Cómo llegar a los taytantos sin novio/a
No es de extrañar que el freak no ligue mucho durante su adolescencia y primera juventud; en esa época me dedicaba yo a dillingerismos tales como pasarme las tardes en mi habitación viendo psicodramas de Bergman y mi mayor horizonte vital era disponer de tiempo y dinero para poder conseguir películas ignotas (piensen que por entonces el Intenné aún no existía o era muy incipiente). Mi vida social, más bien escasa, consistía en juntarme con otros onvres en los peores cafés de la ciudad y discutir con vehemencia durante horas acerca de si Tarantino era superior o inferior a David Fincher o si el cine europeo era mejor o peor que el yanqui. Ahora, cuando leo a un veinteañero en un foro pontificar acerca de tal o cual, me da vicisitud pensar que yo era igualmente pedante y follaba igualmente poco o nada hace no tantos años.
Pensarán algunos que esta etapa de curtura te puede dar un bagaje con el que puedes disimular tu sordidez, impresionar y conocer gentes interesantes; no se crean, los gafapastas, los profes de literatura y los escritores fracasados, que es básicamente el mercado en el que puedes ligar hablando de Kafka o García Márquez (al menos no llegue a caer en cosas tan bajas como Borges o Joyce), son tan mediocres en la cama como en el resto de aspectos de su vida, así que el tiempo perdido leyendo esos peñazos sólo me compensa porque como resultado de esta etapa culturetilla me puse a estudiar idiomas y eso sí abre puertas para contactos de calidad. Así que si cometen el error de ver un bodrio de Sofia Coppola o Lars Von Trier, al menos véanlo en inglés para que les sirva para aprender a ligar con turistas.
¿No ligas porque eres feo/a?
El caso es que, sumido en mi frikismo, las gentes se emparejaban a mi alrededor pero aquello como que no iba conmigo, el ligar lo veía como un privilegio de la gente guapa totalmente ajeno a mi. Pero con los años uno descubre que en lo de ser guapo el físico influye un 10 % y la actitud un 90 %. En una mujer el único requisito es ser más o menos delgada y lo suficientemente lista para no vestirte pensando en lo que van a decir tus amigas, sino en lo que va a pensar tu público potencial. A nadie le importa de qué marca es tu ropa, sólo los gays se van a fijar en si tus pendientes o tus zapatos son bonitos, y si tus amigas te dicen que vas muy bien, preocúpate, están contentas porque no te ven como competencia; qué elegante vas es una forma amable de decir con esa pinta no te vas a comer un rosco. Ser una fuenorra y arrasar entre los tíos es tan fácil como teñirte de rubia y dejar de vestirte de monja.
En un chico es parecido aunque cambian algunas cosas; mucha metrosexualidad y mucho cuento pero pintarrajearte o teñirte no es una opción igual de válida que para una chica a la hora de compensar unos atractivos escasos, y mientras una mujer se pone un escote y nadie se va a fijar en su cara, un tío tiene que ser al menos ligeramente guapo para pasar por tal. Los equivalentes masculinos del escote, que serían la camisa abierta pecho lobo o un pantalón apretado marcapaquete, te serán de utilidad si emigras a Venezuela para trabajar como actor de culebrón o si quieres ligar con una a la que le guste la gasolina – la gasolina en la discoteca de extrarradio. A cambio de esta mayor dificultad, los hombres disponen de una estupenda baza para arrasar entre las mujeres, que es la poca vergüenza; por simple estadística, entrándoles a ochenta chicas, a alguna pillarás suficientemente borracha o con la guardia suficientemente baja para que acepte, el truco es no rendirse ante la adversidad y las setenta y nueve negativas anteriores.
En todo caso, amigo sórdido freak, el consejo es el mismo que para las chicas: pasa de tus amigos, NO tengas miedo en defraudarles adelgazando los veinte kilos que te sobran y cortándote esas melenas que te sientan como una patada y esas barbas de líder de secta satánica; y por cierto, llevar camisetas de tu grupo favorito está bien sólo si tienes menos de dieciocho años; ¿que tienes derecho a ir como te da la gana? Nadie está hablando de eso, sino de si quieres comerte un rosco de vez en cuando sin tener que pagar. Vale que seas incapaz de vivir sin mamá, que te gastes más de la mitad del sueldo en merchandising y deuvedeses estúpidos y que te pases nueve horas al día jugando a videojuegos y chateando sobre Star Wars, pero ¿no te llega con hacerlo, además lo tiene que saber todo el mundo nada más verte?
O si eres un freak tipo B, de los que a los treintaycinco años se sigue poniendo la ropa que le compra su madre, piensa que hasta para tu padre esas camisas son horrorosas, y tú tienes treinta años menos. Mamá no te lo perdonará nunca, pero el resto de mujeres del mundo empezarán a tardar más de una milésima de segundo en descartarte como posible ligue. Aunque parezca increíble, nueve de cada diez onvres y finstros serían recuperables para la causa (algunos hasta guapos) si intentaran parecerse a seres humanos.
Por último, si eres gay debería ser más fácil, sólo tienes que extrapolar en los demás lo que a ti te gusta. Tú eres homosexual porque te gustan los machos, ¿verdad? ¿No has pensado que el resto es igual, que buscan un tío y no una nena?; ¿La conclusión? La de siempre, deja de hacerles caso a tus amigos; en vez de comprarte como ellos trapitos de marca carísimos en los que ningún tío que valga la pena se va a fijar, dedícate más bien a procurar no ir dejando charcos de aceite y plumas a tu alrededor; las reinas del ambiente y los Oscar Wilde de quinta categoría a algunos les resultan graciosas, pero nadie (en serio, NADIE) las encuentra sexis. Lo mismo respecto a las chicas: a las lesbianas les gustan las mujeres, así que si no tienes pinta de que has dejado el camión aparcado a cincuenta metros, mucho mejor.
En resumen: si por suerte no eres un freak terminal y consigues salir en algún momento de la adolescencia tardía (trabajar en algo y dejar de vivir con mamá, y no digamos de pasar las vacaciones con ella, ayuda mucho), puedes ganar un poco de autoestima, abrir un poquillo los ojos y descubrir que si intentas aparentar, hablar y actuar como un ser humano hay gentes en el mundo que te encuentran atractivo/a y ligar dejará de ser algo que sólo les pasa a los demás. En serio.
En busca de acción: chats, messenger, perfiles y similares
Está bien, uno consigue dejar de odiarse un poquito, vestirse como algo parecido a una persona y tener una pinta que no produzca espasmos de terror a los ligues potenciales, pero todavía está lejos de sacarse el partido suficiente como para animarse a intentar hablar con gentes en el bareto o la discoteca (apartado también muy sórdido que queda pendiente para otro episodio de Life in hell); se plantea entonces como opción el Intenné.
Para ello existen dos posibilidades a la hora de establecer el primer contacto: Se puede acceder a chats o bien a través de página web o por un pogramilla llamado IRC. Existen infinidad de habitaciones o canales, algunos temáticos (cine, literatura, música …) y otros geográficos (Madrid, Barcelona, Vigo, Coruña, ….). Se puede hablar en público para todos los del canal (no pierdas el tiempo en hacerlo) o en privado con cualquiera de los conectados.
La otra opción son las webs de perfiles. Consisten en que tú rellenas un formulario con información personal (edad, trabajo, altura, peso, … poner afotos es voluntario), otras gentes pueden verlo y escribirte si les gustas, o tú tienes acceso a ver los perfiles de otras personas y a escribirles a su vez.
A veces se conciertan citas por chat o por mensajillos a perfiles, pero lo normal es intercambiar el messenger y charlar allí con más calma. He aquí unos consejillos para sacar partido de estas conversaciones electrónicas:
– ¿Tendré que pararme en lo evidente? Quedamos en que el axioma básico para ligar es reprimir el frikismo, prohibidos los chats de Star Wars o de tu grupo heavy favorito, ahí no va a haber mujeres. Y las chicas, que caigan de la burra de una vez: en los chats de moda, así como en el de Madonna, el del culebrón de la tele, o no digamos el de Eurovisión, todos los chicos que hay son gays. ¿Pero no puede ser que ……? Noooooooo.
– No vayas de listillo conectándote a la vez en el IRC con dos nicks diferentes, muchas gentes tienen un pograma que les avisa cuando dos usuarios son la misma persona y quedarás muy malamente cuando se vea que guarrilla19 en realidad es divorciado55.
– El IRC te puede dar además la lista de canales a los que está conectada una persona, así que piensa que la chica a la que te estás intentando camelar en la habitación de románticos puede ver que también estás conectado a la de casados o la de amantes del fist-fucking.
– Rehuye a los usuarios con @, a los que estén diciendo gilipolleces para que las lean todos los del canal y / o a los que veas permanentemente conectados. No te conviene conocer a todavía más freaks terminales.
– A la hora de describirte en un perfil, por favor omite lo de sincero y buen amigo de mis amigos; es mediocre y vulgar incluso la primera vez que lo lees y quien más quien menos lo debe de haber leído ya en setecientos mil perfiles.
– Busca el punto medio adecuado: no pierdas el tiempo con las que vayan de fuenorras o con los que ponen fotos sin camiseta para lucir el tiempo y dinero gastados en el gimnasio, la beautiful people es bastante mala en la cama; además generalmente sólo buscan alimentar su ego riéndose de los tres o cuatro que escriben cada día a sus perfiles y a los que nunca contestan. Pero tampoco tires muy bajo, piensa que los feos suelen ser igual de tontos y bordes que los guapos, y encima son feos. Todos sabemos que lo ideal es encontrar a alguien guapo que no vaya de; difícil pero ese es el reto.
– Escapa sin vacilación también de todos los que tengan nicks del tipo sincero, majete, simpático, etc. Recuerda el refrán más sabio de todo el refranero: dime de qué presumes y te diré de que pareces.
– Procura también que no sea siempre el otro el que tenga que saludar y que sacar conversación, para divas ya está la Callas.
– No escribas con la k ni utilices abreviaturas salvo que seas pederasta y quieras ligar con crios de catorce años. Y ni aún así, porque aunque des con un crío depravado al que le gusten los mayores, le gustará una persona mayor que escriba como tal, no que pretenda patéticamente ir de joven.
– Si cuando saludas a alguien en la calle le dices hola y qué tal y te despides al marcharte, ¿por qué no hacer lo mismo en el chat?
– No le escribas a alguien cuyo perfil haya sido visitado ya por 70.000 usuarios. ¿Ninguno de esos 70.000 valía la pena? Está claro que es alguien que sigue colgado de su ex, de su mamá o que está demasiado enamorado de sí mismo.
– Cuando hables con alguien intenta que la conversación parezca eso, una charla, no el tercer grado de la Gestapo ni que estás rellenando una encuesta para el censo. Hay gente que tiene la misma gracia chateando que un contestador de un centro de atención al cliente: ¿de dónde? ¿edad? ¿cómo eres? … Demuestra de vez en cuando, tanto al preguntar como al contestar, que tu coeficiente intelectual te permite la capacidad de escribir más de dos palabras seguidas.
– Salvo a los necrófilos, a la gente le suela gustar que haya un mínimo de interacción por la otra parte. Decir algo más que sí o no requiere un pequeño esfuerzo, lo sé, pero si lo intentas verás que no es tan difícil.
– No des por hecho que tu interlocutor es tan oligofrénico como tú, aunque te parezca increíble existe gente que no le gusta El canto del loco, no sabe si Gran Hermano se sigue emitiendo o no y tampoco siente un gran vacío vital desde que se terminó Aquí hay tomate. Sé prudente y tantea el terreno antes de ponerte a hablar del último chisme de la calorra que esté de portada en Diez Minutos.
– Las primeras veces que hables con alguien, el tema de matrimonio, y no digamos de tener niños, es tabú absoluto. Créeme, el cartel que llevas de desesperada por encontrar marido y ser madre antes de la menopausia también se nota a través de la red.
– Como hacía Ben Stiller en el momento más sabio y el único brillante de ese bodrio de Algo pasa con Mary, si estás muy cachondo desfógate antes de entrar en el chat y evita que tu interlocutor te imagine como una gran polla con patas que babea encima del teclado. Además saber hacerse pajas es muy útil; para dar placer a otra persona primero debes saber dártelo a ti mismo. El cartel de hace siete meses que no follo y estoy que me refroto contra las paredes y los muebles también es notorio incluso a través del cable de la ADSL.
– Huye como de la peste de gente con pareja, no te creas la patraña de sólo busco amistad. Dentro de cinco minutos estarán dedicándote comentarios del tipo pareces muy majo, por tu forma de escribir apuesto a que eres muy guapa, o me gusta que me manden flores. Si les dices que dejen de ligar contigo se ofenderán vivamente y te dirán cuánto quieren a su pareja. O bien están buscando con quién poner cuernos o peor aún, alguien a quien utilizar de orejita para contarle toda la mierda que hay en su relación. El chat es para solteros, si tienes pareja dedícate a juntaros con otras parejitas para jugar al scrabble, para cenar en un sitio tan aburrido como vosotros, para intercambiar fotos de vuestros repelentes hijos o para pasar el domingo en el pueblo con tus suegros.
– Tu interlocutor, como tú, está hasta el gorro de que todo el mundo le pregunte lo mismo, así que intenta suscitar su interés y diferenciarte un poco de los demás, evitando las típicas preguntas gilipollas del chat que paso a exponer a continuación, junto con otras posibles fuentes de conflicto en la conversación electrónica, como las afotos, la información personal y laboral o el sexo.
Preguntas gilipollas habituales en el chat:
1) ¿Qué buscas? (o su versión más amable, ¿qué haces por aquí?)
Es una pregunta tonta porque vivo en la convicción de que se hace siempre con la secreta intención de que te respondan alguien como tú. Los hay lo suficientemente sinceros como para decir sexo; que es casi la única respuesta posible porque cualquiera con dos dedos de frente sabe que la amistad o el amor no se pueden buscar. Pero la pregunta se presta a responder cursiladas como alguien especial, y así poder plantear la siguiente pregunta gilipollas:
2) ¿Qué tipo de chico/a te gusta?
Es decir, cómo es ese alguien especial. Esta sí que no me nieguen ustedes que se hace para que te escriban alguien como tú, o más bien, como tú te crees que eres. Dime como es la persona de tus sueños para ver si me parezco a ella; error porque nunca te van a responder con una descripción exactamente igual a la tuya, que es lo que espera quien hace esta pregunta, y la decepción está garantizada.
3) ¿Qué me cuentas?
Esta pregunta es normal hacérsela a un viejo amigo, pero no a alguien a quien no conoces de nada y que difícilmente te va a contestar con sinceridad. A un amigo le cuentas que andas un poco estreñido, que te ha salido un herpes o que has tenido otra bronca con el imbécil de siempre en la oficina, pero a un desconocido no sabes qué puñetas decirle. Preguntar ¿qué me cuentas? es ser muy cómodo y cargarle al otro el muerto de sacar tema de conversación.
4) ¿Qué tal el día? (Dos líneas después de preguntar ¿qué tal?A ver, hay gente que es un poco limitada en recursos de expresión y que debe tener la asignatura de castellano pendiente desde que estudiaba primaria, por lo que no se da cuenta de que ¿qué tal?, ¿cómo te ha ido el día?, ¿qué tal el día?, ¿qué tal vas?, etc. son la misma pregunta. Por lo tanto si ya lo has preguntado, no lo vuelvas a preguntar a continuación, intenta que la otra persona no tenga la tentación de responderte igual que hace quince segundos.
5) ¿Cómo eres?
Entiendo que es más elegante preguntar eso que ser sincero e interrogar sobre la altura, el peso y el físico de la otra persona que es lo que en realidad quieres saber, pero si os habéis contactado a través de un perfil en el que ya te han dado esa información, esta pregunta pasa a pertenecer al grupo de gilipolleces por prestarse a respuestas todavía más gilipollas como el inevitable sincero y amigo de mis amigos. Pero hay una pregunta todavía más oligofrénica, con la que cierro este apartado.
6) ¿Eres guapo/a?
No es tan habitual como las otras, pero sí, existe gente tan tonta como para hacer esta pregunta, soy testigo. ¿Qué respuesta esperan? ¿Sí, estoy buenísimo? ¿No, soy un feto? La inevitable respuesta de normal, del montón o unos piensan que sí y otros que no no te va a sacar mucho de dudas que digamos.
Sobre las afotos
La elección de la afoto para colocar en un perfil o para enviar a tus contactos del msn es un asunto delicado. Evidentemente hay que poner una que te favorezca, pero que no esté a muchos años luz de la realidad. El caso más patético que he visto es el de un onvre que ponía en su perfil una foto de hace diez años, cuando tenía mucho más pelo y muchas menos arrugas, y en plano frontal para que no se notaran las proporciones ligeramente gigantescas de su apéndice nasal. Supongo que luego se preguntaría por qué todas sus citas lo borraban del messenger nada más volver a casa …
Hay paranoicos de su intimidad a los que no le gusta poner fotos en el Intenné, deben pensar que las utilizan para vudú o algo así; estás perdiendo clientes potenciales, pero me parece una opción respetable, o al menos más digna que la tomadura de pelo de las fotos con gafas de sol o las sacadas a veinte metros de distancia en las que, con ayuda de una lupa, se puede intuir, aunque con un margen de error notorio, tu raza o tu sexo. Eso sí, si has enseñado ya una foto normal donde se te ve, ignora sin compasión a los coñazos que te pidan otra foto donde se te vea más cerca, porque no pararán hasta solicitar un primer plano del fondo de la pupila, o que no les llega con ver una foto, sino que te piden una segunda y si te descuidas un book completo; son timewasters para los que nadie es lo suficientemente guapo.
Hablar del trabajo
No entiendo por qué a las gentes de la empresa privada les cuesta tanto explicar a qué se dedican ni a quién se piensan que van a engañar ocultando su categoría laboral. Hay mentirijillas que tienen un pase; ya sabemos que a los peritos siempre se les va a olvidar añadir la palabra técnico y van a decir que son ingenieros a secas, a ver si cuelan como ingenieros superiores; pero después de chatear un par de tardes, todo el mundo sabe que dedicarse a las telecomunicaciones quiere decir que trabajas o de teleoperador o en una tienda vendiendo teléfonos móviles, que dedicarte a la moda significa ser dependienta en Zara, y que si no especificas el trabajo sino solamente el sector empresarial (turismo, automoción, etc.) quiere decir que eres chupatintas en una oficina; lo siento pero a nadie con un mínimo de tablas en Intenné le va a colar la pretendida ambigüedad de que a lo mejor eres un alto ejecutivo, por lo que quedarías mejor diciendo simplemente que eres vendedor o administrativo. Ah, y si te muestras remiso a decir en qué trabajas, todo el mundo adivinará que eres o militar o guardia civil, así que mejor no molestarse en negarlo.
Sexo cibernético
Si buscas sexo en el chat o msn, antes de nada tienes que tener claro a qué tipo de gente perteneces, si A o B. He aquí un ejemplar del grupo A:
Si eres el doctor Troy de Nip Tuck (y si no sabes qué es Nip Tuck corre a descargarte la serie completa … cuando acabes de leer esto, claro), enhorabuena. Puedes ser borde, cabrón y como a ti te dé la gana y tendrás siempre a cienes de fans haciendo cola para meterse en tu cama. Pero si eres del grupo B (y lo eres, porque si fueras del A no estarías leyendo esto sino follando), me temo que no puedes pretender que tu interlocutor vaya a comenzar a jadear de placer nada más ver tu foto ni acepte ir a tu casa dentro de cinco minutos, sino que la seducción te va a llevar un poco más de tiempo y trabajo, tienes que tomarte la molestia de ser amable, hacer comentarios dulces y esas cosas. That’s life. Naturalmente habrá quien sí quiera presentarse en tu casa en diez minutos, incluso sin necesidad de ver tu foto, pero piensa que lo hará porque es todavía más feo/a y está aún más desesperado/a que tú, así que tú verás.
Si no quieres todas estas complicaciones, sino que, como casi todos los usuarios del chat, buscas que una chica (o chico) joven, guapa, delgada, inteligente, supersexy y capaz de satisfacer todas tus fantasías eróticas se desplace al pueblo de mierda en el que vives y desaparezca sin hacer preguntas después de tu orgasmo, la solución es muy fácil: llama a la sección que ya sabes del periódico y la tendrás en casa en poco tiempo. Es un poco caro pero mucho más rápido y menos frustrante que buscar putas que no cobren.
Más alla del messenger: ¿quedamos?
En fin, en el raro caso de dar con alguien cuya conversación vaya más allá de las preguntas gilipollas y que parezca agradable, lo mejor es intentar no desperdiciar la oportunidad. Todos tenemos en el messenger cantidad de agregados que ni recordamos quienes son, así que no te conformes con lo de ha sido un placer hablar contigo, ya coincidiremos otro día. Otro día quiere decir nunca; es probable que a esa persona no la vuelvas a pillar conectada, o que los próximos sopocientos días te la encuentres en el messenger, pero en estado ausente y no te conteste. Intenta conseguir su teléfono en ese momento, no tienes nada que perder. Lo más probable es que des con el enésimo timewaster que te dice que te dará su número más adelante, cuando te conozca mejor (más sinónimos de nunca), pero al menos lo habrás intentado. No nos engañemos, quien te diga eso después de la primera vez que chateéis, te lo repetirá después de la segunda, la cuarta y la milésima, o te pondrá excusas tan insultantes como es que hoy tengo que quedarme en casa porque mañana hay examen en la escuela de idiomas. Todos sabemos que ni Dios da palo al agua en la escuela de idiomas, di algo más creíble como que te van a abducir los extraterrestres.
¿Como la inmensa mayoría de usuarios del messenger eres muy reacio a quedar en persona con gente? No te preocupes, es comprensible y normal que ir a un sitio chulo a dar un paseo o tomar algo y conocer a alguien del chat que parece majo no puede competir de ninguna forma con los pedazo de planes que tienes todas las noches, como quedarte en casa viendo basura en la tele y sintiendo lástima de ti mismo/a porque tu pareja te abandonó hace siete años, o todavía mejor, juntarte con una amiga más amargada que tú si cabe para ver más basura en la tele, inflaros de bolas de queso y quejaros sin parar de lo injusto que es el mundo y lo difícil que es conocer gente; con suerte, igual la velada sale tan bien que acabaréis cogiendo un cuchillo y abriéndoos las venas.
Es natural, pues, que sólo estés buscando amigos virtuales; los amigos del messenger son estupendos; les sueltas toda tu basura cuando te apetece, cuando has acabado te despides y cierras el programa antes de que ellos te puedan contar algo, y si algún día se atreven a hacer un comentario que no te gusta le das al botoncito de ignorar y ya han desaparecido para siempre; ¿convertirlos en amigos a los que tienes que ver en persona, escuchar y que no puedes eliminar si en algún momento te dicen que no eres maravilloso/a? ¿¿Quedar con desconocidos?? ¿¿¿Salir de casa??? ¿Pero qué locuras son esas? Todo el mundo sabe que así no se conoce a nadie interesante, lo que hay que hacer es esperar a que la persona de tus sueños, alta, guapa, delgada, millonaria y maravillosa, venga un día a tu casa a llamarte a la puerta para cogerte en sus brazos y pedirte matrimonio. Pero que espere a que acabe la gilipollez que estás viendo en la tele antes de llamar, claro, las prioridades son las prioridades en la vida.
Esto se pone interesante: la cita a ciegas
Supongamos que das con alguien de ese 1 % de usuarios del messenger, chat y perfiles que no responden al perfil que acabo de describir y que sí quieren conocer a alguien y no sólo hacerte perder el tiempo. ¿Qué hacer para no meter la pata en la primera cita?
– Está bien mostrar que te interesa tu trabajo, pero no dar el coñazo, sobre todo si tu ocupación no es excesivamente interesante. Digamos que hablar durante cuarenta minutos de tu elevado índice de ventas de pescado congelado por teléfono esta semana no es buena idea. Y piensa que si te pones a hablar de lo incompetente que es todo el mundo en tu empresa en contraste con tu tremenda eficiencia porque las cosas sólo salen bien cuando las haces tú blablabla, parecerás un clon de las ochenta citas anteriores de tu acompañante, puesto que eso es lo que todo el mundo piensa de sí mismo.
– Algunas gentes se ponen nerviosas en las citas a ciegas; en ese caso sonríe mucho y piensa que quedándote callado podrás parecer tonto, pero no tanto como poniéndote a decir chorradas o a meterte con tu interlocutor creyéndote que estás siendo gracioso; es decir, sigue las recomendaciones de Uma Thurman en Pulp fiction respecto a los silencios incómodos. Y hay una cosa todavía peor que hablar sin parar y no dejar al otro meter baza, que es decirle para más INRI que eres muy callado.
– Pero las normas anteriores no tienen ninguna importancia en comparación con esta regla de oro: NO HABLAR DE LOS EX. La relación ideal con tu ex es no tener ninguna relación con él. Cuando te pones a rajar de tu ex durante horas, a él/ella no le haces quedar muy bien, pero tú quedas todavía peor. Los relatos de una víctima pobre e inocente que sufre infinitas crueldades e infidelidades por parte de su pareja no tienen gracia salvo que los protagonistas tengan acento latinoamericano y las emitan después de comer en la tele. Creo que si algún día conociera a alguien que reconociera que la cosa simplemente no funcionó y no fue por culpa de nadie, o incluso que metió la pata en su relación anterior, me quedaría tan estupefacto que le pediría matrimonio.
– Por otra parte, huyan de lo contrario, los que siguen siendo amigos de sus ex. Esto me lleva al enunciado alternativo de la regla de oro, no se puede hacer nada con quien sigue enamorado de su ex o de su madre.
Increíble, ¡he triunfado!
Si sigues todos estos sabios consejos, es probable que tu pareja potencial no salga horrorizada y acepte una segunda cita o incluso una tercera. En ese caso, no seas ingenuo: si te llama es porque quiere tema contigo, NADIE busca sólo amistad. Pero tampoco te duermas en los laureles; si durante las equis citas siguientes no mueves ficha, entrarás en la odiosa categoría de amigo entrañable. Es decir, habrás perdido el tren y como mucho conseguirás que te llamen alguna vez más antes de que den con otro más avispado que sí sepa cuando pasar a la acción y ni se acuerden de que alguna vez has existido. Recuerda esta muy sabia frase que escuché hace poco, I’m not looking for someone nice, I’m looking for someone hot. Y esto funciona igualmente a la inversa; si quedas con alguien agradable, educado, etc. pero que no te erotiza, no le vuelvas a llamar; si lo haces se pensará que le gustas y tienes vicisitud y psicodrama garantizados cuando de improviso un día empiece a acercarse y a sobarte el muslo. Por lo tanto, o no hay segunda cita, o si la hay empieza a pensar en el momento adecuado para atacar.
Momento clave: el primer beso
Ya lo decía Cher: it ain’t in his face, in his long embrace, if you want to know if he loves you so it’s in his kiss. La sabiduría popular subraya la conexión entre las habilidades bucales y las sexuales: boca grande, cona grande se dice acertadamente en Galicia. No voy a entrar en terreno más propio del Primo Porno, pero de alguien que no sabe besar no esperes que pueda responder ante tareas más complicadas y mejor busca una excusa para alejarte pitando.
A ver, darse el lote se compone básicamente de tres fases:
1) Aproximas tus labios en principio cerrados a los de la otra persona. Exacto, como en las películas.
2) Repites el paso 1 varias veces abriendo en cada ocasión un poco más los labios, prolongando el tiempo de contacto y reduciendo el intervalo entre un roce labial y el sucesivo. No es obligatorio cerrar los ojos aunque sí recomendable si no quieres vivir un momento de estrabismo à la Lina Morgan.
3) Empiezas a sacar la lengua y progresivamente (palabra clave) buscas la otra lengua para jugar con ella, mientras tus manos empiezan a palpar el cuerpo que tienes delante.
No es difícil, ¿no?
¿¿Entonces por qué tanta gente lo hace mal??
Nooooo, no se deben juntar los labios haciendo una O, o al menos la gente de más de siete años no besa así. ¿Que besas con la boca cerrada porque te da asco el intercambio de fluido salivar? En este blog no se admiten las medias tintas, me parece respetable si sólo sales a la calle rodeado de una burbuja de oxígeno o con mascarilla y guantes como Michael Jackson y te lavas las manos con lejía compulsivamente hasta desollártelas cada vez que otra persona te toca. Pero quedarte a medio camino o venir con mariconadas sacadas de Pretty woman como besar en la boca no porque es demasiado personal merece ir al pelotón de fusilamiento sin contemplaciones.
Y tampooooooco se puede empezar ya con la lengua fuera. La mayoría de la gente no es zoofílica y le suele gustar besar a personas, no a perros babeantes. Si existen dos verbos diferentes, besar y lamer, es porque se refieren a dos conceptos también distintos.
Suponiendo que la prueba del morreo sale bien, es el momento de lanzarse a la piscina con jovialidad. Después de la primera noche llega un momento tan decisivo como tras la primera cita. Ocurre con frecuencia que uno de los dos la caga planteando una de las preguntas más estúpidas ever: ¿tú y yo que somos? o alguna de sus múltiples variantes: ¿qué quieres de mi?, ¿qué futuro tenemos?, etc. etc. Momento en el cual la otra persona sale corriendo espantada y se acabó lo que se podría haber dado. Claro, piensa uno, no me voy a arriesgar a colarme por ti y que tú luego no respondas. Amigo/a, tú quieres ganar sin jugar y eso es muy cómodo, pero para que te toque la lotería tienes que arriesgarte. Si no estás dispuesto a hacerlo no te extrañe que el otro a su vez no se quiera comprometer contigo mientras apenas te conoce.