Ah, antes de comenzar, un momento vicisitúdico. Llamo a Paco y le digo “Paco, no está el 2112 de Rush”. Él me responde “Nunca estuvo”. Grito “¡Feck! ¡Dramaaaarrrll! ¿Se puede quitar algo del top 25 para ponerlo?”. Revisamos los discos de esta lista y nos damos cuenta de que son todos una pandilla de absolutos intocables. ¡No podía ser de otra forma! Así que, como pataleta, un aperitivo de Rush antes de la lista:
Todo buen freak adolescente tiene el sueño de rebelarse contra el mundo que le ha condenado a recibir collejas y no follar. Por supuesto, puede liderar una rebelión contra el opresor o aspirar a dominar el mundo siendo él dicho tirano. George Lucas y Rush optaron por la primera opción y, aunque “2112” no haya sido tan famoso como “Star Wars”, supera a la Santa Trilogía en chunguez (una rebelión hecha a través de la música en vez de con rayos láser) y, sobre todo, en la VOZ. Sí, Darth Vader molará, pero no tiene esa voz de haber jugado durante 40 años seguidos – días y noches en vela – a Dragones y Mazmorras que tiene Geddy Lee. Como regalo para los más frikis del lugar, una foto que mezcla a una de las féminas más deseables de “Sin tetas no hay paraíso” con vuestro grupo de Geek Sinfónico favorito: ¡¡¡¡La Vane oye a Rush!!!!
V.Cisitud
24.- La Trinca: Quesquesésemerdé
Soy de esa generación que puede fijar su «pérdida de la inocencia» en el momento en que entendió qué quería decir la Trinca con letras tan ingeniosas como «llevan colgando los hombres/ un cilindrín un cilindrín». Pero, si hay que buscarle valores objetivos a este disco, hay que decir que es EL referente ineludible para todo álbum de humor sórdido-salchichero que se precie. «En las fuentes de Versalles contempló con estupor / a unos patos arrimar el culo a un surtidor» hizo que viajase a conocer ese palacio donde logró inventarse el bidet que luego quiso reivindicar el insaciable populacho «para poderse bañar sentado y no de pie». Otros himnos incluyen el tema pro-evolucionista y anti-Darwin a la vez – que lograría poner en su contra a los dos bandos, lo cual es meritorio – que reivindicaba que el onvre venía de la patata o esa magnífica oda al papel higiénico que subraya, en un alarde de comunismo magníficamente entendido que el váter iguala al «proletariado y capital / soldado raso y general / analfabeto e intelectual».
Se coja por donde se coja, este disco no tiene desperdicio: un último rayo de lucidez mientras Felipe nos metía en la OTAN.
V.Cisitud
23.- Sabrina: Boys, Boys, Boys
La cumbre absoluta del pussy pop fue debidamente analizada en este artículo. Lo que quedaba por decir es que “Boys” no sólo contiene dos temazos – “Boys” y “Sexy Girl” – sino que, además, se atreve con clásicos como el “Do you think I’m Sexy” de Rod Stwart o el “My Sharona” de The Knack. Disfruten del vídeo de este último tema y díganme cuánto tardan en darse cuenta de que Sabrina no sabe la letra, ni hablar inglés ni el tono en el que va la canción. Y si realmente eso importa un carallo.
V.Cisitud
22.- Richard Clayderman: En su piano sin control
El mayor de los genios sólo es capaz de parir una genialidad en su vida. Y ya. Que nadie os confunda diciendo que tal o cual grupo «son capaces de todo» porque la realidad es que incluso los Beatles, reencarnándose mil veces, no lograrían algo tan perfecto, puro e icónico como ese Piano Blanco (así, con mayúsculas) de Clayderman retratado a través de mil flous mientras sus dedos derrochan esas notas que tocan esa parte del corazón de la que todos se avergüenzan. Esa parte que sólo personas como Nancy Reagan son capaces de sacar a la luz diciendo LA auténtica verdad: «Richard Clayderman es el hombre más romántico del mundo». Esta impresionante recopilación tiene, además, el valor de surgir gracias a un delirante anuncio que, a una juventud desconocedora de Clayerman, logró impactarle más que cualquier mierda de Nike hecha con el deportista cretinoide de turno. ¿Qué dijo Clayderman del anuncio? Pues nada que tuviese algún atisbo de ironía: cuando vio el lugar, a orillas de un lago, por el que se deslizba su piano sin control, sólo dijo: «Qué bello». Eso es el Amor, el Sentimiento, y el Piano Blanco con mayúsculas, señores.
V.Cisitud
21.- S.O.D.: Speak English or Die
Cuatro jevorros se reunen para tomar unas cervezas. Conforme la tarde avanza y degenera alcohólicamente, se preguntan cómo sería el mundo visto a través de los ojos de un ultraderechista terminal. Beben algunas cervezas más y graban, esa misma tarde, un disco de 25 minutos de duración con 21 canciones. Salvajismos como «The Ballad of Jimi Hendrix» (tocan 3 segundos de Foxy Lady para luego decir «You are dead!»), o el blues premenstrual de la princesa («Irving… ¡Ayúdame a encontrar mis maxi compresas antes de que pinte toda la casa de rojo!»), por no citar la bella morofobia de «Fuck the Middle East» o la xenofobia más general de «Speak English or Die» conforman un disco que logra adelantar a Chuck Norris por la derecha pero con humor y demostrando que «El derechismo bien entendido favorece la acción«. Disfruten de este vídeo donde tocan todas sus baladas en directo ante un atónito público de Seattle que comienza a escupirles cuando acometen «The ballad of Kurt Cobain».
V.Cisitud
Pete Townshend le explica su «gran idea» a la discográfica:
– Voy a hacer un disco doble conceptual sobre un niño que se queda sordo, ciego y mudo y que se termina convirtiendo en un líder de secta porque, pese a sus taras, tiene un don especial para jugar al pinball.
– Beg you pardon?
– Sí, además vamos a hacer gira por teatros… ¡y una película!
– What the fuck?
– Y la peli quiero que la dirija Ken Russell: un sórdido entre los sórdidos que también quiere que el cantante del grupo, Roger Daltrey, haga de Liszt con un falo de tres metros penetrando una vulva gigante sólo para que le guillotinen la minga. ¡Pero en mi peli quiero que haga un clímax con champán, judías y chocolate!
– ¡Y luego, cuando pasen 25 años, para celebrar el aniversario del disco haré una gira teatral en la que Phil Collins hará del tío pederasta de Tommy que le termina dando por el culo mientras dice «no podrás ni verme ni oírme, ni gritar mientras jugueteamos»!
– No sé quién coño es ese señor pero no podría sonarme más sórdido.
Pocas obras más perfectas se me ocurren que «Tommy»: no sólo puede ser la mejor música jamás compuesta por un ser humano, sino que, además, logra ser épicamente sórdida y demuestra que las grandes cosas tienen que ser eso. Grandes.
V.Cisitud
19.- Caravan: For Girls Who Grow Plump In The Night
Más whimsical. Y a estas alturas ya deberíais saber qué significa esto: chistes forsálicos diseñados para practicar holocausto en tus neuronas. El título del disco en sí ya es un juego de palabras chungo que erotiza la expresión ‘Things that go bump in the night’. Y en esta maravilla también se puede encontrar esa obra maestra sobre el fornicio llamado ‘El perro, el perro, ya está otra vez’ de la cual ya os hablamos aquí.
Coeficiente freak que se multiplica como hongos de Yuggoth gracias a la inclusión de una oda a Cthulhu que presenta una de las más simpáticas faltas de adecuación entre música y letra que se hayan dado en el tétrico mundo de la música lovecraftiana, pocas veces dispuesta a tratar a este escritor como merece. Esto es, de cachondeo.
P.Fox
18.- Stone, Aitken & Waterman: Gold
Uno de los primeros casetes que me compré fue el del disco de debut de Rick Astley (¿es que hay si quiera que considerar la existencia de los otros?) Sé lo que dice eso de mi heterosexualidad: concretamente ¡maricón! Pero no hay que confundirse: todos los que creían que era música para nenas (por aquellos entonces no había movimiento gay apropiándose de absolutamente todo el puterío) no habían leído bien los créditos de las canciones. Si lo hubieran hecho, habrían descubierto que los jrandes Stock, Aitken & Waterman también eran los autores de las melodías que acompañaban a los videos de Samantha Fox con los que se hacían pajillas, así como aquellos de la morena de Bananarama (Las otras me dan igual: esa era la que me ponía). Pero claro, nadie se daba cuenta de ello por un motivo claro: casi todos teníamos las cintas (con suerte, de cromo) piratas, por lo que nada de créditos. Pero yo, en mi aburrimiento Algecireño, sí que pude memorizar a este trío, sobre todo por la inmejorable sonoridad de sus apellidos. Comprendí entonces que no se trataba de que todos los éxitos de Los 40 Subnormales de la época sonaran iguales: ¡es que eran de los mismos tíos! La gente habla de la cantidad de números 1 de los Beatles, pero nadie reclama el valor de SA&W, capaces de llenar las listas de éxitos y, encima, con la misma canción. Lo cual es digno de encomio.
P.Fox
17.- Ex-aequo: Gigatrón y El Reno Renardo.
17a.- Gigatrón: Los dioses han llegado
¡Debater! Sé que Gigatrón no quieren abarcar todo el metal, sino sólo su lado más lumpen, litronero y de caballón. Sé que quizás sería más ético meter a los grupos primigenios que exclamaban «Sólo me lo hago en mi amoto». Pero… ¡joder! hay veces que, de tanto mentir, se acaba diciendo la verdad, y me creo que Charlie Glamour termine diciendo a las señoras que le piden que les firme las bragas «Eso está hecho… pero no tengo bolígrafo». Still, ya sabéis por qué está este disco aquí: resulta imposible para ningún ser humano estar más sembrado que en «Te peto el cacas». En el Kobetasonik, la magnífica actuación de Europe, sepultada por el cántico de los jeborros concurrentes acabó siendo así:
Redondéenlo con otros himnos como «El barco de colegas» y, sobre todo, con esa joya cock rocker de «Tú eres mi veneno» donde dice que Bon Jovi nos enseño que en el jebi también hay un sitio para el amor y a todos nos quedará claro que, nena, cuando yo te la meta, y esté tatuado en tu teta, cerca del corazón, no habrá más que un peta entre los dos.
V.Cisitud
17b.- El Reno Renardo: El Reno Renardo y el reino de la cagalera de Bisbal
No suelo ser fan de los grupos musicales eminentemente humorísticos. Pero aquí podemos encontrar:
– Caca
– Mecano
– Épica medieval
– Cachondeo con los pijos y los perroflautas
– Colonoscopia
– Metal
– Ochenterismo
Sólo faltaría que el Reno apareciera con bigotón en la portada para que esto fuera la banda sonora de este blog. Sin embargo, lo mejor de todo es que… ¡está bien tocado! ¡Y varias de las canciones propias son buenas! Eso es lo que los distingue del resto de caspas humorísticas y el motivo por el que Vicisitud y yo no nos hemos puesto de acuerdo para esta posición 17.
P.Fox
16.- Deep Purple: Slaves and Masters
Has compuesto EL riff de guitarra por antonomasia, has grabado EL disco en directo por ídem, has sido incluso tan sórdido de crear el precedente de lo que tiene que ser un buen disco de grupo cañero + orquesta marca chungoman, has vuelto a reunir tu grupo por dinero… ¿Qué más te queda por hacer en la vida? ¡Joder, pues meter a Joe Lynn Turner en tu grupo! Enta ovra es un culto a que el AMOL es lo único importante en la vida, y que vale la pena renunciar a tu pasado a cambio de una buena permanente, un mejor lifting y un cantante que personifica lo mejor de la mejor música: el AOR. ¿su idea era «sonar comercial y obligar al resto del grupo a que se vistiesen como es debido«? ¡Eso es lo mejor que se puede hacer! ¿Quién no quiere que millones de personas te escupan en el orto para penetrártelo o que, en su defecto, te abracen? ¡Sólo los amargados! Y Joe Lynn no es para ellos: allí donde él iba, sólo crecía el amor incondicional o el odio absoluto entre los estupefactos fans. Y este disco es su desafío definitivo.
V.Cisitud
Llevamos un Queen sin Freddie y un Freddie sin Queen. Para la parte alta de la lista, nos hemos reservado un Queen total. El disco sórdido definitivo del grupo. Una maravilla que tiene los santos cojones de abrir con su tema más whatthefuck. No quiero ni pensar lo que tiene que pensar un cool de él. Imagino que G.Sanz diría:
Tras su paseo por las Arenas-rock de ‘We Will Rock You’, el grupo del tanzano afincado en costas inglesas Farrokh Bommi Bulsara se adentra en las cálidas aguas del sordid-prock con un disco repleto de mementos de unas vacaciones de la cordura y el sentido común. Y, con las mareas jazz de Taylor y las poderosas curvas sónicas de May como acompañantes, se desmarcan con un castillo de arena que despierta memorias de insolación y cortes de digestión. Retratos country de posaderas, zambullidas en el disco funk, palazos de acústica y hasta un guiño al islamic-prog en ‘Mustapha’ para un LP que deja agua en los oidos y necesidad de after sun..
P.Fox
14.- Jethro Tull: Aqualung y mención especial a Songs from the Wood
En un post anterior tratamos la jrandeza sórdida de Anderson. ¿Qué aspecto de su variada ovra podemos elegir? ¿El sexo bucal de ‘Rock Island’? ¿El onanismo de ‘Thick as a Brick’?¿La escatología de ‘Too Old To Rock And Roll? ¿El fornicio de… bueno, de casi todos los discos?
Al final, nos hemos decidido por dos. Por un lado, la profunda sordidez de ‘Aqualung’, que incluye orines en los pies, mocos, prostitución adolescente y como bonus, una hermosa crítica a la religión organizada y la bella imagen de dios cogiendo de los huevos al protagonista de ‘Locomotive Breath’.
Por otra parte, no hemos podido resistirnos a dar una mención especial a ‘Songs from the Wood’, simplemente por los fermoso que nos parece toda loa al fornicio rural. Que sí, que como avisaron Siniestro Total, ‘los ecologistas están en la hierba / y luego y todas sus partes se llenan de mierda’. Pero trotar por el campo y ser violado por una pija es un tema de punzante contenido socio-festivo que debería ser abordado con rotundidad en todo disco con aspiraciones a ser objeto de burla en general y admiración rendida en este blog.
P.Fox
13.- Pimpinela: Lucía y Joaquín
Para muchos lectores de ente vlog, su rubicón fue leer que éramos sinceros fans de Pimpinela. ¡Qué fácil es decir jaja jeje jiji juju y comentar que qué punkis son los de vicisitud y sordidez! Pero, claro, ir dos veces a verlos en directo impide el poder excusarnos ante terceros diciendo «es que lo hacen por la coña…». A partir de ahí, nuestros maravillosos lectores supieron lo que había y nos quisieron (queremos creer) de otra forma mucho mejor. Y nosotros a ellos.
¿Por qué este disco? Porque contiene «Yo, dueña de la noche», temazo con arranque de hard AOR que deriva a gran melodramón sinfónico y que yo creo que ejemplifica todo a lo que debe aspirar un buen culebrón: cardados y pasión desatada más allá de lo épico que no deje un solo ojo seco entre el público. Cada vez que monto una escena de «Sin tetas no hay paraíso» intento alcanzar esta cumbre del sentimiento con laca y sin ironía ni hostias. Sé que nunca lo conseguiré, pero los maestros siempre han de ser inalcanzables. Feck termina de sonar este tema y las lágrimas no me dejan ver el tecladorr cdjasdfkj eriowkd wosqw.
V.Cisitud
12.- Carmen: Fandangos in Space
Cualquier persona en su sano juicio consideraría que un grupo inglés mezclando flamenco, progresivo y spanglish es una sordidez. Y tendrían razón.
Por eso están aquí.
P.Fox
11.- Luis Cobos: Capricho Ruso
Tras la indigestión de género chico (que no menor) de su anterior disco y su papel de sazonador de la adaptación fílmica de ‘La corte del faraón’, Cobos prepara un menú internacional. Y, henchido del espíritu de un Tchaikovsky tocado por la gracia de Paco Pil, cocina un inspirado strogonoff de frenesí rítmico y lo presenta para una masiva y orgiástica deglución. Melenas al viento, ritmos cosacos y un toque de la experta cocina de la Orquesta de la Televisión Rusa para un plato que huele a libertad y acondicionador.
G. ‘Paco Fox’ Sanz
El resto de la entrada, aquí.
10.- David Lee Roth: Sonrisa Salvaje
Dentro de la sana actitud de vivir a carallo sacado, aquí siempre hemos defendido el ponerle un toque de canela y un lazo a dicho carallo. Nadie mejor que David Lee Roth para ejemplificar esos valores. No sólo le llegó con hacer el mejor disco de cock rock putero de la historia («Eat ‘em and Smile») sino que decidió regrabarlo… ¡en español! O más bien en mejicano-californiano. ¿El resultado?
¡Ay, si el mercado hispano lo hubiese convertido en el smash hit definitivo! Hoy en día estaríamos hablando de lo buenos que “eran discos como ‘Rascacielos’, ‘Un poco no es suiciente’ o ‘Tu sucia boquita’”. Pero se perdió la oportunidad histórica y el mercado de habla hispana siguió la infecta senda de Juan Luis Guerra o, décadas más tarde, de Daddy Yankee. Por eso, lloren con este disco – y consideren en él representados a los seis primeros y soberbios álbumes de Van Halen – pensando en lo que pudo haber sido y, lo que es más importante, deseando que, el día que a todos nos toque abandonar este mundo, seamos dignos de que pongan “Así es la vida” en nuestro funeral.
V.Cisitud
9.- Saurom Lamderth: Sombras del Este
Grandes enfados nos llovieron cuando el extenso comentario de este disco acabó linkado en el foro de discusión del grupo. Lo que los pobres airados visitantes no entendían es que sí: se puede uno reír del disco y, al mismo tiempo, adorarlo por su increíble falta de coherencia entre la épica musical de unas partes y la extrema vicisitud de otras. ‘Sombras del Este’ es otra de esas raras ovras sórdidas que se menean orgullosamente el caralho ante los adalides del cool y del supuesto buen gusto (y, en definitiva, el aburrimiento) y expresan su exacerbado frikismo con alegría y letras ignominiosas. Todos juntos: ¡Sooooooy Aragoooooorn hijooooo de Arathoooooorn!
P.Fox
8.- Richard Cheese: Apperitif for Destruction
El lounge vuelve a ser la barra donde los sordidazos pueden tomar sus Martinis en smoking y acosar a alguna jovencilla despistada que pasase por allí gracias a Richard Cheese. Nunca el piano de hotel mallorquín para alemanes y la voz engolada dieron más juego: Sinatra erró con todas sus canciones, y Richard elevó a nuevas cumbres de la sordidez, ignominia y genialidad todo lo que tocó en “Aperitif for Destruction”: del dueto con Stephen Hawking al Sunday Bloody Sunday a ritmo de mambo Richard vive en un estado de gracia.
¡Y he hecho este párrafo sin decir “Tour de force”!
Pero podría decir tableaux vivants.
Tableaux vivants.
V.Cisitud
7.- Siniestro Total: Siniestro Total II
Nuestro espíritu es tirando a barroco, lo cual implica que, musicalmente, somos más de cosas complicadas, de ponernos camisas con chorreras, de cardarnos o de vestirnos de niña medieval y correr por el bosque. Pero incluso seres alambicados como nosotros – y todo el mundo – tienen siempre la necesidad de un arrebato punki. Para esos momentos, recomendamos NO perder el tiempo en cosas como los Ramones, The Clash o The Sex Pistols. No cuando se tiene a mano un disco tan pletórico de valores como la segunda obra de Siniestro Total. Arrancar diciendo “Sabías que a Bryan Ferry/ le huele el aliento” provoca en el espectador una reacción crítica hacia la realidad que culmina en las ya nombradas y sabias frases “Los ecologistas estám en la hierba/ y luego los huevos se llenan de mierda” que sólo pueden mover a la reflexión. Aunque, sin duda alguna, la joya de la corona es esa oda al pensamiento moelno elitista que, para difernciarse de la turba, busca hacer la caca de colores “no volveré jamás/ a volver a cagar/ la caca marrón, qué vulgaridad/ qué mediocridad”. Piensa y destruye.
V.Cisitud
6.- Mecano: Entre el cielo y el suelo
El disco en el que Mecano refinó su técnica de rimas hilarantes fue, además (¿o quizá por ello? La respuesta está clara: no) uno de los más memorables musicalmente. Una cumbre de la vicisitud verbal mezclada con estribillos memorables. Y todavía hay gente que entra en el post sobre este grupo y se cree que aquí no somos fans de ellos…
P.Fox
Príncipes del Casio (los Reyes son Modern Talking) y líderes indiscutibles del movimiento musical más sentido, amoroso y sórdido que haya dado nuestro país: la tecno rumba. Lean más aquí sobre un grupo sin ironía y con bigotón del que quiero recordar el momento en el que J. A. Bayona, al rodar su primer videoclip, le dijo al teclista “Si tienes sólo dos manos… ¿Por qué quieres más de dos teclados?”. Obviamente, la cara que le puso el teclista hizo que el director, entendiese, de golpe, todas las reglas esenciales del universo Hard Casio.
V.Cisitud
Ejemplo máximo de la dedicación a una ovra, “Oye Niña” es el fruto de 27 años de trabajo que analizamos profundamente en este post. ¿Quieren más pruebas de dedicación? Rouco nos ha escrito, molesto, para que retirásemos sus clips de youtube y sus mp3 de rapidshare. Evidentemente, por mucho que alegue derechos de autor, está claro que don Santiago es una persona entregada que conoce tan poco las medias tintas como los fans de Saurom Lamderth. Y eso le honra. Vean parte de lo que nos escribió:
“Supongo que Vicisitud y Sordidez tambien es obra tuya donde has colgado material protegido, algunos comentarios gracias a tu aporte:
-cd de Rouco es un concienzudo trabajo sobre todos los ritmos musicales que los botones de su Casio le permiten.
-Recuerdo, particularmente, el momento de descojone con la canción del «barquito velero»…
-joer, la verdad k toy asombrao…pero esto k es? caxondeo? estoy de acuerdo k cada uno hace lo k kiera y lo k pueda…pero le recomendaria a Santiago Rouco k se buske a alguin k le hable claro o k le cambie de estilo musical…xk no se k demonios es esto. Un saludo desde Tenerife.
Los comentarios favorables acerca de mi trabajo, no les doy importancia ya que son familiares.”
Juzgando que todo esto le “perjudica” pedía hasta la retirada del artículo, pero hay que diferenciar las quejas sobre copyright (que debería efectuarlas Canal Satélite Digital) de que la gente pueda emitir una opinión sobre tu obra (es el contrato artístico) hasta instando a que compren el cd. Ahí se queda el artículo y también mi admiración hacia su obra (aunque, igual que Saurom, no la entienda)
V.Cisitud
¡¡¡EL PODIO!!!
Tercer puesto y premio especial a la capa más gloriosa del rock:
Rick Wakeman: The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table.
Así, con el título entero. Un disco del que ya hablamos aquí y que reúne todo lo que me gusta en un clásico (esto es, épica y vicisitud musical alternándose continuamente) y que, además, engendró un espectáculo en directo con patinadores vestidos de caballeros medievales. Claro que el momento cumbre de la ovra y motivo último de su posición en el podio es sin duda el tema ‘Merlin the Magician’, una pieza que evoca con total claridad la personalidad del famoso mago artúrico si éste hubiera sido un payaso esquizofrénico adicto al Red Bull.
Y no diré nada más. Porque, sin duda, Wakeman merece un post épico para él solito. Al tiempo.
P.Fox
Segundo puesto y premio especial al bigote más erótico del pop:
Günther: Pleasureman
Bigotón, mullet, castañuelas, trala-la-la, ding-ding-dong y una misión: calentarnos a todos y todas para que todo el planeta viva en un continuo orgasmo colectivo gritando “Mamma mia, give me a sangría”. Hemos reiterado en miles de artículos nuestra devoción ante ente onvre, nos hemos vestido como él, hemos sido legión los que paseábamos por la playa cantando Teeny Weeny String Bikini (que luego ha plagiado Coldplay). No jugábamos a la sorpresa con este puesto para “Pleasureman”. Pero nunca podremos dejar de sorprendernos al ver que algo tan perfecto como esto existe. En cuatro palabras: Champagne, Glamour, Sex, Respect.
V.Cisitud
Primer puesto y premio especial a todo lo que es concretamente su ser enterico:
Franco Battiato: Echoes of Sufi Dances
Ya le dedicamos un post ÉPICO en tres partes (1, 2 y 3). ¿Cómo no iba a ocupar ente onvre la primera posición? Si bien rara vez llevó bigotón, Battiato encarna todos los valores de esta lista. En primer lugar, el de ser un sórdido sin sacrificar la calidad. Y en segundo, el de hacer lo que le sale del orto y no cejar en el empeño de causar altas dosis de vicisitud. Tanto en sus letras como, por supuesto, en su apasionante y colonoscópico mundo visual. Que empieza por sus videos:
Y termina por él mismo:
Pero lo que hace a Battiato jrande es que, al mismo tiempo, presenta una obra con profundidad. Hacer rimas chungas y, simultáneamente, engañar a los culturetas. Hablar de fornicio y de Nietzsche. ‘Superaré las corrientes gravitacionales (…) y envejecer no podrás’ y ‘Era la puta más gorda que nunca hubiese visto(…), hacerlo contigo, no debe ser cómodo’. Sordidez inteligente sin pose.
La inmensidad de Battiato es la de ser el onvre capaz de armonizar la magnificencia y la inteligencia con la vicisitud. Una capacidad que nunca se ha mostrado con tanta relevancia como en el disco ‘Echoes of Sufi Dances’, un recopilatorio grabado… ¡en inglés!
Con un acento propio de alguien que ni siquiera lo intenta, Franco (¡Franco!¡Franco!) realizó un disco con el objetivo de entrar en el mercado anglosajón. Obviamente, una ilusión hilarante en sí misma. Claro que la risa que se amplía para cualquier conocedor de la obra de Battiato cuando escucha por primera vez, por ejemplo, ‘I want to see you as a dancer’. Efectivamente: si ya se retorcía el español para acomodarlo a la métrica original, aquí Battiato da un valiente paso adelante con voltereta mortal y coge el inglés, se lo mete debajo del sobaco, lo deja dos días en salmuera y se saca esta maravilla de la vicisitud. Un disco que todo el mundo debería escuchar si tiene curiosidad por saber qué se siente cuando el cerebro se contrae y decide prenderse fuego como bonzos en antiguas cortes con emperadores de la dinastía Ming.
P.Fox