Santiago Rouco: para todas las mujeres de España y para todos los hombres valientes

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“Este disco se comenzó a elaborar en el año 1972 y se ha terminado en 1995. Está dedicado a todas las mujeres de España y a todos los hombres valientes. Un amigo, una amistad y una canción. Santiago Rouco«Sí, señoras y señores, las dieciocho canciones que componen el mítico cd “Oye Niña” (copla que muchos conoceréis por su inclusión en el cd de Gomaespuma) son la obra artística de toda una vida. Sólo un indocumentado – o, lo que es peor, un fans de Bjork – no podría apreciar que la obra de Rouco no es una clásica casete de gasolinera cualquiera. Donde esas “obras” consisten en un hit sórdido rodeado de reiterativo e ininspirado relleno, el cd de Rouco es un concienzudo trabajo sobre todos los ritmos musicales que los botones de su Casio le permiten: desde la cumbia al pasodoble, pasando por la guaracha, la ranchera, el funky-pop, el calipso, el swing lento o el country. Ningún botón ha quedado sin pulsar.

Si bien el torrente de creatividad musical de Rouco es abrumador, sus letras son su auténtico as en la manga. Empezar una canción diciendo “Es porque yo soy igual que una nube de verano/ Que por donde pasa oh, sí, yeah/ Siempre hace dañooooooooo” pondría amarillo de envidia a Bob Dylan, pero arrancar otra coplilla diciendo “No tengo perdón de dios” se anticipa al oyente de una forma sobrecogedora. Sus rimas, por supuesto, oscilan entre los ripios más imprevisiblemente previsible (”Tengo yo un barquito velero/ que me deja en medio del Duero«) y su negación más absoluta («Este amor maravilloso/ Que yo siento muy adentro de mi ser/ Ha de hacerme muy dichoso/ Mientras dure nuestro amor«) ¿»Mientras dure tu querer«? Esa rima sería para débiles. Y Rouco no es débil: es un artista tan grande como el mismísimo Chimo Bayo.

Toda esta devoción por Rouco comenzó hace unos doce años cuando, en una emisora de radio en Vigo me expusieron al mítico single “Negrita Bombón”. Aquí os la podéis bajar y no dar crédito. Las seis personas que estábamos en el control la oímos unas cinco veces seguidas. Y, ojo, la cara B era aún mejor. Arrancaba con un “A Coruña Lugo Ourense e Pontevedra/ Estas son as provincias da miña terra”. Esas dos canciones se grabaron a fuego en nuestras mentes durante un año. Y fue entonces cuando llegó el momento mágico: la emisora de radio recibió el cd con los 18 temas que resumían esa vida dedicada al arte de Santiago Rouco. Nos sentamos en el suelo del control dispuestos a una hora de experiencia mística. Y qué gran experiencia fue aquella. Especialmente cuando ese arrebatador pasodoble romántico que es “Así es como siento cariño” termina con un inesperado “No hay cariño de mujer que se compare/Ayyyiiiiiyyyyyyiiiiiiiyyyyyyyy/ ¡Al de una madre!”. Durante el verano del 95, ese cd fue la banda sonora exclusiva y, claro, ya tocaba ir tomando partido: ¿Saltaríamos la fina linea que separa la vida del arte? Esto es ¿Nos animaríamos a conocer a Santiago Rouco «The Man» himself? La respuesta, obviamente, era que sí.

En aquella época yo trabajaba en el programa “Red Infernal”, donde ya había hecho la entrevista a mi Primo Porno con la Mítica Olga. Así pues, decidí aprovechar todos los medios puestos a mi disposición para conseguir una interview con ese gran señor. ¿Cómo contactar con él? Sencillo: en mi habitación tuviera yo un cartel del lanzamiento del «Oye Niña» en el cual se hallaba el número de teléfono para encargar el cd. De esta manera, además de comprar su gran obra, concerté una entrevista con Santiago.

Cuando llegó a las oficinas de Canal C el contraste fue bellísimo: entre todo ese ambiente moderno-tecnoso, una chica, acostumbrada a cosas de Portishead para abajo, el preguntaba “¿Qué clase de música hace usted?”. Sin comentarios. Acto seguido, subimos a la terraza donde Polanco solía desayunar contemplando sus dominios para hacerle una mítica entrevista que, de momento, se halla perdida. Sorry. En ella, nos comentó que sedujo a su mujer cantándole “Oye Niña”. Eso son almas gemelas. También mostró su respeto por Julio Iglesias, al que retó a un concierto conjunto para que la audiencia decidiese quién era el mejor. “Ganará él porque tiene la pasta, pero ahí queda el desafío”. Yo soy fans de Yulio, pero hubiese apoyado incondicionalmente a Santiago. Una vez terminó la entrevista, decidimos rodarle el videoclip de «Soy como un Vagabundo» caminando por la Gran Vía mientras realizaba un playback para estupor de los viandantes. Mientras lo rodaba, un antiguo compañero del Colegio Mayor se cruzó conmigo. Probablemente pensaría “Dios, este antes hacía sus cortos cutres en VHS con música de Rouco y, ahora, rueda su videoclip en Betacam Digital». Sí, soy un sórdido irredento. Lo sé.

Lo que sí os puedo ofrecer es una selección de los videoclips caseros que Rouco himself me ofreció. Una épica retahíla de playbacks en la habitación de su hijo con el atrezzo yaciendo en la cama. Causa especial turbación el sombrero mejicano que se termina poniendo durante la ranchera en la cual proclama «Eres bonita bonita bonita bonita muy bonita/ Eres bonita de verdad/ El sol te da en la cara/ Cuando te saco a pasear”.

Después de esto, Rouco siguió dando algún concierto que otro acompañando a artistas muy inferiores a él, como Leonardo Dantés o Luixi Toledo. A todos esos conciertos acudió su hijo. “Yo estoy aquí para, si alguien se descojona de mi padre, inflarle a ostias. Porque lo que hace es una mierda. Pero él cree en lo que hace”. Y es que todos creemos en lo que hacemos, pero ¿estaremos invirtiendo 22 años de nuestra vida en crear nuestro personal “Oye Niña” sin saberlo? Una vez más: acojona, tronco, acojona. No sólo eso: las canciones que os habéis bajado no son las versiones originales, sino una regrabación que el propio Rouco realizó unos años más tarde. “Es que entonces no tenía la voz educada. Pero ahora ya ha quedado profundamente bien”. ¿Profundamente bien? En todo caso son canciones, más afectadas, épicas y susceptibles de causar más estupor que las originales.Como conclusión, este blog os regala, para que sus descarguéis, una selección de hits del disco. Eso sí, esta vez más que nunca, os OBLIGO a que COMPRÉIS el disco. Un joya como el “Oye Niña” no puede languidecer en una tarrina de cds. Hay que tenerlo con su sofisticado artwork original y DEDICADO (como el mío). Este es el número de teléfono al que podéis encargarlo con su firmilla y todo: 915 448 778.

PS: Otro regalo. «Oye Niña» versión karaoke para que os animéis a cantalla en vuestra propia casa. ¡Enviad los resultados!

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