Bigotón 3: Günther nos toca el tra-la-la

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“Ohhhh… You touch my tra-la-la…”. Günther, el “onvre del placer” deja caer sensualmente estas perlas de poesía desde las comisuras de sus tentadores labios coronados por un bigotón de los que reescriben la historia de las Bellas Artes. Sí, era inevitable: Günther nos toca nuestro tra-la-la. ¿A quién no? A continuación el vídeo de su smash-hit “Ding Dong Song” para ir poniendo las cartas, el bigotón y el taparrabos (o ausencia de él) sobre la mesa.

Sí, sé que los vídeos de dance salchichero con guarrillas reprietas es algo que traspasa los umbrales de lo sórdido para ir a refugiarse en el corazón del polígano. Pero Günther trasciende el género con la intención
de “Cambiar el mundo para que pensemos de una forma sexual. Es la ‘moda Günther’”. Los cuatro principos fundamentales sobre los que Gúnther sustenta su filosofía son “Champagne, Glamour, Sex and Respect”. Impecable: sólo el PP no se apuntaría a ese consenso, pero eso sería porque no se han oído su disco “Pleasureman”.

Günther, pese a ser sueco, tiene el alma alemana – aunque viva en Portland y se considere un “ciudadano global” – y eso significa que sólo conocerá las más altas cumbres de la calidad en el mundo del dance. Desde Boney M viene siendo así y eso no va a cambiar ahora. Hasta G. Sanz lo sabe. Y si te gustan ponzoñas como el Madchester es que en realidad eres un bakala con complejo de inferioridad. Vamos, que te crees más guai por haberse comprado ropa más cara que una bomber, por haberte metido rulas igual de infectas pero que valen el triple y porque ves a ciertas “musas” (léase, calorras qua abandonaron sus lorcillas en pos del ser unas Kate Moss con tripillas) pasear lánguidamente su estupidez por discotecas – perdón, “clubs” – cuya decoración es menos fallera que los templos bakalas de extrarradio. Osése, carente de gracia.

Günther es el más grande artista que la música dance en general y el universo del bigotón en particular han conocido en tiempos recientes. Analicemos, pues, las constantes ético-estético-musicales de un onvre sin parangón:

El bigotón.

Indudablemente, el motivo primordial por el que Günther es reverenciado aquí. Un bigotón tan pleno de sordidez que nos hace pensar si no será Sacha ‘Borat’ Baron Cohen luciendo un nuevo disfraz, híbrido entre su locaza austríaca llamada Bruno y su más célebre bigotudo kazajastaní.
Hardest thing is: ente onvre me ha sido descubierto… ¡por otro onvre mentado en este blog! ¡Por Grabriel, el neojebi del Cacaolat! Además, Grabriel ha propuesto una interesante iniciativa que será nuestro próximo post (suspense…).

Pero, volviendo al bigotón de Günther (¿es que alguna vez nos habíamos ido?) hay que decir que una cosa es tener bigote y otra muy distinta – y muy ghrande – obligar al cámara estar pegado a éste. No sólo eso, una vez la cámara te dedica planos detalle que parecen sacados de “La Moustache”, te dedicas a poner morritos para que el respetable público disfrute de tus flexiones de bigotón. El maravilloso vídeo de “Tweeny Weeeny String Bikini” es otra muestra de ello. Oh la, la!

No cantar: que lo hagan mis lobas

Aprendida la lección del señor de Boney M, Günther no permite que el intentar dar notas agudas le despiste de lo primordial: la actitud impertérrita para gozar del champagne, el glamour, el sexo y el respeto. Cantar es lo mismo que poner cara de culo, y en la visión sexual de Günter sólo hay cabida para sentencias filosofales como “Mamma Mia, give me a sangría”. Feck, si Frank Sinatra no cantó en su vida, sólo hablaba, y le llamaban “la voz”… ¿Pues qué no será entonces Günther?
Castañuelas
Dillinger reivindicaba el ahhh ohhh y coros a varias voces como elementos esenciales de una buena canción. Günter no sólo cumple esos principios, sino que añade otro fundamental: cada sentencia filosofal que enuncies tiene que ser subrayada por unas castañuelas.

Y es que nuestro sueco favorito no es de los que se pierde en frases largas como Marcel Proust. Eso sólo enmascara la carencia de un discurso (como Marcel Proust), y Günther es un onvre con principios sólidos que sólo enuncia proclamas tan concisas como incuestionables. ¡Y eso sólo puede concluir con castañuelas! Más si dices cosas en español como “Bananas (plano de paquetín)/ Melonas (plano de tetas)” en su imprescindible himno “Tutti Frutti Summer Love”. ¡Atentos a su clímax final!

Günther habla a todos los ciudadanos

Frente a la deleznable oferta musical dance del continenente americano (desde el reaggetón hasta el hip hop) donde las mujeres son meros cachos de carne al servicio del maromo de turno, el universo Günther es una fiesta para los sentidos donde todas las tendencias sexuales quedan satisfechas. Las Sunshine Girls – las que cantan con Günther – tanto se acarician mutuamente los pechos como gozan de los ceñidos e impolutos calzoncillos blancos de los chiquillos que ellas llevan en moto. Los chicos por su parte, enmarañados en las orgías del Günther palace se ponen voluntarios a cualquier palabra o gesto amoroso venga de quien venga.

Günther sabe vivir en democracia, make no mistake.

Günther elige bien a sus maestros
Camela, unos jrandes de este nuestro blog, demostaban ser gente de principios morales inquebrantables cuando decían “Nuestro artista favorito es Sergio Dalma”. Santiago Rouco decía lo mismo de Julio Iglesias. Bien, pues Günther muestra idénticas dosis de buen criterio cuando elige como maestro a… ¡¡¡Samantha Fox!!! No sólo eso sino que, además, lo demuestra grabando un sobrenatural dueto del mítico “Touch Me”.

Paco Fox, a la que vio este vídeo, dijo “Me he vuelto a enamorar”. No pasan los años por Samantha ni por su talento ni por el fervor con que sus fans la admiramos. Ya lo decía Pimpinela “El amor no se puede olvidar”.

El Mullet
Sí, la forma en la que Günther lleva colocados sus pelos tiene un nombre más corto que “ese medley de lolailos con mechas y pelo poblado arriba como Julia Otero cuando empezó, que suelen llevar los alemanes en Mallorca”. Ese nombre es “mullet”, y Günther, al combinarlo con el bigotón, logra las más altas combres de la plasticidad capilar. Y nos toca el tra-la-la.
Hagan la prueba, pongan «mullet» en la búsqueda de imágenes de Google y los seres más feos del planeta aparecerán ante sus ojos. Pero si su ordenador se queja de diarrea, no nos eche la culpa (por si no se atreven, de aquí al final les dejo otros dos ejemplos, además de la colección googleliana).


Günther ama a España
“I go to la playa/ viva la summer holiday”. “Hola Hola Rata-rata-ra”. Rimar fiesta con siesta. Günther es y será un alemán de corazón, lo cual implica que, para él, el referente sensual-veraniego siempre van a ser las Baleares, con todo lo que ello implica. Personalmente, he de decir, que cada vez que veo un inglés por Mallorca, quiero estrangularlo, pero cuando me topo con un alemán en tanga, con bigotón y con tripilla cervecera sonriéndome afablemente, entonce pienso que el mundo es un lugar mejor.

¿El Günther del futuro?

Günther padece la misma maldición que genios como Modern Talking: ha encontrado muy pronto la absoluta perfección en su estilo. Y, claro, la evolución no resulta fácil. ¿Qué añadir a lo que ya es perfecto sin correr el riesgo de desvirtuarlo?

Intentando no repetirse, Günther buesca expandir sus horizontes en su nuevo single, “Suntrip”. Ahora, lejos de su torre de marfil, Günther se sumerge en una playa dominguera española, intentando una difícil convivencia con el populacho: los balones de los niños le golpean, se turba cuando, intentando colocar su clásica pose de “pongo morritos para lucir mi bigotón” se topa con un culo…

Mención aparte merece la lucha con bronceador de las Sunshine girls, que termina con una bella mancha blanca en la comisura de los labios de Günther. Éste, impactado at first, prosigue con su pose clásica. ¿Autoironía? ¿Se lanza Günther a las peligrosas aguas de la autoparodia?

Afortunadamente, a partir de la mitad del vídeo, Günther nos regala con un striptease “banana split” que demuestra que sus jugos creativos siguen en plena ebullición”. El final es una emocionada declaración de principios que nos deja mirando a un horizonte de alegría, esperanza, bigotón, champán, glamour, sexo y respeto.

“Sunshine Girl: – Oh, Günther, me obligas a hacer estas cosas tan locas que jamás haría en casa…

Günther: -Siempre estaré en topless para ti”.

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