

Sí, es Ferraz 70. Y ahora toca el mini-flashback “¿Cómo hemos llegado aquí?”. Pues sencillamente, para nuestra sorpresa, resulta que la sentida defensa de las hijas de ZP tuvo su repercusión en la blogosfera política. (Concepto, por cierto, muy amplio, que termina incluyendo a nuestro idolatrado Supersantiego y que – cágate – aporta argumentario a los patidos: cuidadito con lo que se escribe, que podéis tener una responasbilidad social más gorda de lo esperado) Por ese motivo, Carlos – uno de los responsables de comunicación online del PSOE y caballero Jedi en sus ratos libres – terminó invitándonos tras haber enseñado el post a varios en Ferraz. Y nosotros, como buenos fetichistas sórdidos, no pudimos decir que no.
Por supuesto, nuestro grito de guerra fue “¡Horteras de bolera!” así que no dudamos en hacernos fotos con toda una iconografía que ha marcado nuestra infancia. Comenzamos por la sala de ruedas de prensa, donde cada emisora de radio tiene un pequeño habitáculo. Huelga decirlo, yo me arrodillé en el de la COPE. Luego, en el atril, ensayamos poses tanto de José Luis como de Felipe. Y, mal que nos pese reconocerlo, se nos dio mejor el talante que el carisma. Y eso que Carlos nos impartía buenas instrucciones acerca de cómo imitar bien a Felipe, pero ni así.
Acto seguido, Paco envió, sin más explicación, una foto a su familia. ¿El resultado? Su abuela pilló el disgusto de su vida a la que la madre de Paco y el Ciudadano Soberano le hicieron creer que Paco había ido a Ferraz a sacarse el carnet del PSOE. Y Paco no hizo nada por sacar a su abuela de dicho error. Pura maldad.
Luego vimos la mítica mesa donde se reune la ejecutiva para los Telediarios. Imbuído por la pura erótica del poder pregunté “¿Dónde se sienta José Luis?”. Paco fue más allá y, poseído por la erótica del fistrismo preguntó “¿Dónde se sienta Chaves?”.
Poco a poco, subíamos de planta en planta. No pudimos hacernos, lamentablemente, la foto de “famoseo” con Zerolo (la persona con quien, según Carlos, más tendría que ver el blog, y no le vamos a quitar la razón). Pero sí pudimos entrever los despachos de Pepiño, Leire o José Luis (quien tiene un ascensor privado porque, cada vez que va a Ferraz, tiene que soportar varios asaltos de militantes que se comportan como fans más fatales que los fistros que yo he visto cerca de Amaia Salamanca). De entre el atrezzo, destacar estos turbadores dulces zamoranos:
Una cosa que me extrañó, curiosamente, fue la poca presencia de Felipe en la decoración de Ferraz. Tan sólo vi un documento, firmado por ÉL, donde registraba el logo del PSOE – obra del gran Cruz Novillo, responsable de los mejores carteles de Carlos Saura – y poco más. “Lo que ocurre” dijo Carlos “es que, cuando llegó José Luis, ordenó una reforma en Ferraz a su imagen y semejanza. Pero siempre desde el respeto”. Esta última frase la dijo haciendo una imitación TAN perfecta de ZP que la turbación nos acompañó durante el resto de la visita. Tanto, que ni siquiera el que nos regalasen ¡abanicos ! del PSOE nos sacó de nuestro atontamiento.
Como colofón, el hacerse unas fotos en los míticos sillones en los que los políticos sonríen y hacen que hablan para las fotos de la prensa. Una actividad tan ridícula y sórdida que termina por parecernos sublime.
Y con esto finalizó nuestra visita. Por seguir en nuestra tónica autodestructiva, podríamos decir que, si en Génova tuviesen humor y figuritas de Darth Vader en sus mesas de trabajo, no dudaríamos en aceptar una invitación para echar una partida al cinquillo con Don Mariano. Pero, de momento, y como con la Guerra Civil, eso son conjeturas – como las fantasías de Pío Moa acerca de lo que hubieran hecho los rojos de ganar la guerra civil – mientras que esta crónica son los lamentables hechos. Para dentro de nada tendrán un post que desvelará la duda cósmica acerca de qué piloto ganará la liga fantástica este año – Mierdinho, Massa, Alguersuari o… ¿podrá hacer el Mierda una remontada de última hora? – y, lo que es más importante, para un poco más adelante EL post autodestructivo por antonomasia.
Lo de aquí sólo ha sido un pequeño ensayo general. Ya sabéis lo que se avecina.