Muchas veces he hablado aquí de mi fascinación por los clones de combate cinematográficos. En alguna ocasión me he planteado continuar con el tema y hablar de plagios musicales. Pero me he encontrado con un problema:
En la música hay menos originalidad que una peli de The Asylum dirigida por Bruno Mattei.
No es que se puedan encontrar artistas claramente inspirados en otros. Es que hay géneros enteros en los que es imposible distinguir un intérprete de otro. Y no voy a decir cuáles, que luego los trolls hacen su agosto en los comentarios. Bueno. Qué coño. Lo diré: a ver quién es el guapo que me asegura que, por ejemplo, el reggae es un género variado. Ser percusionista de un grupo de este estilo tiene que ser más o menos igual de divertido que encargarse de la batería de El Último de la Fila.
El caso es que, para encontrar un clon de combate realmente divertido en música, el plagiador tiene que ser mucho más concienzudo y copiarlo todo. Y cuanto más idiosincrásico sea el artista a clonar, mejor. Y si hablamos de idiosincrasia, lo primero que se me viene a la mente es una foto de mi hermano en calzoncillos. Pero lo segundo es Kate Bush.
Observen primero este video. Atentos, por favor, al segundo 58:
¡HOSTIAPUTALALECHE! ¡¡¡¡VICISITUD ÉPICA!!!! Es como si Ator 5 se hubiera follado a She-Ra y hubiera tenido una valkiria postapocalíptica rusa con un subidón de fresisuís reconcentrado. Olvidemos la razonable y fascinante duda de qué puñetas estaba haciendo con el contrabajo antes de invocar al poder de Greyskull y revelarnos la existencia de la sordidez audiovisual absoluta ultraterrena. Lo importante en relación con el post es darse cuenta de que, guste o no, como Catalina Arbusto, no hay otra.
Ahora, recordemos su mayor éxito musical:
Una obra maestra del arrebato emocional y la clara muestra de cómo cantaría un grupo de duendes adictos a las novelas románticas decimonónicas, una raza que sin duda existe en algún lugar del Mundodisco. O en tus pesadillas. Pero nunca en España. Aunque, miren ustedes por donde, de este país salió una artit-ta que se atrevió a ser clon de combate de una munhé tan obviamente imitable, pero realmente única, como Bush:
¡Vicisitud! Pero ahora viene lo bueno. Porque ya sabéis que en este blog no hablamos de la gente para ridiculizarlas. A mí, la canción… ¡me gusta! Obviamente: me encanta Wuthering Heights. Por lo tanto, ¡cómo no me va a gustar su plagio! Por eso ésta es mi canción-clon favorita. No suficiente como para escucharla sin que me de un ataque agudo de vergüenza ajena. Pero sí como para que ande en mi ipod desde hace bastantes meses, cuando, tras intentar cantar junto a Vicisitud ‘Running Up That Hill’ en el Singstars (y NUNCA la palabra ‘intentar’ alcanzó un significado tan profundo en relación con el concepto de ‘puta mierda vicisitúdica’), recordé la inmensa vergüenza ajena y fascinación de la primera vez que vi este video de Virjinia Glück (con jota, por supuesto.Supongo que por joder).
Y ahora tocaba hablar de quién es esta señora y qué hizo después de lanzar este single. Pero no lo haré. Miraros la wikipedia, leñe. Que yo estoy de vacaciones y esto es un post vago.