
A bote pronto, viene a la mente esa maravillosa piña del Mierda (2×2) ¡en la última vuelta y regalando un podium a Ferrari en Monza! Eso es lo que, comúnmente, se llama 8 puntos de estilo. Tampoco podemos olvidar el incidente de Kubica con Webber en la salida (se reparten los 6 puntos, 3 cada uno) que terminó con el abandono del australiano y con un bello momento didáctico para el polaco. Por didáctico me refiero a que todos aprendimos el significado de la bandera negra y naranja. ¡5 puntos! ¿Y qué decir del lamentable intento de adelantamiento de Trulli a Nakijima 5 puntos a los que se suman 4 de estilo por haber dicho “me lancé de cualquier manera al primer hueco que vi porque ya estaba aburrido”. Encima, en la salida que se produjo tras ese intento, tuvo lugar un patético duelo con su compañero que terminó en salida de pista (2+5 de estilo). Rosberg también hizo un buen trabajo destrozando su alerón delantero (5).
Por supuesto, la acción en los boxes fue de gran nivel: el duelo Raicoñen-Sutil se decidió con la técnica ancestral de “El menos inútil e los dos, gana”. Por ello, pese a que Kimi caló el coche (2), el atropello de Sutil al mecánico termina triunfando (15).
Los equipos también se esmeraron en esta carrera. Como buen circuito ávido de motores que Monza es, varias fueron las escuderías que se ganaron sus buenos puntillos por problemas mecánicos diversos. Aplauso para BMW por haber logrado joder los DOS coches, eso sí. Y cinco puntillos para Toro Rosso y Force India (pobre Vitantonio… eso sí, no le perdono haberse cortado su magggnífico mullet).
Pero basta ya de lamentar mullets perdidos y vayamos YA al momento histórico de la F1 en los últimos meses. Me refiero, claro está, a que uno nunca pensó que llegaría a otorgar los puntos de salida del armario. Pero así ha sido: ante la magnitud del evento, a uno le da igual que la salida sea voluntaria o a la fuerza. Tanto Flavio como Nelsinho (ahora metamorfoseado en Grosjean a efectos de puntuación) se llevan 25 puntos cada uno merced a una guerra sucia que empezó con altas dosis de mierdismo pero que coge fuerza y calidad cada día que pasa.
Flavio, en un alarde de papiroflexia verbal inédito desde los tiempos de Mayra Gómez Kemp leyendo las tarjetitas en la subasta del Un Dos Tres (en los que era capaz de empezar hablando de alcachofas y acabar regalando un apartamento en Torrevieja, Alicante) logró hacer derivar una denuncia por obligar a estrellarse a un piloto a un “Encima, Nelsinho dice que le he hecho perder un amigo…”. El resto, es historia de la F1 que ya conocéis. 25 puntos para Flavio Portu “sacada” más 10 de estilo. Redondéenlo con 3 puntillos por llamar “hijo de papá” a Nelsinho y 10 por llevar a jucio criminal a los Piquet por difamaciones. Así me gusta, sin sutilezas.
Pero Nelsinho también tiene lo suyo. En el Grand Prix Actual de esta semana hago una loa al “placer intelectual” que este piloto siempre ha aportado. Y, ahora, vuelve a reivindicarse: cuando, vistas sus bajas puntuaciones, todos queríais cambiar a Nelsinho por Paul Rodgers, el brasileño contraataca desde fuera de las pistas y amenaza con quitarle el primer puesto a Massa. A sus 25 puntos por ser sacado del armario (y con señor de 50 años, eso es calidad…) hay que sumar el llevar a Renault a jucio de la FIA (10) y el empezar a insidiar para meter a Fernando Alonso en el fregado (3). ¡Cómo sabíamos que Nelson padre estaba reservando su ataque!
De todas formas, la manera de iniciar el proceso, filtrando a la prensa, sin ir de cara, y reservándose claramente el temita para cuando echasen a Nelsinho por incapaz tiene un tufo tan canónico de mierdismo que no puedo evitar calzarle un -10. Otra cosa es que, luego, ese -10 se mitigue en 3 puntos por todo el psicodrama en el que está envuelta la historia (“acepté porque estaba anímicamente vulnerable”, decía Nelsinho).
En todo caso, éste es un culebrón que va a seguir deparando puntos, especialmente después de ver cómo Nelson padre quiere destruir a Flavio y de cómo Pat Symonds era tan incapaz de responder a las preguntas sobre Singapur como Aznar a las preguntas del 11-M. Como la sanción a Renault sea la expulsión a perpetuidad de la competición ya me imagino a algunos ingleses instando a investigar el choque de Bandini con Graham Hill para hacer lo mismo con Ferrari. Putos revisionistas históricos… No les extrañe que, algún día, el Mierda acabe ganado un título por sanciones con efectos retroactivos.