Cine-colonoscopia: Todo es más divertido con un váter

Foto del autor

5
(1)
Hay películas malas. Hay películas malas-colonoscópicas. Y por encima de todas están aquellas cuyo visionado plantea la duda de si su repetida exhibición podría desembocar en una repentina implosión del universo. Aunque los efectos quizá se circunscribieran sólo a nuestra galaxia.

La frase que encabeza este post se puede escuchar en esa ¡ÉPICA! de la vicisitud fílmica que es ‘The Spirit’, justo después de que el villano le calce al héroe un retrete por la cabeza. Uno de los mejores momentos de ésta , la obra cubre de la carrera de Frank Miller. Aunque sólo en el caso de que el dibujante y casi-director fuera un mago adorador de Cthulhu a en busca del fin de la civilización tal y como la conocemos. O como la conoce la gente que no se pasa en internet y jugando a la Play todo el día como yo.

Pero no sólo son diálogos como “Está muriendo más rápido que el papel higiénico”, “Tampoco soporto pisar un chicle en invierno”, “Huele a material de dentista” o “¡Buscadme una corbata! ¡Y que sea roja!” las que hacen que esta cosa sea una obra cumbre de la vergüenza ajena. La realidad es que, exceptuando lo esteta que se ve, todo lo referente al flim es sonrojante y/o hilarante. Desde la dirección de actores hasta la propia trama. ¿En que estaba pensando Miller cuando hizo esa escena con The Spirit colgando de un edificio con pantalones caídos? ¿O al crear esos secuaces que parecen sacados de ‘El milagro de P.Tinto’? Es más, ¿estaba pensando?

Esa, amigos, es la gran duda. Es muy sórdidamente hermoso comprobar cómo un tipo ha sido capaz de hacer tanto ‘El señor de la noche’ como esta película. Sólo Joel Schumacher podría comparársele, y este último ni siquiera ha hecho ninguna cosa reconocida como ‘obra maestra absoluta’ ™. En la escena más delirante del flim, Samuel L. Jackson, vestido de nazi, pronuncia una de esas frases que surgen de la nada y terminan incrustadas en el cerebro: “Estas acabado como Star Trek”. Muchos pensarán que eso mismo podría aplicarse al amigo Frank. Yo, que a esas alturas del metraje ya estaba pensando en cuándo saldría Bigote Arrocet y cómo redondearía el conjunto una aparición de Chiquito, no estoy de acuerdo. Alguien con tan poca vergüenza todavía tiene mucho que ofrecer. Si no a la parroquia de fans del comic o a los cinéfilos, por supuesto que sí a los sórdidos. Porque películas malas hay muchas. Pero, ¿en cuántas se puede ver al héroe preguntando a porteros de hoteles si reconocen una fotocopia del culo de Eva Mendes que ella misma se hizo hasta que, por fin, le contesta afirmativamente un enano? La respuesta está clara: sólo en una, gracias.

Han pasado muchos años desde que, tras el estreno de ‘Robocop 2’, alguien me dijera que seguro que un corbatín del estudio se había cargado el guión original de Frank Miller, que ese sí que es un genio, que tú no lo sabes porque no lees tebeos de superhéroes. Yo le creí. Pero para eso están las fiestas de navidad y año nuevo: para replantearte las cosas que creías ciertas. Y para ir al cine un día 25 a ver una bazofia a sabiendas de en qué embrollo te metes. Porque las viejas ideas pueden cambiar, pero los hábitos de disfrute de cine vicisitúdico son difíciles de abandonar.

Vota esta publicación

¡Haz click en una estrella para puntuarla!

Puntuación media 5 / 5. Recuento de votos: 1

No hay votos hasta ahora! Sé el primero en calificar esta publicación.