
Después de repetir la pregunta unas cuarenta veces, empecé a preguntarme que pasaría si, un día, me topase con la horma de mi zapato. Bueno, pues ese día llegó. En una librería fina y elegante – en las que da gusto entrar, rara avis en Madrid – el dependiente no sólo estaba familiarizado con Hans Magnus sino que, además, me puso en ridículo al decirme que dicho libro se llamaba ‘Perspectivas de Guerra Civil’, siendo ‘Las Guerras Civiles Moleculares’ uno de sus capítulos. Claudiqué avergonzado y me compré tan magna obra.
A estas alturas ya habrán vuesas mercedes asumido que un servidor estaba predestinado a ser fans del libro, auque proclamase cosas como que el pareo de José María Aznar tenía su puntillo. Me lo leí en dos patadas y, oh sorpresa, me hice fans. En serio. Es el mejor ensayo sobre política y todo lo que pasa en la actualidad jamás escrito. En esta web tenéis un resumen.
Así pues, mi recomendación es que os compréis ese libro, pero no sin antes pasar por el peregrinaje de preguntar “Perdone, señora, ¿tiene ‘Las Guerras Civiles Moleculares’ de Hans Magnus Enzensberger?”. Se os llenará la boca de grandeza como unas cuarenta veces y, hasta que os topéis con alguien culto, dicho placer será gratis.
Bueno, y ya que me embalo, no sólo deberíais comprar el libro, sino llamar Hans Magnus Enzensberger de Jesús a vuestros hijos. Aunque sea niña. Seguro que, por lo menos, alguien en Sanlúcar se anima. Imaginaos la escena en clase: “Jan Magnu Enzenberger de Jezú, que ehtá tol día jincando shosho nel ejkai”. Grandeza. Venga, echadle valor, a vuestro hijo no le putearán los compañeros. Antes bien, escucharán con admiración lo que tenga que decir. “Lo ha dicho Hans Magnus Enznensberger de Jesús” ¿recordáis? Así que, aunque sé que todos teníais planeado llamar Flavio Briatore de Jesús (foto abajo) a vuestra descendencia, nunca es tarde para cambiar de idea.