Literatura infantil de vanguardia: El topo que sabía que no era asunto suyo

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Cuando somos niños, hay una gran verdad cósmica que reconocemos como esencial e innegable. Desgraciadamente, muchos reniegan de ella cuando llegan a la edad adulta. Esa realidad última es la siguiente: Los chistes de caca hacen gracia. Y no sólo eso: la caca es un tema de sumo interés. No en vano convive muy pegada a nosotros, sobre todo en el tiempo en el que llevábamos pañales.

Todo esto lo supo ver el insigne autor Werner Holzwarth el cual, demostrándonos una vez más que los alemanes son más sórdidos de lo se nos quiere hacer creer, escribió la obra maestra de la literatura infantil ‘Vom kleinen Maulwurf, der wissen wollte, wer ihm auf den Kopf gemacht hat’. Así dicho, suena muy chungo. Y lo es. Pues esta salvajada fonética se traduce como ‘Sobre el pequeño topo que quería saber quién se lo hizo encima de la cabeza’.
Este libro que, para asombro de Vicisitudysordidez y su novia, no conocía, estaba a la venta en una librería infantil cerca de la calle Génova en su versión inglesa. Pero no era una copia cualquiera. ¡Era una edición especial de coleccionista, con un peluche del topo sonriente con su ñordo como corona!. Lógicamente, mi novia tuvo que regalármelo.
Si ya el muñeco en sí me enamoró, he de reconocer que el propio título en inglés me convenció del todo. Porque el original es bueno, y me recuerda a los títulos de capítulos de las novelas picarescas (nada extrañas el tema de las heces). Pero el inglés es superior: ‘La historia del pequeño topo que sabía que no era asunto suyo’. ¡La sutileza aplicada a un libro para niños sobre un topo al que se le cagan encima!.
La trama del libro sigue la investigación que realiza un topo, con un ahinco que hace palidecer al propio Grissom, sobre la identidad del animal que tuvo la mala idea de dejarle un regalo encima cuando salía de su madriguera. Lo más impactante es que nuestro protragonista no se quita el truño de encima durante todo el relato. ¿Será por mantener la prueba del delito en su lugar o porque le acaba cogiendo cariño?
El periplo del héroe se convierte en todo un viaje iniciático hacia las realidades de las heces. Está lleno de acción (el peligro de una bosta que la vaca echa como prueba de su inocencia), emoción (nuestro amigo contemplando con admiración las mayestáticas deposiciones del caballo), ternura (con las simpáticas cagarrutas de cabra) y venganza. Pero no os voy a destripar el final. Comprad el libro y regaládselo a todas vuestras amistades. Algunas, con suerte, se acojonarán tanto que hasta os dejarán de hablar.

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