«He probado patatas de todos los sabores y fragancias»

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Menos mal que la ADSL es la nueva televisión, porque el último episodio que nos ha regalado la caja tonta de toda la vida es lamentable. El simpar Rocco Siffredi nos ha deleitado, hace nada, con uno de esos anuncios que pasarán a la historia. Para entendernos, estamos hablando de la categoría “Busco a Jacques”. Esto es, lo más grande. Bueno, pues el audiovisual italiano en su conjunto ha dictaminado que la zafiedad del anuncio viola cualquier norma imaginable de emisión y dicho anuncio debe ser retirado. Y olé.

La joya publicitaria en cuestión juega con que, en Italia, en vez de decir “potorro”, que es lo lógico y natural, pues van y dicen “patata”. Es en esa tesitura cuando Rocco, con su bolsa de Amica Chips en mano, pasea por una piscina pletórica de putanas explicándonos que el ha probado patatas de todos los países, sabores y fragancias. Por supuesto, si un experto como él concluye que Amica chips son las mejores, quiénes somos nosotros para discutírselo. Es uno de los raros casos en que Hans Magnus no tendría la razón por sistema.

En fin, lo habrán prohibido, pero sólo en Italia. Y… ¿qué es Italia al lado de internet? Gocen y disfruten de esta maravilla. La tele es ya sólo un avance de lo que se DEBE disfrutar en el ADSL Channel:

Masterpiece. ¿No? Lamentablemente, en el caso de la publicidad, se está creando un ambiente irrespirable. Cada vez más, todo el mundo se siente con el derecho a censurar lo que sea. Y no sólo alegando el ya cansino “machismo”. Al igual que en los tiempos de Franco, cuando un bombero podía solicitar la censura de una película porque la aparición en ésta de un bombero antipático “podía denigrar a todo el Cuerpo”, hoy en día parece que quien no se ofende es porque no quiere. La gentuza ociosa pide que todo se prohíba y, en el caso de la publicidad, han forzado mecanismos de autocontrol – NO obligatorios por ley – para realizar una primera y delirante autocensura.

Como trabajador del audiovisual que soy he visto casos demenciales (TVE censurando una campaña de telefonía móvil porque el niño protagonista no se comportaba como los códigos del ente público exigían; asociaciones de mujeres – harto ociosas, añadiría – quejándose de los “modelos femeninos” de la serie “Fuera de Control” sin pensar en lo lamentables que eran los masculinos… la lista es inacabable). Y, ahora, le toca el turno a Rocco. Por favor, a quien le ofenda, que no consuma televisión. ¿Qué hay de machista en decir lo obvio: que Rocco sabe de patatas? ¿En qué se diferencian las señoras del anuncio de CUALQUIER otra modelo italiana? Y, lo más importante: si estuvieseis en Italia, y tuvieseis ganas de tomar unas patatillas… ¿Acaso elegiríais una marca que no fuese Amica Chips? Al que coja otra, le escupo. ¡Hay que ser más sórdidos en esta vida, hombre! Más aún, al que deteste el anuncio (crucigramamones habrá siempre…) sólo puedo decirle que, si no compra Amica chips ya está castigando a la marca: se han gastado dinero en rodar y emitir un anuncio para nada. Pero, por favor, que no nos agredan a los sórdidos. ¿Os imagináis vuestra infancia sin “Busco a Jacques”? Claro que no. ¿Os habéis puesto Jacques? Salvo que seáis de los que van a comerse algo a discotecas de extrarradio, tampoco. Pues estos nuevos censores quieren hundir la infancia de la nueva generación. ¿Cómo crecerán estos niños a los que se les prohíbe el “Busco a Jacques” del siglo XXI? Por favor, recordad vuestra sonrisa ante el último gran anuncio sórdido que pudisteis disfrutar (la chica del membrillo, y ya hace más de diez años de aquello) y atacad sin piedad a los censores. No por vosotros, sino por los niños. Que nadie enarbole a la infancia contra este anuncio, porque Rocco es necesario para una infancia sana. Después de todo, como el propio Siffredi dice “Para los niños sólo soy un señor que come patatas en una piscina, creedme” y, si un niño conoce a Rocco, ya no queda mucho de qué “defenderle”.

Un último matiz: si entre las nacionalidades de las “patatas” que ha catado Rocco se incluyese la árabe… ¿Estaríamos ante una “provocación” irresponsable que merecería el incendio de embajadas italianas? O, antes bien, deberíamos desearles un bello jódanse a los moros que no toleran que un italiano esté mejor dotado que ellos y que pueda dar placer “a un ser inferior” que no lo merece. Es el único paso que le faltaba dar a este anuncio para pasar de la pole position a la divinidad.

Fabrizio, otra bolsa de Amica chips, por favor.

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