Y todo sin olvidar el hermanamiento cultural España/Japón justo en el momento en el que Ruiz-Mateos decide, al igual que Songoku, anunciar sus golpes antes de propinarlo: «Bomba de energía», «Que te pego, leche…» a mesma cousa é…
Por supuesto, si incluyésemos a los políticos en la lista veríamos que, gracias a la capacidad de éstos para defender ocho cosas opuestas a la vez, podríamos hermanar cualquier gran mente política ¿Fraga y Berlusconi? ¿ZP y Ho-Chi-Min? ¿Zerolo y Jomeini? ¡Sin problema! Pero ente es un blog serio que prefiere hablar de “grandes mentes”, lo cual excluye la política y, de paso, nos permite otorgar unos premios a estas grandes mentes que “think alike” con la debida pompa y circunstancia.
Comenzamos por los…
ACCESIT
Jennifer Aniston – Boromir
(Sugerencia de La navaja en el ojo)
En sabias palabras de Dilliger, “Lo único divertido que se puede hacer con Jennifer Aniston es ver cómo la asesinan”. ¡Y eso lo decía habiendo visto sólo Friends! Si hubiese tenido la desgracia de sufrir sus películas – con ‘Como Dios’ a la cabeza – desearía que, por lo menos, hubiese cuatro horas de tortura antes del asesinato. En efecto, el papel de la señora Aniston en TODAS sus pelis es el de mujer que tiene que casarse como sea. No le llega que Jim Carrey con sus superpoderes, en un acto de bondad suprema, le aumente tres tallas el sujetador, no. ¡La única prueba viable de amor es pasar por la vicaría! Piensen ahora en Boromir con su frase master “Dame el anillo” (a la que, invariablemente, responden “No”) y díganme dónde está la diferencia.
(Sí, Gollum también quería el anillo, pero con lo del “My precious…” y la esquizofrenia pierde la bella unidimensionalidad cipótica de Boromir. Desde aquí deseamos a Jennifer y al héroe de Tolkien que celebren un bodorrio en la Almudena como Peich manda y que, acto seguido, se adentren en las procelosas aguas del fistfucking)..
TERCER PREMIO
Todos conocemos la frase «Ésa era una información que no necesitaba». A una amiga mía le ocurrió recientemente cuando, habiendo quedado con un onvre que le parecía guapo a la par que interesante, éste tuvo la ocurrencia de decir «Yo me considero heterosexual pero, de vez en cuando, me apetece comerme una buena polla». ¡¿Pero a quién se le ocurre decir eso con la boca con la que luego pretende besar a la muchacha?!
En el caso de Watchmen, esa información «no deseada» por algunos la soltó Dave Gibbons cuando afirmó que el modelo que siguió a la hora de dibujar a Ozymandias era… Julio Iglesias. Evidentemente, uno es de la generación que creció reverenciando cada ínfimo detalle del Watchmen. A la vigésimo quinta lectura sabíamos cosas tan maravillosas como que el hecho de Rorschach fuese a comer al Gunga-Diner (chiste For Sale do los hubiere) implicaba que, al igual que el prota de la película Gunga-Din, Rorschach iba a sacrificarse. ¡Sabíamos eso! Y luego nos quejaríamos de no follar.
Por ese motivo, en un tebeo para el que el negrero de Alan Moore escribía tres páginas de guión por viñeta, no podemos considerar inocuo que se inspiren en Yulio para crear un ser superior. Así pues, proponemos las siguientes relecturas de momentos estelares de Ozymandias y su tropa. Por ejemplo, ese maravilloso momento en el que el Dr. Manhattan pone en su sitio a Adrián explicándole que no es que el fin no justifique los medios, sino que «Nada termina nunca».
¿Y qué decir de ese heroísmo solitario de Rorschach? La única persona que no comulga con ruedas de molino por las matanzas de Ozymandias.
Sí, más digno que estos otros dos, que deciden olvidar la citada masacre follando.
¿A que todo tiene sentido? Un universo que hermana a Alan Moore y Julio Iglesias es un universo en el que sentirse seguro y feliz.
SEGUNDO PREMIO
Hugh Grant – Hans Magnus Enzensberger
Vuelvo a contar batallitas: soy de una generación que, después de haber sufrido estudiando la siempre árida geografía, tuvo que ver cómo Yugoslavia y la URSS se desmoronaban. Ante la cantidad de absurdos y descerebrados países que se montaron, mi reacción inmediata fue: «¡Queréis iros a tomar mucho por culo!».
Y la sigo manteniendo. Por eso, aplaudí cuando uno de mis ídolos – el simpar Hugh Grant – protagonizó este diálogo en ‘El diario de Bridget Jones’
RENEE ZELLWEGGER – Isn’t it terrible this thing about Chechenia?
HUGH GRANT – I don’t give a fuck, Jones.
A los dos días, otro de nuestros héroes – e imagen central del banner de ente vlog – Hans Magnus Enzensberger, escribía en ‘Perspectivas de guerra civil’:
«Hace falta ser muy ocioso para saberse las diferentes etnias que hay Chechenia»
¡Y todo esto después de defender el derecho de un pastor africano a mandarnos a tomar por culo si le preguntábamos sobre el conflicto vasco! Así que ya saben, ante los pesados que defienden treinta mil causas de dimensión internacional a la vez, mejor es decir «NO ES CULPA MÍA», mandar casi todo al carallo y añadir, esta vez, y con toda la razón, la frase «Y no lo digo yo, que lo dice Hans Magnus Enzensberger… ¡y también Hugh Grant!». El universo sigue siendo bello.
PRIMER PREMIO
Esta concomitancia surgió por los primeros noventa cuando una pandilla de freaks – capitaneada por el simpar Carlos Portela, from the Xabarín Club/Doutor TNT hall of fame – nos reuníamos en el café más sórdido de Vigo (abrir toda la noche es lo que tiene) para, después de un programa radiofónico sobre tbeos, facer tertulia comiquería hasta las mil.
Lógicamente, en ese bar – el Eco’s – en el que entraban viejas que, levantándose la falda enseñaban el potorro a la concurrencia, donde se dejaban extrañas propinas de 25.000 pelas, donde señoras que jugaban a las tragaperras le daban a todos los botones con el grito de guerra «Aghomita todo o que teñas, porca» y donde los vendedores de rosas eran tan depravados de acercarse a vender a una mesa donde sólo éramos un campo de nabos ultrafriki… Pues, en un lugar así, sólo podían surgir perlas como este «Great minds think alike», cuya autoría es de Portela.
Juan Ramón Jiménez y Conan: los dos viajaron a Zamora, los dos tenían una mujer que se llamaba Zenobia, seguro que a los dos les tocó montar en burro y, evidentemente, los dos cometían faltas de ortografía.
¿Quién no recuerda a Zenobia la concubina que ayuda a Conan? ¿O ese «¡Me voy a Zamoria»? ¿O la «Antolojía poética»? Las bases de una teoría conspirativa que demuestren que Conan y Juan Ramón eran la misma persona son mucho más sólidas que las que atribuyen el 11-M a ETA, así que ya se está el mundo de la cultura poniendo a ello.
Con suerte, lograremos que Zack Snyder ruede una revisión del mito tal que así:
Y ahora, les toca a usarcedes: ¿Qué «Great minds think alike» pueden aportarnos?